Los sindicatos de Renfe y Adif han sellado un acuerdo con el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para desconvocar las cinco jornadas de huelga que comenzaban este viernes 24 de noviembre.

Las organizaciones sindicales formaron un frente común por la incertidumbre sobre las condiciones del traspaso íntegro del servicio de Rodalies a la Generalitat de Cataluña prometido por el PSOE a Esquerra Republicana (ERC) a cambio de 'sí' a la investidura de Pedro Sánchez.

Los comités generales de ambas empresas públicas (formados por Semaf, UGT, CCOO, CGT, SF y SCF) han tomado la decisión tras reunirse con el departamento que dirige desde hace solo dos días el exalcalde de Valladolid Óscar Puente.

El sucesor de Raquel Sánchez ha conseguido abortar unos paros en días clave por el puente de la Constitución y a los que estaban llamados unos 15.000 trabajadores. Además del viernes 24, había huelga convocada el 30 de noviembre, 1, 4 y 5 de diciembre.

"El acuerdo alcanzado responde al compromiso expresado por el ministro Óscar Puente de garantizar que los representantes de los trabajadores de Renfe y Adif formen parte de las negociaciones y de respetar y salvaguardar en todo momento los derechos socio-laborales y de permeabilidad de todos los empleados de ambas empresas públicas", señala el Ministerio en un comunicado.

La convocatoria obligó a Renfe a anunciar la cancelación de un total de 1.548 trenes de los servicios de alta velocidad, Larga y Media Distancia, así como el 75% de los Cercanías programados en hora punta (de 06.00 a 09.00 horas, de 14.00 a 16.00 y de 18.30 a 20.30), y el 50% el resto del día.

Los sindicatos se posicionaron en contra de una posible fragmentación de las dos empresas públicas, lo que podría afectar a los derechos de los trabajadores. También añadieron como argumento para convocar los paros la selección de la naviera MSC como socio industrial para el negocio de Renfe Mercancías. La idea es traspasar una gran parte de los activos humanos y materiales de esta sociedad a otra compartida con una filial de la naviera.

Mantener las plantillas

El Ministerio se ha comprometido a garantizar las plantillas, la operatividad y a crear mesas específicas de negociación en la que se traten las problemáticas laborales que puedan surgir a lo largo de ambos procesos. Ambas mesas -Rodalies y Mercancías- "se llevarán a cabo con la participación de la representación legal de los trabajadores a los que se les facilitará la información disponible y con los que abordarán las soluciones que permitan superar cualquier conflictividad", remarca el Ministerio.

También se habría comprometido a que las soluciones se aborden conjuntamente con los representantes de los trabajadores. En este sentido, se mantendrán los criterios de eficiencia, seguridad y calidad de todos los ámbitos e infraestructura. Los sindicatos aseguran que, de no cumplirse los términos del acuerdo, se reservan el derecho de volver a convocar jornadas de huelga.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, afirmó este mismo jueves que "no hay razones para la huelga preventiva" de trabajadores de Renfe y Adif. "Somos un Govern comprometido con los derechos de las trabajadoras y los trabajadores; también, evidentemente, con el sector público", señaló.

Pero los sindicatos recuerdan que en el acuerdo de investidura se recoge que la plantilla, así como las infraestructuras y vehículos pasan a pertenecer a una tercera empresa con la Generalitat como socio mayoritario.

"La segregación impide mantener los derechos a los trabajadores y trabajadoras porque en primer lugar sería imposible que dejasen permanecer en el Grupo Renfe y Adif al personal que lo solicitase, pues la nueva empresa requeriría de la propia plantilla para funcionar", señalan. En segundo lugar, se "rompería el sistema de movilidad de la plantilla y también dejarían de estar amparados por los Convenios Colectivos del Grupo Renfe y ADIF".

A última hora del miércoles, los sindicatos tacharon de abusivos los servicios mínimos decretados por Transportes (del 75 % en Cercanías en hora punta y del 50 % en el resto del día; del 65 % en media distancia; del 72 %, en los de alta velocidad y del 25 %, en mercancías). Afeaban además que se tomase como referencia unos datos de actividad mayor de la que tiene lugar a día de hoy.