Movimiento importante en el mercado de las gasolineras en España. En plena inestabilidad de precios y aumento del número de estaciones de servicio de bajo coste, Cepsa ha comunicado una de las adquisiciones más importantes para el sector.

Se trata de la compra de las 22o estaciones de Ballenoil, una de las empresas que más ha crecido durante los últimos años, a consecuencia de la escalada de los precios de los carburantes.

La compañía mantendrá la marca Ballenoil, así como su modelo de negocio y actual estructura, para consolidar su posición en el segmento low cost. La empresa de bajo coste había diseñado un plan estratégico por el cual iba a instalar más de 500 puntos de venta de carburante. Cepsa, en su comunicado, ha insistido en que mantendrá el modelo de negocio y su funcionamiento.

Ballenoil, que implantó en España un nuevo y revolucionario modelo
empresarial para la explotación de estaciones de servicio automatizadas en el segmento low cost, actualmente está presente en todo el territorio peninsular español.

En lo que va de año, Ballenoil ha abierto 18 nuevos puntos de venta. Las nuevas estaciones de servicio, en la que se han invertido unos ocho millones de euros, se encuentran localizadas en Madrid, Salamanca, Toledo, Murcia, Cádiz, Málaga y Badajoz. Entre dichas regiones destaca Madrid donde la compañía ha reforzado su presencia con siete aperturas y alcanzan las 65 gasolineras. Así, Madrid es la comunidad con más estaciones de Ballenoil, seguida por Andalucía (50), Comunidad Valencia (23), Cataluña (16) y Castilla la Mancha (16).

Según afirma Cepsa, el nuevo objetivo es convertir la red de Ballenoil en un "referente de sostenibilidad en este segmento". Para ello, la oferta de servicios de movilidad se ampliará progresivamente con puntos de recarga eléctrica
y venta de biocombustibles.

Empresarios de éxito

Juan Sanz y David Querejeta son dueños de un imperio que ya cuenta con una red de 200 estaciones de servicio y que no para de crecer. Según sus últimos resultados públicos la empresa superó la barrera de los 334 millones de litros aditivados vendidos, lo que supone un incremento del 42% con respecto al año anterior, y superando también la cifra de 16 millones de repostajes.

Juan Sanz conoce perfectamente el sector del petróleo. Durante 15 años formó parte de la plantilla de ExxonMobil y durante la crisis financiera puso punto y final a su etapa en la compañía multinacional. Fue en 2010 cuando se puso en contacto con Querejeta, dueño de la empresa Ballena Azul que se dedicaba al autolavado de coches manual para meterse de lleno en este sector como empresario.

Según la empresa, sus carburantes “ayudan a limpiar válvulas e inyectores de los vehículos, para mantener siempre el funcionamiento óptimo del motor, mejorar su rendimiento, reducir las emisiones contaminantes y para lograr un ahorro significativo en el consumo y en las operaciones de mantenimiento”.