Han sido semanas frenéticas en los despachos de Naturgy. Cuando todo hacía indicar que los fondos de inversión, que controlan gran parte del capital social de la energética española, se anotarían una victoria con la llegada de un consejero delegado, Isidro Fainé, máximo accionista a través de La Caixa, ha vuelto a demostrar su fortaleza dentro de la compañía española.

El mercado descontaba que Ignacio Gutiérrez-Orrantia, directivo de Citi, iba a ser nombrado como CEO de la compañía, pero este martes se conocía que finalmente declinaba la oferta de Naturgy para ocupar dicho puesto. Finalmente, el responsable de Europa, Oriente Próximo y África en la entidad de inversión seguirá en su compañía.

En los últimos tiempos, según apuntan fuentes conocedoras de la situación, los fondos han mantenido varios encuentros con Criteria Caixa para que accediera a que Franciso Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy, perdiera poder. En un principio, para atender a cuestiones de buen gobierno, Fainé aceptó la entrada de un consejero delegado, pero en las últimas horas se han precipitado los acontecimientos.

Cabe recordar que el mayor accionista de Naturgy es la Fundación La Caixa a través de Criteria Caixa, que posee un 26,7% de su capital. Le siguen los fondos CVC Capital Partners, con el 20,41%; Global Infrastructure Management (GIP), con el 20%; IFM Global Infraestructure Fund con el 14% y, a gran distancia, la argelina Sonatrach con el 3,85%.

Tras el nombramiento de Armando Martínez como consejero delegado de Iberdrola, Naturgy se había convertido en una rara avis en el sector: era la única gran energética española —y una de las pocas empresas del Ibex 35— que no contaba con un consejero delegado.

Este lunes, y cuando todo hacía indicar que el banquero cambiaría de empresa, Fainé rompió todos los esquemas con un escueto comunicado en el que volvía a dar un espaldarazo a la gestión de Francisco Reynés al frente de la compañía.

Criteria ratificó "su confianza en el equipo gestor de la compañía encabezado por su presidente, Francisco Reynés, y apoyará sus propuestas dirigidas a poder afrontar los importantes retos de la compañía en los próximos años”. Fuentes empresariales, en este sentido, apuntan que el actual presidente de la energética se “siente legitimado en sus funciones” después de que recientemente se renovara su mandato al frente de la compañía. Más aún cuando hace escasos meses los propios fondos refrenderaon la figura del actual presidente.

Proyecto Géminis

La confianza de los fondos en la figura de Reynés se ha ido minando poco a poco. Pero, el último gran desencuentro fue el proyecto Géminis. Las fuentes consultadas por este periódico indican que en un primer momento algunos de los grandes accionistas no veían con buenos ojos la segregación de Naturgy en dos. No por la operación en sí, si no por los tiempos que manejaba el presidente de la empresa.

CVC, GIP e IFM querían manejar los tiempos de dividir a la empresa en dos ya que algunos de ellos dan por amortizada su estadía dentro del accionariado. La guerra en Ucrania provocó que el presidente de Naturgy diera marcha atrás y congelara el plan del proyecto. Un punto y seguido que echó por tierra los tiempos de estos fondos de inversión en el capital social.

Pero como se subrayaba anteriormente, Fainé ha vuelto a poner de manifiesto su poder dentro de Naturgy ante los fondos de inversión. Cuando IFM lanzó una OPA para adquirir más del 17% del capital social de la gasista, las relaciones entre el fondo australiano y el holding español se tensaron más de la cuenta ya que el aspirante a ocupar tres sillones dentro del consejo de administración quería eliminar durante un período de tiempo determinado el dividendo a sus accionistas.

Pero ni Francisco Reynés ni Fainé estaban dispuestos a renunciar a esta cuantía. "El dividendo de Naturgy es un pilar fundamental de los ingresos que recibe la Fundación y que destina íntegramente a su Obra Social, con la inversión de más de 500 millones de euros cada año en programas sociales, cultura y ciencia, investigación y salud, y educación y becas", dijo por aquel entonces el empresario catalán.

Fainé, el hombre veterano del Ibex 35

A pesar de su avanzada edad, 81 años, el empresario catalán es uno de los hombres con más peso en el Ibex 35. Es más, es de los pocos directivos que quedan de la vieja guardia del selectivo español de los años 80 y 90. Posiblemente, por esa razón, sigue teniendo un gran poder en las empresas donde su brazo inversor invierte.

En 1981 llegaba a La Caixa como director general adjunto. ¿Su objetivo? Diseñar la nueva estructura de la entidad y su expansión más allá de Cataluña. Sentar las bases de lo que es hoy la Fundación Bancaria La Caixa, con todo lo que ello conlleva: el negocio bancario, el holding industrial y, sobre todo, el enorme crecimiento de la obra social (la joya de la corona para Fainé) con un presupuesto que supera los 500 millones de euros.

En la actualidad, la actividad de Criteria se centra tanto en la citada Naturgy como en Telefónica. La operadora de telecomunicaciones ha sufrido de lo lindo en bolsa en los últimos años. La crisis del coronavirus fue determinante para que la cotizada perdiera valor, pero Fainé la considera uno de los buques insignia del Ibex 35. Criteria elevó así su posición en Telefónica hasta el 2,53%, ya que a 31 de mayo de 2023 la entidad poseía el 2,31% de las acciones, según figura en la web corporativa de la entidad.

Los últimos registros que figuran en la CNMV, de este mismo martes, apuntan que la entidad presidida por Isidro Fainé ha adquirido entre el 23 y el 26 de junio un total de 862.216 acciones por un importe de 3,12 millones de euros.