Sin presencia de la ministra española Teresa Ribera, ni de la francesa Agnès Pannier-Runacher, ni tampoco del alemán Robert Habeck -que visitó el país al margen del congreso sobre minerales-, el italiano Gilberto Pichetto fue el encargado de dar voz a la estrategia europea con respecto a los minerales críticos durante el foro que se ha celebrado esta semana en Riad, Arabia Saudí. “Europa unida puede competir con China”, subrayó el ministro italiano de Medio Ambiente y Seguridad Energética en una conversación con El Independiente.

El ministro destacó en su intervención que Italia es el puente entre “Europa, África y Oriente Medio” e insistió en que se trata de una conversación, la de garantizar el acceso a los minerales críticos para el futuro y la transición energética, que debe tenerse como “macrorregión”. 

En respuesta a las preguntas de este periódico, Pichetto señaló que Europa tiene que “observar a África y a China”, pero aseguró que el Viejo Continente puede competir contra la superpotencia asiática, si lo hace de forma conjunta. No obstante, durante su intervención en la reunión de líderes políticos, el ministro subrayó el papel del país al que representa.

“Italia siempre ha sido la cuna de la ciencia, la tecnología y la capacidad industrial y también desde esta perspectiva queremos caracterizar nuestra participación en este Foro, dispuestos a trabajar en estrecha colaboración con el sector privado, promoviendo en las regiones productoras de minerales críticos y la creación de cadenas de suministro circulares, seguras y sostenibles”, describió.

Italia acaba de estrenar la presidencia rotatoria del G7, el grupo de países formado por el país transalpino, Canadá, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos de América. Por ello, la intervención de Pichetto es significativa, no solo por su papel dentro de la Unión Europea, sino también por la política que aspirar liderar desde esta organización.

“Estoy aquí para confirmar la gran atención con la que Italia mira el sector crítico de los minerales: también habrá atención en el programa de nuestra Presidencia del G7 que acaba de comenzar”, aseguró.

Vehículo eléctrico

La obtención de estos minerales críticos es fundamental para la industria automovilística, uno de los motores de la economía italiana, que representa más de un 6% del total del producto interior bruto italiano. Con todo, Pichetto responde que “Italia está lista” para el “crecimiento” del vehículo eléctrico.

Pero existen retos, como reconoce el responsable de la política energética italiana. Uno de ellos es común en España y se trata de los puntos de recarga para este tipo de automóvil. “Los estados tienen que ayudar a establecerlos”, añadió. 

Además, el ministro puso deberes a los fabricantes y subrayó que “la evaluación del vehículo eléctrico también es una evaluación de tipo económico”. En este sentido, dejó claro que el precio es uno de los factores a tener en cuenta y subrayó que deben ser “competitivos” si se espera que el parque de coches eléctricos crezca.

Según avanzó Bloomberg, el ministerio de industria de Italia está evaluando un nuevo paquete de ayudas para la adquisición de coches eléctricos por valor de 930 millones de euros. Las ayudas irían destinadas a familias con rentas inferiores a los 30.000 euros y alcanzarían los 13.500 euros para renovar el parque automovilístico.

“La evaluación del vehículo eléctrico también es una evaluación de tipo económico”

gilberto pichetto, ministro italiano de medio ambiente y seguridad energética

Hidrógeno verde

El italiano aseguró que tiene una “muy buena relación” con Teresa Ribera y que las relaciones bilaterales entre ambos países son óptimas. No obstante, no hizo comentarios acerca de las infraestructuras de hidrógeno verde que deben conectar España con Italia en los próximos años.

Los dos países, junto a Portugal, presentaron el proyecto del gasoducto que transportará hidrógeno verde entre Portugal e Italia, pasando por España. Durante la crisis energética desatada por el conflicto en Ucrania, Teresa Ribera fue una de las voces con más peso en Europa para no depender del gas ruso y de otras energías fósiles.

El plan contempla inversiones conjuntas por unos 3.000 millones de euros para construir un tubo submarino de cerca de 800 kilómetros, que podría estar operativo en 2028 y que pasaría a utilizarse para transportar hidrógeno verde en 2039. El tubo tendría una capacidad para transportar 10.000 millones de metros cúbicos de gas (10 bcm) al año, con posibilidad de elevarlo hasta 15.000, con lo que España duplicaría o incluso triplicaría su capacidad de exportación actual por tubo.

Precisamente el homólogo alemán de Ribera y Pichetto visitó esta semana Riad para hablar de inversiones en hidrógeno verde, aunque lo hizo al margen del congreso sobre minerales críticos. Habeck se reunió con el ministro saudí de Energía y con empresas alemanas en Arabia Saudí.