Las constantes subidas de tipos de interés que viene suministrando a la inflación el Banco Central Europeo empezarán a notarse de forma importante en la economía nacional este año. El remedio que el supervisor bancario está aplicando para tratar de contener el incremento de los precios pretende frenar la actividad, pero hasta el momento no se había cuantificado los efectos que tendría este 2023 sobre la española. Si bien el BCE calculaba que este año la subida de tipos restaría dos puntos al crecimiento del PIB de la zona euro, para España aún no existía una cifra precisa, que este jueves ha revelado el Banco de España: será de un punto de PIB este 2023, y de 1,2 en 2024. Además, estima que en 2022 restó 0,6 puntos al crecimiento.
Según el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos, la economía española este año va a crecer un 2,3%, lo mismo que preveía el organismo en junio, pero avanzaría un 3,3% de no ser por las subidas de tipos. Del mismo modo, si para 2024 estima un avance del 1,8%, sería de un 3% sin el remedio para la inflación del BCE. Es difícil entender el dato de forma descontextualizada, puesto que podría parecer que la economía va a ir por peor camino con subidas de tipos que sin ellas, cuando precisamente el objetivo del endurecimiento de las condiciones financieras es evitar que se genere una espiral inflacionista que no tenga fin. Aunque este supuesto no lo evalúe ni cuantifique el Banco de España, ya que se trata de un supuesto imaginario y a largo plazo sobre el que es difícil hacer cálculos.
El BCE subió el pasado jueves los tipos de interés un cuarto de punto más, hasta el 4,5%. Es su nivel más alto desde 2001 y la décima vez consecutiva que la institución decide aumentar el precio del dinero, pese a la ralentización del crecimiento de la zona euro. Nunca antes se habían subido los tipos tan rápidamente, lo que ha llevado a algunos gobernadores a pedir un parón, en parte porque existen dudas de los efectos que estas decisiones tendrán en la economía y cuándo se producirán -lo habitual es que se perciban con largos retrasos, alrededor del segundo año se suele percibir el impacto máximo en el crecimiento-. Por eso, el BdE calculó que la subida de tipos apenas restó dos décimas al crecimiento de PIB de 2022.
Tras la elección, el Eurobanco rebajó sus proyecciones de crecimiento para la zona euro hasta el 0,7% en 2023 (frente al 0,9%), 1% en 2024 (1,5% antes) y 1,5% en 2025. En este caso el Banco de España, que ha publicado su último informe de previsiones este martes, ha mantenido invariables las suyas para nuestro país de cara a este año, pero sí ha revisado a la baja las de 2024 hasta el 1,8% (cuatro décimas menos), sobre todo debido a que este segundo trimestre será peor que lo esperado.
Y lo que el Banco de España constata en su nuevo informe es cómo todas esas subidas de tipos de interés están afectando a la actividad del país. En primer lugar, encareciendo las operaciones de financiación a hogares y empresas, que están reduciendo la demanda de crédito. Datos que, a la vista de las últimas encuestas, apuntan a que en el tercer trimestre la oferta y la demanda de crédito continuará menguando.
En segundo lugar, el consumo de las familias se está ralentizando este trimestre con respecto al segundo. La previsión es que sea un 1,6% inferior, según datos del INE. "El dinamismo de este componente de la demanda aún estaría condicionado de forma apreciable por el endurecimiento de las condiciones financieras y por la pérdida de poder adquisitivo que los hogares han acumulado en los últimos trimestres", dice el Banco en su Informe trimestral y proyecciones macroeconómicas de la economía española.
De manera similar, la inversión de las empresas se ha frenado entre julio y septiembre: aunque por un lado se verá favorecida tanto por los fondos europeos como por la mejora de los recursos de las compañías, experimentará cierto efecto lastre por el endurecimiento de las condiciones financieras de los últimos trimestres y el frenazo de la actividad económica. "A la luz de estos factores y de las dinámicas más recientes en el sector de la construcción residencial, también cabría esperar que la inversión en vivienda mostrara en los próximos trimestres una senda de crecimiento relativamente modesta", añade el supervisor. Una restricción monetaria que, por cierto, el Banco espera que ya haya terminado.
Además de a este año, el Banco de España prevé que el mayor tensionamiento de las condiciones financieras repercuta negativamente en el crecimiento de 2024. Según recoge el informe, la rebaja de cuatro décimas de la previsión de avance de PIB (en junio era del 2,2%, ya por debajo del 2,4% recogido en el cuadro macro del Gobierno, y ahora del 1,8%), tiene que ver, en tres cuartas partes, con el peor desempeño de la economía durante este segundo semestre de 2023, pero también con el encarecimiento de la energía, con el contexto internacional y con las subidas de tipos.
Por el momento, el Banco de España no prevé que la economía caiga en una recesión, ni siquiera leve, por la subida de tipos, como sí anticipaba el año pasado. De cara a este tercer trimestre, espera que la economía avance un 0,3%. Este viernes el INE confirmará el dato de PIB del segundo trimestre, que según el dato adelantado experimentó un crecimiento del 0,4%, por debajo del 0,6% del primer trimestre.
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