El cambio de marcha respecto a la extracción de litio en Europa es una realidad. Uno de los últimos pasos de la Unión Europea en la carrera por la transición verde es la Ley de Materias Primas Críticas (Ley CRM), que tiene como meta garantizar el acceso de la UE a un suministro seguro y sostenible de materias primas críticas y dotar a los 27 de la independencia energética de la que carece en la actualidad.
La aprobación prácitcamente íntegra de la Ley CRM en el Parlamento Europeo, pendiente de debatirse en los trílogos antes del fin de 2023, evidencia el interés de la UE en acelerar la explotación de litio para seguir en pie en una guerra de poder a poder con China y EEUU. La línea tomó aún más fuerza con las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su discurso anual sobre el Estado de la Unión:"Desde la eólica hasta el acero, desde las baterías hasta los vehículos eléctricos, nuestra ambición es muy clara: el futuro de nuestra industria de tecnologías limpias debe fabricarse en Europa".
"Europa se ha dado cuenta de que, o acelera, o se queda sin materia prima. Eso supondría una deslocalización de industrias y dejar de ser competitivos en cantidad de áreas, así como la pérdida de puestos de trabajo e inversión y de valor añadid", explica en conversación con El Independiente Ramón Jiménez, consejero delegado de Extremadura New Engines (ENE), filial de la compañía australiana Infinity Lithium y beneficiaria de la mina de litio en Cáceres, el segundo yacimiento de litio en roca de Europa.
Jiménez señala la mutación "a nivel español y europeo" en cuanto al litio: "La Ley CRM ha sido velocísima. La gente se está concienciando de que si queremos tener autonomía energética y no depender ni de Rusia ni de China, tenemos que extraer nuestros recursos naturales y explotarlos", subraya el dirigente de ENE, que explica que si Europa quiere cumplir sus previsiones para 2030 "hay que ser muy ambiciosos".
La UE pretende que el 10% del litio que se consuma en su territorio en 2030 ha de extraerse en territorio comunitario. "Para hacerse una idea, el 30% de ese 10% sería el proyecto de ENE en Cáceres", indica Jiménez, que insiste en la importancia de agilizar más los procesos.
La apuesta de China y EEUU
La previsión es que para 2030 la demanda mundial de baterías para vehículos eléctricos 15 veces mayor. El valor del litio radica en su importancia para la tan mentada transición energética, ya que es un mineral indispensable en la fabricación de baterías para coches eléctricos o paneles solares, lo que lanza a las grandes potencias mundiales a la caza del oro blanco.
El gigante asiático ha protagonizado importantes movimientos para acaparar la industria del litio. "China está comprando litio por todo el mundo", comenta Jiménez. Al agente chino se suma EEUU, que se ha apoyando en la Inflaction reduction act (IRA) para adelantar a la UE en la carrera del litio. "EEUU es un solo país y no 27. Iba dos años por detrás de Europa y en cuestión de dos meses se puso 1 año por delante en dos meses".
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ensalzó en la última Junta General de Accionistas de la compañía la maestría del movimiento de la administración Biden: "El IRA básicamente lo que dice es, 'Mire, señores de la industria, les voy a poner una ingente cantidad de dinero para subvencionar todas aquellas tecnologías que aporten capacidad de crecimiento de la industria descarbonizada americana, que aporten capacidad de descarbonización de la economía americana, capacidad de generación de empleos de calidad', y hacen una ley de unas 300 páginas que se aprueba relativamente rápida".
Jiménez lamenta que las dificultades asociadas al litio en la UE han beneficiado a China y EEUU, "mucha inversión que iba a venir a Europa se ha ido". La Ley CMR da el primer paso para facilitar la búsqueda de acuerdos con países independientes para diversificar el riesgo entre diferentes lugares para asegurar la producción y no depender de un único proveedor.
En la línea de Jiménez se situó el presidente de Repsol, que apoyó el acelerón europeo por el litio: "Es evidente que Europa tiene que entender que la transición energética, o sirve para fortalecer nuestro sistema tecnológico y nuestro tejido industrial, o se convierte en una plataforma extractiva de nuestros recursos públicos para aumentar las bases tecnológicas e industriales de otros países, y esto es lo que de alguna forma deberíamos entre todos ser capaces de comprender".
Ley de Materias Primas Críticas (Ley CRM)
La Ley CMR contempla tres grandes pasos para reforzar el envite frente a la tiranía energética de las potencias mundiales. Estos cambios suponen un avance trascedental en una variable determinante: el tiempo.
Como principal cambio, la Ley CRM establece un plazo máximo de 12 meses y, en algunos casos, en 24 meses, para aprobar o denegar una Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Además, marca que, una vez que un proyecto entrega la documentación necesaria para llevarse a cabo, la Administración tiene 20 días para comunicar si falta algo de documentación o no. "Eso antes era impensable. Una vez que entregues todo en 80 días te tienen que dar o denegar el permiso. El cambio radical de mentalidad en Europa es brutal", añade Jiménez.
Asimismo, la Ley CRM establece que a los proyectos considerados de interés estratégico para la UE serán priorizados por la Administración al otorgarse las licencias y contarán con apoyo mediante financiación. "Hay un cambio en Europa, en España, en los políticos y en la población. El litio se percibe de una forma distinta", concluye Jiménez.
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