Isidre Fainé seguirá siendo un hombre clave para el futuro del grupo privado más importante de España. Y lo va a hacer desde la Presidencia de Criteria Caixa, brazo inversor de la Fundación La Caixa. Fainé alarga su mandato en la organización cuatro años más para garantizar la independencia de la Fundación, algo que podría estar en peligro por una situación política en la que el Gobierno está haciendo importantes cesiones a los independentistas, cuyo objetivo, confesado o no, ha sido siempre controlar a la institución más relevante de Cataluña.
El Estado y La Caixa comparten posición accionarial tanto en Caixabank como en Telefónica. Fuentes solventes aseguran que Fainé decidió hace unas semanas continuar en su puesto tras la deriva que tomó la legislatura y dada la decisión del Gobierno de convertirse en el primer accionista de la empresa de telecomunicaciones. Este jueves, la sociedad le reeligió como presidente.
El objetivo de Fainé es que las presiones políticas no condicionen la decisión sobre la ubicación de la sede de Caixabank, que los independentistas quieren que vuelva a Cataluña. Durante los últimos meses, Junts ha presionado para que esto pudiera suceder. Hay que recordar que estos partidos apoyaron la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno a cambio de una serie de promesas políticas, desde la amnistía a la condonación de la deuda autonómica.
Ante esto parece que Fainé ha hecho suya la frase atribuida a San Ignacio de Loyola de “en tiempos de tribulación no hacer mudanza”. Es decir, en una situación política como la actual el presidente de Criteria ha decidido seguir al frente. Sánchez sabe que Fainé no quiere que ceda ante esas presiones. Pero lo que le preocupa más aún es la posibilidad de que la Fundación pase a depender de la Generalitat, en lugar del Ministerio de Economía, algo que, aunque no se ha planteado abiertamente, figura entre las reivindicaciones de los partidos independentistas.
Criteria Caixa tiene una participación cercana al 6% en Telefónica (junto con CaixaBank), y Fainé es miembro del Consejo de Administración de la operadora, cargo en el que cumplió este viernes 30 años. Fainé llegó al consejo de administración de Telefónica en un momento en el que el Estado todavía era accionista de la compañía y en el que el principal negocio de la operadora era la telefonía fija. Sin embargo, el modelo de negocio de Telefónica en estos últimos 30 años ha ido evolucionando. Pero sigue siendo una compañía estratégica, sobre todo en asuntos de defensa y ciberseguridad.
Y es aquí donde entra su apoyo a Sánchez. Uno de los principales asuntos de Telefónica en estos momentos es el regreso del Estado, a través de la SEPI, para convertirse en el principal accionista de la compañía.
El Gobierno ordenó al organismo público la compra de hasta un 10% del capital social de la operadora para que STC, el principal operador de telecomunicaciones saudí, no se convierta en el principal accionista de Telefónica. El pasado 5 de septiembre, STC irrumpió en el accionariado de la compañía española cuando adquirió un 9,9% de la teleco por 2.100 millones de euros.
Pero los saudíes aún no tienen ese porcentaje, ya que la operación se concretó con la adquisición de un 4,9% a través de acciones directas y con un 5% mediante derivados financieros, que todavía debe ser aprobada por el Gobierno debido al carácter estratégico de Telefónica. Además, todavía se desconoce si STC solicitará algún puesto en el Consejo de Administración de Telefónica. En 2024 la operadora deberá acometer la renovación de cinco puestos del consejo de administración debido a que el 12 de junio de este año finalizan los mandatos de Peter Löscher, Verónica Pascual Boé, Claudia Sender Ramírez, José Javier Echenique Landiríbar y el del propio Isidro Fainé.
Fuentes conocedoras de la situación indican que el Ejecutivo de Pedro Sánchez lleva “estudiando concienzudamente en las últimas semanas la operación”. Porque la maniobra no es fácil. El Estado ha de buscar cómo financiar los 2.000 millones que le costará escalar hasta el 10% de Telefónica. Desde los ministerios económicos se está trazando el plan de financiación.
Mientras llega ese momento, Fainé colaborará con el Gobierno en Telefónica, porque, tal y como señalan fuentes cercanas, prefiere al Estado que a un fondo de inversión saudí. Sin embargo, el Gobierno no ha trasladado al Consejo lo que quiere hacer con Telefónica. Lo que sí que está claro es que José María Álvarez Pallete sigue como presidente con el apoyo de Pedro Sánchez, que lo considera un empresario profesional. Sí que se conoce que Moncloa busca una figura en la cúpula directiva que tenga un peso significativo a modo institucional para cuando se convierta en su primer accionista. Por eso, según ya publicó El Independiente, no se descarta que se pudiera crear una presidencia no ejecutiva.
Las cartas están sobre la mesa. Para garantizar la independencia de la Fundación, a Isidre Fainé le interesa mantener una buena relación con el Gobierno, aunque siempre dará prioridad a que las decisiones que se adopten tengan un criterio puramente empresarial. La participación del Estado en CaixaBank se eleva al 16,1%, lo que supone algo más de 5.000 millones de euros y proviene de la fusión de la entidad con Bankia, la cual recibió ayudas públicas por valor de 24.069 millones de euros.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Lecciones de un drama humano que todos deberíamos aprender
- 2 ¿Por qué la DANA que arrasó Valencia no tenía nombre?
- 3 La carta de la presidenta del CSIC sin respuesta del Gobierno
- 4 ¿Cuál es el Mejor Magnesio para los músculos? Estas son las 10 mejores marcas en 2024
- 5 Jugarse la vida por el coche: noche trágica en un puente de Paiporta
- 6 Un debate intoxicado que ningunea a las víctimas de la DANA
- 7 La peor DANA del siglo: ¿quién tiene la culpa?
- 8 La visita de Delcy Rodríguez acorrala a la cúpula de Interior
- 9 España cerrará sus centrales nucleares en once años... mientras el mundo aspira a duplicarlas