STC, empresa saudí de telecomunicaciones que quiere controlar el 9,99% de Telefónica, ha vuelto a poner de manifiesto la importancia que tiene para la compañía su entrada en operadora española. Durante su presentación de resultados, los analistas han preguntado a los principales directivos de la sociedad asiática por la posible adquisición, que se encuentra en punto muerto ya que Moncloa debe dar el plácet al movimiento que se anunció hace algo más de un mes.

Así, para STC la operación "tiene sentido" puesto que Telefónica "mantiene un gran potencial alcista" y que cuenta con oferta única de activos de infraestructura de primer nivel y plataformas tecnológicas de última generación" con las que está desarrollando "capacidades de última generación" en distintas áreas.

Precisamente, las infraestructuras que tiene Telefónica en España es una de las principales preocupaciones del Gobierno. Como este periódico ha venido contando, la entrada de Arabia Saudí en el consejo de administración daría oportunidad a obtener información sensible de millones de personas, empresas y de la propia operadora española.

A su vez, la operadora saudí ha recalcado que la posible entrada del grupo saudí en el accionariado de Telefónica supondría la "cooperación entre las dos empresas para beneficiarse de las oportunidades disponibles del futuro".

"Telefónica es una de las mayores empresas de telecomunicaciones del mundo con presencia en importantes mercados como España, Alemania, Gran Bretaña y Brasil", ha sostenido.

El Gobierno se piensa entrar en Telefónica

Los pensamientos de STC, que ha reiterado otra vez su apuesta, coincide con la posibilidad de que el Gobierno pueda irrumpir en el accionariado de Telefónica a través de la SEPI, según ha adelantado El Confidencial.

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha reiterado el carácter estratégico de Telefónica para España y ha evitado pronunciarse sobre la posible entrada de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) -dependiente del Ministerio de Hacienda- en el capital social de la compañía junto a un grupo de inversores españoles.

"Es una empresa estratégica para España por su papel en el ámbito de las telecomunicaciones, pero también en el ámbito de la defensa. No vamos a comentar cada una de las informaciones que se publican sobre estas operaciones por la prudencia que exige esa relevancia estratégica de la misma", ha subrayado Rodríguez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este lunes.

Fuentes gubernamentales apuntan que "el Gobierno de España seguiremos defendiendo el interés estratégico de nuestro país y al mismo tiempo incentivando y atrayendo las inversiones extranjeras con el fin de seguir impulsando la atracción de nuevas tecnologías, de innovación, de crecimiento y la creación de empleo de calidad".