El malestar es patente en el sector del transporte por carretera con el papel del Gobierno en la crisis abierta en Francia por las protestas de los agricultores, que están provocando serias complicaciones a los camioneros españoles al otro lado de la frontera. Tras una semana de bloqueos, la situación volvió a empeorar tras el mediodía de este martes, con cortes en el peaje de Le Boulou, próximo a la frontera con Cataluña.

"No sabemos si habrá alguna propuesta por parte del Gobierno francés que pueda hacer dar marcha atrás a los sindicatos", dice José María Quijano, de la Confederación Española del Transporte de Mercancías (CETM).

Respecto al papel del Gobierno español en la crisis, asegura no haber tenido "conocimiento de qué conversaciones han tenido o de si han tenido algún tipo de respuesta a nivel diplomático o no", se queja. "Desde el punto de vista del transporte no hemos tenido ninguna comunicación para que nos digan cómo están las cosas", abunda.

Según el responsable de CETM, desde la semana han enviado escritos pasada al Ejecutivo sin obtener respuesta. "Tampoco he visto ningún mensaje en ese sentido por parte del Gobierno más allá de algún comentario del ministro Luis Planas respecto los ataques a la agricultura española", abunda.

"Nos ha sorprendido la poca reacción enérgica por parte el Gobierno español", coincide en señalar", explica Juan José Gil, secretario general de Fenadismer, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España. Asegura que llevan desde el lunes pasado pidiendo que el Ejecutivo tome cartas en el asunto ante la deriva que podían tomar los acontecimientos.

"Durante una semana ha habido un hermetismo absoluto", lamenta. Hasta este martes, las asociaciones desconocían si el Ejecutivo español había "hecho alguna gestión con el Gobierno francés". De ser así, "poco resultado ha tenido". Pero "si hubiera pasado a la inversa, con camiones franceses volcados aquí en España, habrían llamado al embajador de España en Francia el primer día para pedir explicaciones", remata.

No fue hasta el viernes 26 cuando el Ministerio trasladó una misiva al Embajador de Francia en España para que trasladara a París la petición de que "se adopten todas las medidas que sean necesarias para garantizar el flujo normal del transporte internacional de mercancías, así como su total seguridad".

Así lo desveló en la tarde de este martes un comunicado del propio ministerio que dirige Óscar Puente, donde también se anunció que el titular del Departamento ha abordado la situación durante una reunión mantenida con la comisaria europea de Transportes, Adina Vãlean, en Bruselas.

Horas antes había participado en Hasselt (Bélgica) en la Conferencia de alto nivel organizada en el marco de la presidencia belga del Consejo de la Unión Europea, en la que debatió sobre cómo implementar la Declaración Europea de la bicicleta.

Según dio a conocer el Ministerio en un comunicado este martes por la tarde, el Ministerio ha firmado una resolución que habilita a flexibilizar las horas de conducción de los transportistas que se hayan visto afectados por los cortes y retenciones en Francia. Estas exenciones son de aplicación desde el día 22 de enero al 4 de febrero de 2024, ambos incluidos.

Puente trasladó este martes a la Comisaria europea "su preocupación por la situación creada en Francia por las alteraciones y cortes de las vías principales de comunicación, que están teniendo graves consecuencias para el transporte español".

La medida anunciada amplía el límite de conducción máximo diario de 9 a 11 horas, el semanal de 56 a 60 horas y el bisemanal de 90 a 120 horas. También reduce los requisitos del descanso diario de 11 horas por uno de 9 horas y se habilita la posibilidad de tomar dos descansos semanales reducidos consecutivos de al menos 24 horas, con condiciones.

Más allá de esa medida, las asociaciones coinciden en señalar la falta de comunicación con el Ministerio. "No sabemos si hace o no hace, porque no hemos oído ninguna declaración por parte del Ministerio de Transportes", aseguraba este lunes el vicepresidente de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), Ramón Valdivia, en conversación con El Independiente.

La situación creada por los agricultores franceses, alertaba, "puede hacer un daño muy importante a la economía española". En concreto, señalaba directamente a la industria de los componentes de la automoción, a la industria química y a la textil.

Si los bloqueos fuesen a más, las cadenas de suministro podrían verse resentidas dado que Francia es paso obligado para las exportaciones e importaciones. "Seguramente habrá industrias que en breve van a tener problemas también", alertaba también Quijano.

Hoy en día los tiempos de entrega a las empresas son muy estrechos porque los almacenes de las empresas son cada vez más pequeños y trabajan con la fórmula just in time, que hace que los suministros lleguen justo cuando se va a producir.

"Circular por Francia se ha convertido en una odisea, en la que hay que buscar carreteras secundarias que no están diseñadas para vehículos pesados", añade Gil. Ahora mismo el principal problema, dice, son los retrasos que sufren los camioneros por los desvíos, de en torno a unas diez horas. "Está generando bastantes trastornos pero no hay interrupciones como tal", abunda.

Respecto a la situación en Francia, Planas señaló este martes que en este momento "la situación es difícil" y que, "mientras no logre el Gobierno francés restablecer el acuerdo con quien está manifestándose, lógicamente va a afectar a todo el tráfico, no solo en el seno de Francia, sino con destino a otros países europeos".

Desde CETM recuerdan que cada día cruzan la frontera hacia Francia 20.000 camiones y las pérdidas serían de 600 euros/día por camión. En total, cifran en 12 millones de euros de pérdidas diarias y sin contar los daños ocasionados a los camiones que han sido atacados ni el valor de la mercancía destruida o estropeada.

Los transportistas han tenido que lidiar al otro lado de la frontera con la agresividad de algunos manifestantes franceses. "Cuando cortan una carretera, da igual lo que lleves. Pero si llevas frutas, hortalizas o vino, peor que peor", enfatiza Quijano. "Te tiran abajo toda la mercancía y encima la están vendiendo. ¡Eso no es una protesta sino un atraco a mano armada!", remata.

Los transportistas se quejan de la laxitud con la que han intervenido las fuerzas del orden galas. "Hemos tenido camiones afectados con la Gendarmería de brazos cruzados viendo cómo se sacaba la mercancía con total impunidad y llevándola después gratuitamente a los restaurantes", relata Gil.

Muchas empresas arriesgan su producción enviando los camiones a Francia, pero en el caso de los productos hortofrutícolas, la mercancía no puede esperar porque se estropea. Y las reclamaciones no son sencillas. "Si te echan abajo la mercancía, o tienes un seguro a todo riesgo con una franquicia sobre daños por huelgas o protestas, o estás descubierto", añade Quijano.

Tampoco es sencillo realizar una reclamación patrimonial al Estado francés por falta de actuación policial. "Es complicado, tiene un coste elevado y lleva mucho tiempo para no tener garantizas de salir victorioso", concluye el responsable de CETM.

Además, asociados de esta organización aseguran que el Gobierno francés está reclamando a los transportistas españoles que han sido atacados un pago asociado a los servicios de limpieza que se realizan en las autopistas después de que los agricultores asalten sus camiones y tiren las mercancías. "Nos parece una humillación absoluta que debe rechazarse con firmeza desde nuestro Gobierno", dicen.

Protestas en España

Más allá de la situación en Francia, las protestas se extenderán en breve también a España. Las grandes organizaciones agrarias -Asaja, COAG y UPA- han convocado movilizaciones en todo el país para pedir cambios en las políticas de la Unión Europea (UE), un plan de choque del Ejecutivo español y actuaciones de las comunidades autónomas frente a la crisis que vive el campo. Las protestas se desarrollarán a escala regional en las próximas semanas.