Los buñuelos de viento de Todos los Santos, más caros que nunca: "Si no subimos el precio nos arruinamos"

Los tradicionales dulces de la festividad de Todos los Santos no escapan a la inflación. Aceite de oliva, azúcar, huevos, harina, mantequilla... Los principales productos de repostería han alcanzado valores máximos en los últimos meses, lo que ha obligado a los hornos a adaptar sus tarifas.

"Si no subimos los precios nos arruinamos", señala con resignación en conversación con El Independiente Ana Guerrero, miembro de la familia de El Horno de San Onofre (Calle de San Onofre 3), una de las pastelerías de culto entre los madrileños.

La estrella de Todos los Santos en la capital son los buñuelos de viento, que junto a los huesos de santo y los panelletes, han elevado su precio en el último año: "Hemos sido muy sensatos a la hora de ajustar, pero no nos ha quedado otra porque tenemos que ser rentables", explica Guerrero.

En San Onofre, los buñuelos de viento "fritos con aceite de oliva virgen extra y rellenos con ingredientes naturales como huevo campero, chocolate Grand Cru y nata de verdad -nada de grasas hidrogenadas-", se venden a 44 euros el kilo. "Una bandeja para 3-4 personas sale a 11 euros. Hace un año los buñuelos de viento estaban a 41,5 euros/kilo. Es una subida palpable pero que para nosotros ha sido más fuerte", apunta Guerrero.

El aceite de oliva virgen extra es innegociable para casas como El Horno de San Onofre, Antigua Pastelería Del Pozo (Calle del Pozo 8), La Mallorquina (En varios puntos de Madrid) y La Duquesita (Calle de Fernando VI 2), consultadas por este diario; sin embargo, es el caso más destacado de inflación en los alimentos: el 'oro líquido' ha incrementado su precio un 91% en los dos últimos años, según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística).

El segundo alimento que más ha subido de precio desde septiembre de 2021 es el azúcar, un 59% más caro ahora que en la fecha mencionada. El azúcar registró las cotizaciones más altas de los últimos cinco años en febrero de 2023, cuando según la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se registró el segundo aumento mensual consecutivo y el nivel más elevado desde 2016, a causa de las preocupaciones sobre la disminución mundial de existencias por descensos en China, la India y Tailandia.

"Hemos subido el precio de todo. Del café, de las napolitanas, de los croissant, y también de los buñuelos de viento y de los huesos de santo. Al final, las materias primas que empleamos a diario van en aumento y no queda otra", explican en La Mallorquina de la Glorieta de Quevedo. Los buñuelos de viento de La Mallorquina, a 36 euros/kilo, se sitúan 2 euros/kilo por encima de lo que lucían hace un año.

La cifra del alza de 2 euros/kilo es la misma que ha trasladado Antigua Pastelería Del Pozo a sus clientes: "Sustituir el aceite de oliva no es una opción y hemos absorbido parte de la inflación", indican a este diario desde el horno fundado en 1830.

"Tenemos que tomar estas medidas para seguir sobreviviendo mientras dura esto a lo que llaman crisis. Los artesanos lo pasamos muy mal porque utilizamos productos insustituibles para los dulces que se han disparado una barbaridad. Hemos tenido que subir los precios para proteger nuestra insignia", explica Guerrero, que destaca que soportan parte de la subida "con vistas a que esta tendencia pase y que el pronto podamos recibir los frutos de haber hecho este esfuerzo".

La Duquesita, con los buñuelos de viento a 39 euros/kilo, solo ha elevado "ligeramente los precios" y ha incluído huesos de santo y un amplio surtido de panellets "que están gustando mucho" con sabores como naranja, café, azahar, pistacho, frambuesa, chocolate a 58 euros/kilo.

Según explican desde los conocidos hornos, la apuesta comercial pasa por no trasladar al consumidor la totalidad de la inflación: "El público no podría soportar un aumento mayor de nuestros precios y se lanzarían al producto industrial".