La Lotería de Navidad es el sorteo favorito de los españoles a pesar de que no es con el que más se puede ganar. Pero el entorno navideño, el compartir décimo con familia, amigos o compañeros de trabajo hace que se juegue con ilusión y que el 22 de diciembre sea un día marcado en el calendario. El Gordo reparte 400.000 euros al décimo, que con lo que hay que pagar a Hacienda se queda en 328.000 euros (el 20% del premio, pero los primeros 40.000 están exentos).

A pesar de que es un premio con el que no te puedes jubilar, es un buen pellizco para tapar agujeros e incluso para poder sacar rentabilidad si no puede la ganas de gastar. Por eso, los expertos apuntan a la necesidad de tener un plan y no tomar decisiones a la ligera. De hecho, un estudio de la asociación European Financial Planning Association (EFPA) revela que el 70% de los ganadores tienen “mucho menos dinero” cinco años después de haber ganado la lotería.

Según el comparador de HelpMycash, los agraciados con el gordo se centran en ayudar a amigos y familiares a saldar deudas. Otros consideran adelantar el pago de la hipoteca, mientras que algunos pocos exploran la posibilidad de invertir, ya sea en la bolsa o en bienes inmuebles. La primera recomendación de los expertos es distribuir el dinero del premio en diferentes áreas que se adapten a la situación financiera del agraciado. “Saldar deudas de tarjetas o préstamos personales es prioritario, seguido de la creación de un fondo de emergencia, es decir, un ahorro que iguale seis meses de sueldo para tener un colchón cuando surjan imprevistos”, señala Olivia Feldman economista y cofundadora de HelpMyCash

También aconsejan destinar un porcentaje del premio a ayudar a amigos y familiares siempre y cuando sea ese su deseo, o guardar algo de dinero para caprichos personales, como ir al mejor restaurante o hacer un viaje. Pero después de haber destinado una parte del dinero a ello, desde HelpMyCash afirman que es importante ser responsable y destinar una cantidad a la gestión financiera a largo plazo.

Por su parte, los expertos de Abante recomiendan trazar un ejercicio de planificación financiera y personal La primera recomendación es mantener la calma, es decir, no hacer nada con el dinero del premio durante un periodo de tiempo de varios meses para acostumbrarse a vivir con esa cantidad de más. “El objetivo de dejar pasar un tiempo es evitar tomar decisiones precipitadas, ya que en estos casos es muy común dejarse llevar por las emociones, querer darse un capricho y acabar haciendo una mala inversión”, apuntan.

Se trata de que haga un ejercicio de planificación financiera y personal para que pueda pensar cuáles son sus objetivos vitales y cómo el dinero del premio le puede ayudar a alcanzarlos. Este proceso le permitirá también pensar a largo plazo, proyectar qué metas, necesidades o preocupaciones tiene o va a tener a lo largo del tiempo y contextualizar el dinero de la lotería en esos planes, ya sean personales, profesionales o familiares (en este sentido hay que recordar que la ley da un plazo máximo de tres meses para cobrar el décimo).

Saber invertir

El siguiente paso, una vez establecidos los objetivos vitales y entendida la fiscalidad del premio, es hacer números. Un asesor financiero analizará la situación financiera y patrimonial del ganador para saber cuál es su punto de partida y ver si con el dinero extra del premio es suficiente para cumplir con sus objetivos o si tiene un déficit que hay que cubrir. Y en este ejercicio tendrá en cuenta no solo su situación financiera actual, su capacidad de ahorro, sus ingresos futuros o sus deudas, sino también cuándo tiene pensado jubilarse y de qué forma, la situación familiar, el incremento de la esperanza de vida y su aversión al riesgo. Con este ejercicio se podrá ver si el premiado necesita acudir a los mercados financieros y a qué tasa de rentabilidad debería invertir para cumplir sus objetivos.

