El incesante incremento de los costes de la energía y los materiales ha puesto al sector de la construcción en una encrucijada. Obras desiertas e incluso promociones paralizadas a causa de la subida de costes como consecuencia de la pandemia y la guerra de Ucrania. Pero hay un indicador que parece estar dando un respiro; el precio del acero corrugado, con seis meses consecutivos de caídas.

En solo un año, el Índice de Precios para la barra de acero corrugado de la Cámara de Comercio de España ha descendido un 13,45%. En agosto es de 162,41 puntos, lo que supone una reducción del 0,85% respecto al dato de
julio (163,81).

Según la estadística, está marcando mínimos que no se veían desde hace dos años. En concreto, en septiembre de 2021 estaba en 163,24. El organismo toma como referencia la barra B-500 SD 12 mm en 12 metros. Este tipo de elementos son empleados como base para levantar el esqueleto de edificios e infraestructuras.

En la elaboración del índice colaboran las empresas del sector, tanto productores de la materia prima, como demandantes. El material en cuestión sufre ahora a nivel general una caída de precios tras alcanzar máximos históricos durante el pasado año.

En el mes de mayo, el acero registró una caída del precio de un 22,5% respecto al mismo mes del ejercicio anterior, según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma). En el acumulado de los primeros cinco meses, era un 12% más barato. Por contra, otros elementos clave como el cemento o el hormigón marcaron precios un 21,5% y un 14,5% más altos que hace un año, respectivamente. En el acumulado, el diferencial es del 25% y 19,5%.

En el 2022, la producción en España cayó un 20% debido a los altos costes energéticos. La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) cifró el descenso del consumo aparente de acero en un 4,3% durante el pasado año, de 13 millones de toneladas en 2021 a 12,4 millones. La caída fue especialmente drástica en el último trimestre, con un desplome del 14% interanual.

Por su parte, el sector de la construcción sigue muy pendiente de la evolución de todos los costes en un momento en el que la demanda también podría verse afectada por la subida de los tipos de interés y el incremento del coste de las hipotecas.

Un condicionante muy relevante de la oferta son los costes de construcción residencial, que, pese a mostrar signos de moderación, siguen en cotas elevadas", recuerdan desde Caixabank Research.

Según sus proyecciones -elaboradas en base a las cotizaciones de los mercados de futuros de las materias primas y las proyecciones del precio del petróleo- los costes de construcción residencial en España podrían empezar a retroceder a partir de este mismo mes de agosto. El organismo estima que podrían llegar a caer alrededor de un 5% en promedio en 2024 (en ausencia de nuevos shocks).

"A pesar de este retroceso, los costes se consolidarían en unos niveles superiores a los de antes del shock (alrededor de un 16% por encima del nivel de enero de 2021)", sentencian desde el servicio de estudios de la entidad bancaria.

Desde el sector han peleado duro con la Administración para establecer un mecanismo de revisión de precios en la obra pública. Ante la escalada continua, el Gobierno se vio obligado a dictar varios reales decretos para permitir la reevaluación de los importes de determinados materiales en la obra pública. Máxime en un momento clave para el sector por el gran volumen de fondos europeos que están en juego.