Movimiento de calado en el sector del lujo. El grupo estadounidense Tapestry, dueño de marcas de moda y complementos como Coach, Kate Spade y Stuart Weitzman, anunció este jueves la adquisición de Capri Holdings, propietario de enseñas de lujo tan reconocidas como Michael Kors, Jimmy Choo y Versace. La operación tendrá un importe de 8.500 millones de dólares (7.750 millones de euros), deuda incluida, y moverá las aguas en un sector en plena recuperación tras el embate que supuso la pandemia.
Las acciones de Capri han caído más de un 30% en los últimos doce meses, redujo su facturación un 10% y vio caer el beneficio. Pero la compra le supondrá Tapestry la posibilidad de ahorrarse más de 200 millones de dólares debido a las sinergias en los tres años posteriores a la firma de la operación. La compra llega en un momento de declive del mercado en Estados Unidos, pero con potencial de crecimiento en China. Con el fin de las restricciones impuestas por la pandemia, los clientes en el gigante asiático vuelven a impulsar sus compras en este segmento, tras haber acumulado ahorros durante toda esta etapa.
El movimiento de la firma neoyorkina supondrá incorporar varias marcas con unas ventas agregadas de más de 12.000 millones de dólares (10.930 millones de euros), repartidas por más de 75 países. El último ejercicio cerró con unas ventas de 6.684,5 millones de dólares, un 11% más que en 2019. La compra anunciada este jueves le permitirá incorporar a su portfolio marcas de lujo europeas y empleará a más de 33.000 personas, con 12.000 millones de dólares de facturación.
Eso le servirá, precisamente, para posicionarse frente a gigantes del sector del Viejo Continente como LVMH (Louis Vuitton) y Kering, el propietario de la emblemática Gucci. Todo en un entorno de incertidumbre macroeconómica marcado por la guerra de Ucrania y la elevada inflación, pero en el que las marcas de lujo no parecen verse penalizadas.
La primera firma, presidida por el multimillonario Bernard Arnault, se convirtió en abril en la empresa con mayor capitalización del continente, con 420.00 millones de euros. Tiene en su portfolio de marcas algunas tan reconocidas como Loewe, Bulgari, Dom Perignon, Christian Dior, Guerlain y Tiffany & Co. En 2021 completó la compra de esta última por aproximadamente 14.000 millones.
En el primer semestre de este año registró un beneficio neto de 8.481 millones de euros, lo que supone una subida del 30% frente al mismo periodo del año anterior. Y sus ingresos crecieron un 15%, hasta los 42.420 millones de euros. Sin embargo, las ventas en EEUU retrocedieron un 1%, lo que tiene a las casas de análisis muy pendientes, porque supone nada menos que el 24% del total de ingresos del conglomerado. Asia, por su parte, representa un tercio de sus ventas y, en el primer trimestre, algunas de sus marcas crecieron allí más de un 30%.
Kering (Gucci) compra Valentino
Por su parte, el grupo francés de lujo Kering que controla Gucci o Yves Saint Laurent, anunció hace apenas dos semanas la compra del 30% de la italiana Valentino por 1.700 millones de euros, hasta ahora en manos del fondo de inversión catarí Mayhoola. Y podría llegar a hacerse con el 70% restante hasta 2028.
El conglomerado presidido por François-Henri Pinault declaró 1.800 millones de euros de beneficio en el primer semestre, lo que supone un retroceso de casi un 10% frente al mismo período del año anterior. Sus ingresos subieron un 2%, hasta los 10.100 millones. Gucci supone más de la mitad de esa cifra, con ventas por valor de 5.128 millones de euros. Pero los analistas se fijan en que el grupo reconoce en la presentación que los resultados no alcanzan sus expectativas.
Y dentro de la casa ha habido cambios. Tras siete años al frente de la marca insignia, el diseñador Alessandro Michele fue sustituido en enero por Sabato de Sarno (antes en Valentino y Dolce & Gabbana). Y la firma lleva varios trimestres registrando crecimientos por debajo de marcas rivales.
"El año 2023 se presenta como un año de transición, con el nuevo director creativo en Gucci que presentará su primera colección en septiembre y el nuevo equipo directivo", dicen desde Bankinter, donde califican como "positiva" la participación tomada en Valentino porque "aumenta la diversificación por marcas y eleva el carácter premium y atemporal del grupo". La firma italiana que ahora controla parcialmente cuenta con 211 tiendas en 24 mercados diferentes y tuvo una facturación de 1.400 millones de euros en 2022.
Richemont (Cartier) se dispara en Asia
En cuanto al gigante suizo del lujo Richemont, sus resultados entre abril y junio no colmaron las expectativas del mercado. Con unos ingresos de 5.322 millones de euros, el dueño de marcas como Cartier, Chloé o Montblanc logró mejora un 19% las cifras del año anterior, aunque se pensaba que podría llegar a los 5.430 millones.
Además, Estados Unidos fue el único mercado en el que retrocedió su facturación, mientras que las ventas en la región de Asia-Pacífico se dispararon un 40% hasta los 2.239 millones. La firma helvética se ha hecho recientemente también con una participación mayoritaria en la compañía italiana de calzado Gianvito Rossi. "A medio plazo, la demanda de joyería y relojes se mantiene robusta y los clientes premium encajan los aumentos de precios", señalan desde Bankinter.
Precisamente, la consultora Bain & Company prevé que el mercado de artículos de lujo crezca entre un 9% y un 12% este año respecto a la cifra récord alcanzada en 2022 de 345.000 millones de euros en valor de mercado, según la última edición de su informe sobre el sector recogido por Europa Press. La consultora achaca la subida a una progresiva bajada de la inflación, la recuperación de la confianza de los consumidores europeos y el fin de las restricciones sanitarias en China.
Por ejemplo, la firma francesa de lujo Hermès se anotó un beneficio neto consolidado de 2.226 millones de euros durante el primer semestre de este año, un 36% más que en el mismo período del año anterior. Sus ventas alcanzaron los 6.698 millones de euros, un crecimiento del 22%. En concreto, la compañía gala destaca el crecimiento "excepcional" que tuvo en Asia.
El citado informe de Bain & Company indica que el consumo será "menor, pero mejor". Eso pasa por incrementar la calidad de todas las categorías de lujo impulsado por piezas icónicas y de gran lujo, como los relojes, con modelos especiales y grandes marcas que impulsan el crecimiento, y la joyería. También los bolsos icónicos se perciben cada vez más como bienes valiosos. Son campos todos donde las principales compañías tienen el foco puesto en sus planes de crecimiento.
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