La advertencia la lanzó el pasado jueves el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y hoy el consejero de la compañía y presidente de Repsol, Emiliano López Atxurra, ha concretado ya los primeros efectos. Si Imaz alertó del impacto que puede tener en sus inversiones prolongar en España el impuesto a las energéticas, inicialmente aprobado como temporal, hoy López Atxurra ha reconocido que dos grandes proyectos energéticos que ya tiene proyectados Petronor -compañía perteneciente a Repsol- están paralizados a la espera de un marco impositivo "amable y estable". Se trataría de la construcción de una planta de hidrógeno de 100 megavatios y de la construcción de una planta industrial a gran escala de producción de combustible sintético en su planta del País Vasco.

López Atxurra ha secundado las palabras de Imaz y ha recordado que la estabilidad del marco regulatorio es un elemento esencial para proyectar inversiones. No ha señalado si se trata de inversiones que pudieran desviarse a otros países, como insinuó Imaz, pero sí ha subrayado que la incógnita sobre el llamado impuesto a las grandes energéticas está provocando que se paralicen inversiones.

Actualmente en el Puerto de Bilbao se está construyendo una 'planta demo' de producción de combustible sintético. Se trata de una planta por ahora experimental fruto de la colaboración de Repsol, Petronor y la compañía saudí Aramco y capaz de producir 8.000 litros diarios de combustible sintético a partir de CO2 e hidrógeno.

Esta pequeña planta permitirá asegurar la fiabilidad y "factibilidad" en términos de mercado de la producción. Una vez asegurada su viabilidad para el próximo año estaba proyectada la construcción de una planta de mayor tamaño, una planta de industrial, que ahora Petronor deja ahora en el aire a la espera de que se pueda esclarecer el marco regulatorio en la que se llevaría a cabo esa inversión: "Ahora esa inversión no está consolidada", ha señalado en declaraciones a Radio Euskadi.

Junto a ella, la compañía tiene proyectada la construcción de una planta de hidrógeno, un electrolizador, de 100 megavatios asociada a la refinería de Petronor en Muskiz (Bizkaia) y que también estaría en el aire a la espera del futuro del impuesto sobre las energéticas.

López Atxurra ha defendido el pago de impuestos pero siempre que no se apliquen de modo "discriminatorio" hacia determinados sectores económicos como el 'fuel & oil', ha señalado, que "se ha demonizado". Ha recordado que compañías como la suya han pagado más de 5.000 millones en impuesto entre 2019 y 2022 y que defiende su pago siempre que no sean fruto de políticas "que penalizan" por razones "ideológicas" o basadas en criterios incorrectos.