Telefónica y Orange, las dos grandes operadoras que emiten fútbol en España, pueden ser las grandes damnificadas de la creación de la Superliga. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dado un espaldarazo al proyecto que apadrinan Real Madrid y Barcelona. Varios clubes anunciaron hace algo más de dos años que tenían la intención de crear una nueva competición futbolística que dará cobijo a más de 70 clubes. No obstante, la presión de las aficiones de varias ligas provocó que los grandes de la Premier, Italia o el Atlético de Madrid decidieran posponer su entrada en dicho formato.
Este jueves, el tribunal ha dado validez a la creación de la Superliga. El organismo entiende que UEFA ejerce un monopolio en el fútbol y que, como actividad económica que es el deporte rey en Europa, debe tener otras vías para que no esté gobernada por una sola institución. Es aquí donde Real Madrid y Barcelona se saben ganadores. Tanto es así que pocas horas después de la resolución, la organización de la competición lanzó cómo sería el proyecto.
Una de las grandes novedades será que se podrán ver todos los partidos de cada jornada en abierto y por streaming. Un hito hasta ahora nunca visto. Bien es cierto que en décadas anteriores RTVE o Atresmedia adquirieron los derechos televisivos de la Champions League, competición que ahora corre peligro por la Superliga. Pero aquellos contratos solo constaban de dos partidos (luego pasó a ser uno) en abierto por jornada, dado que la UEFA cambió las reglas del juego y las grandes plataformas audiovisuales se hicieron con los paquetes para retransmitir los choques. En España, Telefónica ha sido la que más ha apostado estos años por comprarlos y asegurarse una buena base de clientes.
Orange y Vodafone, ya fuera de órbita de los derechos del fútbol, se sumaron a la fiesta y recompraron los derechos para así plantarle cara a la mayor operadora en España y no perder clientes en detrimento de Movistar. A día de hoy, tanto Telefónica como Orange son los encargados de emitir la Champions y LaLiga, una competición que siguió el modelo de la Champions y que obliga a contratar el servicio (junto a otros de líneas fijas y móviles) para poder ver todos los partidos.
Básico para captar clientes
Es esta área de negocio la que podría dejar tocadas a Telefónica y Orange. Las dos compañías han insistido en la importancia que tiene el fútbol para ellos. Los clientes convergentes, es decir, aquellos que contratan los servicios prémium de las operadoras (fútbol, seguros, televisión y alarmas) son los que mayor rentabilidad otorgan a dichas compañías.
La operadora dirigida por José María Álvarez-Pallete tiene más de 4,5 millones de clientes en este segmento. Según afirmó el presidente en la presentación del nuevo plan estratégico, el porcentaje que pretende tener la teleco de este tipo de usuarios es del 50% gracias a sus porfolio. Alrededor de 3,5 millones poseen la TV en su casa. Orange, por su parte, tiene alrededor de 3,9 millones de este tipo de usuario y 1,2 disfrutan del fútbol y otros contenidos televisivos en sus hogares.
El retorno del fútbol para Movistar y Orange es evidente. Por ejemplo, en las épocas donde los usuarios se dan de baja porque no hay competiciones. Durante el trimestre de junio a septiembre, el ARPU (ingreso medio por cliente) descendió ligeramente por este motivo, según indica la propia empresa en sus resultados.
Según un estudio realizado por Kantar TNS siete de cada diez españoles que ven deporte en casa quieren que el fútbol conste en su paquete básico de canales y que un 77% cambiaría de plataforma de pago si en la que está suscrito dejara de ofrecer LaLiga y la Champions League. Y en el Distrito Telefónica lo saben bien. Cuando la compañía dejó de emitir las competiciones deportivas más importantes llegó a perder 200.000 abonados en televisión.
Fuentes del sector de las telecomunicaciones explican a este periódico que para “Orange y Movistar es impensable en estos momentos no tener fútbol puesto que su apuesta comercial pasa por el cliente prémium”.
TV gratis
La Superliga asegura que el fútbol es caro. Muy caro. Y que por eso los clientes más jóvenes no pagan por este contenido, algo que se quiere cambiar. “El acceso a los partidos de fútbol se ha convertido en algunos casos en algo prohibitivamente caro. Estamos dejando a muchos fans atrás. Queremos cambiar esto. Esta es una oportunidad única de repensar cómo se presenta el fútbol a los fans y conectarlos a los clubes y equipos como no se ha hecho nunca antes. A22 -la empresa impulsora de la Superliga) propone la creación de una plataforma de streaming unificada que será el lugar de reunión de los fans en la que compartan su pasión, conecten con los clubes y jugadores, encuentren las últimas noticias y, lo más importante, para ver partidos en directo gratuitamente”.
La apuesta del gestor del nuevo formato es ofrecer a través de una plataforma que se puedan visionar todos y cada uno de los encuentros. “Nada es gratis y es imposible que se haga”, relatan desde el sector audiovisual. Las mismas fuentes apuntan que gran parte de los ingresos de las mayores competiciones futbolísticas provienen de los derechos televisivos. De momento, la Superliga no ha comentado cómo supliría dicha facturación.
Gran parte de los aficionados del fútbol son críticos por los precios que tienen que abonar por verlo desde casa, que suele ascender a más de 100 euros por mes. Las operadoras como Orange y Telefónica se parapetan en la versión de que esa cantidad no es solo por ver el deporte rey sino que además se les ofrece internet, televisión, líneas fijas y móviles.
Una versión que no parecen compartir los amantes del fútbol que encuentran en el pirateo la solución para pagar menos. España está junto con Francia a la cabeza del consumo digital ilegal en la Unión Europea con unas cifras que rondan el 34%.
Según datos de LaLiga, se han eliminado hasta 58 aplicaciones ilegales que en los teléfonos móviles tipo Android se habían descargado los usuarios con un total de 4 millones de descargas en todo el mundo, de las cuales 800.000 se han hecho en España para ver el fútbol. En los Apple, la cantidad ha sido de un millón en todo el mundo de las cuales 300.000 corresponden al territorio español. Todo ello sin contabilizar los famosos IPTV (decodificadores ilegales). Se calcula que el 15% de los hogares tienen estos dispositivos enchufados a la televisión.
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