Es muy importante saber que, si se decide no invertir el dinero, dentro de unos años se perderá poder adquisitivo, a medida que los precios se incrementasen, al no cubrir la inflación. Es decir, si se tienen 328.000 euros y no se invierten, pasados 20 años y contando con una inflación media anual del 2% (objetivo del BCE), ese dinero equivaldría a unos 220.734 euros (actuales). Para ello, el primer paso es fijar el objetivo financiero que se necesita -que viene marcado por la diferencia entre lo que se tiene y lo que se necesita-, y eso es lo que va a determinar qué nivel de riesgo se puede asumir y qué cartera o qué activo financiero es el más adecuado dependiendo de cada casuística particular y de la foto global que se tenga a nivel patrimonial, financiero y fiscal.

Para encontrar la mejor solución para cada persona y poder gestionar de manera óptima su dinero, es necesario profesionalizar las inversiones para saber qué porcentaje se puede invertir y en qué tipo de activos. Esta decisión depende de cuáles sean sus necesidades de liquidez, el plazo del que disponga, su perfil de riesgo y sus objetivos financieros. "Un asesor financiero le va a poder ayudar a trazar la estrategia de inversión que necesita y a construir una cartera de inversión adecuada y equilibrada en función de lo que necesite tener en cada tipo de activo: inversiones alternativas en activos no cotizados como, private equity, inversión en inmobiliario o en activos cotizados", aseguran desde Abante.

En la parte cotizada, los expertos de Abante apuntan que para maximizar el dinero del premio es importante contar con carteras diversificadas, tanto por distribución geográfica, como por sectores y tipo de activos. Además, si se cuenta con un gran horizonte temporal de inversión, se puede asumir más riesgo con la inversión, lo que hará que el capital final sea mucho mayor. Por ejemplo, si se quiere superar a la inflación en 2 puntos (es decir, conseguir una rentabilidad anual media del 4%) habría que invertir en una cartera con el 50% de la inversión en renta variable. Y una opción que permite diversificar, que tiene beneficios fiscales y que permite acceder a una gestión profesional son los fondos de inversión.

Amortizar la hipoteca

Al margen de la inversión, muchos premiados con la lotería suelen utilizar el dinero del premio para amortizar la hipoteca. “La decisión de amortizar no tiene por qué ser lo más adecuado”, apuntan desde Abante. Siempre hay que hacer un análisis de la situación particular para ver si la rentabilidad que da el dinero invertido es mayor que el coste de financiación porque, en ese caso, no interesaría amortizar y convendría más invertir ese dinero. También, hay que tener en cuenta que, si la vivienda habitual se compró antes de 2013, existe una ventaja fiscal en el IRPF (la ley permite deducirse cada año un 15% de una cuota máxima de 9.040 euros) que puede que no interese perder.

Mejora económica en la provincia ganadora

El Banco de España publicó un estudio The sentimental propagation of lottery winnings: Evidence from the Spanish Christmas lottery (La propagación sentimental de los premios de lotería: la lotería de Navidad en España), de Isabel Micó-Millán, Morteza Ghomi y Evi Pappa, que desvela que sus efectos tienen réplica en la comunidad.

El documento sostiene que “los consumidores de las provincias ganadoras se muestran significativamente más optimistas sobre las condiciones macroeconómicas españolas que los que viven en otros lugares” y que ese optimismo conduce a un aumento en las intenciones de gasto en las zonas que han resultado agraciadas con algún premio. De hecho, según el estudio, las provincias ganadoras reciben unos ingresos equivalente al 0,2% de su PIB, que puede subir hasta el 3,4% en las provincias que reciben el mayor premio per cápita. También cae la tasa de desempleo alcanzando su máxima caída en los 12 meses posteriores.

No solo afecta en la economía, también en el sentimiento de los hogares, que se vuelven más optimistas y mejoran sus expectativas “Los hogares que viven en regiones premiadas con la lotería son más propensos a declarar un aumento de sus futuras compras de bienes duraderos en relación con los hogares que no residen en estas provincias”, refleja el estudio. Además, los premios de lotería también estimulan la adquisición de este tipo de productos en las provincias ganadoras. "La tasa de crecimiento de las licencias de automóviles aumenta 10 puntos porcentuales en las provincias ganadoras", se detalla en el texto.