Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, ha aprovechado la presentación de resultados de la compañía para pronunciarse sobre el 'impuestazo' de Pedro Sánchez a las grandes energéticas.

El dirigente de Repsol ha advertido de que "la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal del país podría condicionar los futuros proyectos industriales de Repsol en España". Imaz se ha referido de esta manera a la posibilidad de que se mantenga el gravamen a las grandes energéticas, inicialmente temporal y extraordinario. Imaz señaló que España es "la principal geografía" donde está invirtiendo el grupo y donde prevé seguir desarrollando "esta gran inversión" en sus activos industriales, aunque añadió que para que esto siga siendo así es necesario "tener un marco regulatorio y fiscal claro, predecible y estable".

Repsol ha asegurado que el 'impuestazo' recurrido por gigantes del sector castiga a las empresas que invierten en activos industriales, y favorece a los importadores que "no generan empleo ni actividad económica relevante en España".

Imaz ha puesto como ejemplo que la unidad de Química en España del grupo está pagando este impuesto sobre las ganancias extraordinarias en función de la cifra de facturación, "cuando a nivel neto está incurriendo en pérdidas y tiene dificultades para competir en el mercado internacional".

De lo contrario, Imaz apuntó a "otras alternativas", como Portugal, donde podría tener actividad internacional en su negocio industrial.

"Pero de nuevo vamos a analizar detenidamente cuál es el marco regulatorio y fiscal antes de tomar nuevas decisiones de inversión en la geografía española. Porque tenemos que proteger, ante todo, a nuestros accionistas, a nuestros empleados", destacó.

El impuesto vigente se aplica durante 2023 y 2024 a las energéticas, gravando el 1,2% de la facturación obtenida en aquellas empresas con ingresos superiores a 1.000 millones euros excluyendo los negocios regulados y actividades fuera de España y extra peninsulares.

Repsol se ha destacado como la empresa más impactada por el impuesto, con unos 450 millones de euros este año, seguida de Cepsa, con 323 millones de euros; Naturgy y Endesa, con unos 300 millones de euros cada una; e Iberdrola, con 200 millones de euros.

Pago en impuestos de Repsol

Durante la presentación, Repsol subrayó que más de la mitad de sus beneficios se destinaron al pago de impuestos. Así, la contribución fiscal, entre enero y septiembre del grupo ascendió a 10.890 millones de euros aportados a las arcas públicas, con cerca del 70% (7.441 millones de euros) correspondientes a España.

Los tributos propios devengados ascendieron a 3.206 millones de euros y representaron más de la mitad de los beneficios (52%). Además, la compañía indicó que contribuyó durante el período con una tasa del Impuesto sobre Sociedades del 37%, muy por encima del tipo nominal aplicable en España -del 25%- y de la media de los países de la OCDE, situándose "como la empresa del Ibex 35 que más impuestos pagó en el país".