BBVA ha lanzado esta semana su primer plan de pensiones de empleo para autónomos, promovido junto a la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Loterías (Anapal). Lo mismo ha hecho Santander, en su caso, junto al Consejo General del Notariado. Ambas iniciativas permitirán que los trabajadores por cuenta propia, sin necesidad de que se dediquen a la lotería ni al notariado, puedan disponer de esta novedosa forma de ahorro complementario para su jubilación, más sencillos y baratos que los actuales.
Pero no son los únicos bancos que han lanzado un instrumento de este tipo recientemente, aunque sí sean los que más han resonado. Los grandes actores del sector financiero llevan promoviendo durante los últimos meses un buen número de planes muy similares para autónomos, un producto muy poco conocido para muchos (de hecho, estos son los primeros que ofrecen los dos bancos). El acelerón tiene que ver con el impulso legislativo que proporcionó el año pasado el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, a estos productos de ahorro, mediante la creación de un fondo público.
Sin embargo, que los autónomos pudieran beneficiarse de estos planes es algo que en principio no se esperaba. Son trabajadores que desde el principio han estado en mente de los impulsores de la ley para el impulso de los planes de pensiones de empleo, pero se aunaban varias dificultades. Para empezar, que estos productos (que se conocen como planes de empresa) son principalmente conocidos entre asalariados. En segundo lugar, que están pensados para que los representantes de los trabajadores luchen para incluirlos en sus convenios sectoriales mediante la negociación colectiva… de la que no pueden participar autónomos. En tercero, porque la idea de Seguridad Social de que fuesen las asociaciones del colectivo quienes tuvieran la iniciativa de promover estos planes no convenció a muchas, que argumentaron que no tenían recursos para gestionar algo así.
Aun así, el Ministerio de Seguridad Social insistió en que los autónomos podrían beneficiarse de la iniciativa, incluso aunque no estuviesen contratados por otros autónomos. Tenía sentido, puesto que los trabajadores por cuenta propia eran quienes más necesitaban un producto así. Según un estudio de Caser, una de las gestoras de estos planes, el 25% de los autónomos tiene contratado algún tipo de producto de ahorro para la jubilación, frente al 8% del resto de trabajadores. Esto se debe a que la pensión pública de los autónomos es, de media, un 40% más baja que la de los trabajadores asalariados, algo relacionado con sus bajas cotizaciones a la Seguridad Social a lo largo de su vida laboral.
"Los autónomos ahora pueden pasar de los planes individuales, con una desgravación menor, a otro con condiciones más ventajosas”
josé luis escrivá
"Lo que sí es un hachazo es que a uno le pongan una comisión del 1,7% por un plan de pensiones individual. Eso sí es un hachazo. Los hachazos de verdad son esos y no otros", declaró el ministro, José Luis Escrivá, en una comisión en el Congreso en el que la oposición criticaba sus cambios en las cuotas de estos trabajadores. "Los autónomos pueden pasar ahora de los planes individuales, con una desgravación menor, a otro con condiciones más ventajosas”, afirmó. El origen de la iniciativa tenía que ver con que diversas instituciones, como la AIReF, habían alertasen de que en España los planes de pensiones privados son excesivamente caros y además son regresivos.
Sabadell, VidaCaixa e Indexa Capital
Como modo de incentivo, se tocaron los beneficios fiscales: el Gobierno estableció que los autónomos podrían deducirse anualmente hasta 4.250 euros anuales de su aportación a los nuevos planes simplificados de empleo, más otros 1.500 euros a través de un plan de pensiones individual. En contraposición, la deducción posible de los planes privados se ha reducido de los 8.000 euros a los 1.500 euros anuales a lo largo de los últimos años, tratando de incentivar los de empresa o empleo.
Y así, varias gestoras han lanzado durante los últimos meses planes similares, después de que el Ejecutivo seleccionase cinco para gestionar el fondo. La licitación se llevó a cabo el pasado mes de junio y tiene como objetivo alcanzar los 500 millones de euros bajo gestión en tres años. Ya el año pasado, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) se convirtió en la primera entidad en promover un plan de pensiones simplificado para autónomos, buscando que muchos autónomos puedan aumentar "su capacidad de ahorro para la jubilación con deducciones más altas de las previstas en los planes privados", en palabras de su presidente, Lorenzo Amor. En este caso, el plan se lanzó de la mano de VidaCaixa, del Grupo Caixabank.
En marzo de este año, el Colegio de Ambientólogos de Cataluña (el COAMB) e Indexa Capital lanzaron otro producto de este mismo tipo, asegurando que lo han puesto a disposición de todos los autónomos "de forma muy sencilla". "Es contratable en pocos minutos", aseguró Unai Ansejo, cofundador y co consejero delegado de la gestora. Caser Pensiones es quien administra este fondo, y concretaban que se puede abrir uno de estos planes a partir de 50 euros, hasta un máximo legal de 5.750 euros de aportaciones anuales. Además, son traspasables sin coste y sin impacto fiscal por ley. Según Indexa, antes de lanzarlo ya habían recibido más de 200 peticiones solicitando un plan así.
Más tarde, en junio, Banco Sabadell presentó también su primer plan de pensiones de empleo simplificado para autónomos en colaboración con la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA). Lo hizo recalcando que el producto bancario está disponible para todos los autónomos independientemente de su afiliación a cualquier asociación, y de su lado UPTA prevé que llegue a los 100.000 autónomos durante el primer año de aplicación del nuevo plan.
Seguridad Social aplaude la “ebullición”
Desde el Ministerio de Seguridad Social aplauden la gran acogida que están teniendo los planes de pensiones de empleo entre los autónomos. La gran velocidad en su implantación no les está sorprendiendo en parte porque ya era conocido que los trabajadores por cuenta propia son los que más recurrían a los productos de ahorro para la jubilación, y los más interesados en engrosar sus pensiones.
Por otro lado, mientras que por ley los trabajadores asalariados solo pueden adscribirse a uno de estos nuevos planes de pensiones de empleo a través de la inclusión de los mismos en sus convenios colectivos de sector o de empresa, los autónomos no necesitan dar ese paso, lo que agiliza los tiempos. No obstante, en el Ministerio de Escrivá no cuentan por el momento con datos de cuántos autónomos han suscrito ya uno de estos productos.
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