Miles de agricultores españoles se echaron este martes a la calle y provocaron verdaderos problemas de circulación en diversas provincias y capitales. Conductores atrapados, retenciones kilométricas y camiones bloqueados con problemas para acceder a los mercados centrales. Los tractores han tomado diferentes vías en movilizaciones no comunicadas a las autoridades, convocadas a través de las redes sociales y de grupos de WhatsApp.

Y dichas protestas se producen al margen de las que han previsto celebrar las grandes organizaciones agrarias como Asaja, COAG y UPA, que no han comunicado hasta este martes el calendario común de movilizaciones pactado para este mes de febrero y que comenzará el viernes 8, con protestas en Ávila, Salamanca y Ciudad Real.

Detrás de las tractoradas de este martes estaría la plataforma 'Plataforma 6F de Agricultores y Ganaderos', un ente de reciente creación junto al que participa el empresario Manuel Hernández, que lideró las protestas de los camioneros en 2022, donde se consiguió paralizar centros de transportes y ocasionaron problemas de suministro en los lineales de los supermercados. Su organización, la Plataforma para la Defensa del Transporte de Mercancías, llamó este lunes a realizar un paro indefinido del sector en apoyo de los agricultores y se sumó a las reivindicaciones del campo.

Pero las principales asociaciones de transportistas señalan la contradicción de esta convocatoria y claman contra el efecto negativo que va a causar para los camioneros, que han tenido que sufrir las protestas de los agricultores en Francia durante las últimas dos semanas. Las grandes patronales aseguran entender las reivindicaciones del campo pero reclaman que las fuerzas del orden garanticen la libertad de circulación de las mercancías.

"Entendemos los problemas de la agricultura y nos solidarizamos con ellos pero no creemos que se vayan a solucionar haciendo que el transporte pierda dinero después de las dos semanas que nos han dado los franceses", explica a El Independiente Dulsé Diaz, secretario general de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM).

"Si tienen problemas con el Ministerio de Agricultura, que se vayan a la puerta, a las consejerías o a las delegaciones del Gobierno, pero las carreteras son de todos y las necesitamos para trabajar y llevar a todos las cosas que necesitamos", afirma rotundo.

Para Juan José Gil, secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), la principal preocupación es que "son protestas espontáneas, no las que tiene previsto llevar a cabo las tres organizaciones agrarias".

En este sentido, alerta de que son unas movilizaciones "anárquicas", frente al "carácter selectivo, organizado y responsable" que tendrá el calendario de movilizaciones anunciado por Asaja, Coag y UPA para el mes de febrero, con protestas en ciudades y días previamente anunciados.

Tanto CETM como Fenadismer pertenecen al Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), el órgano oficial que tiene el sector para la interlocución con el Gobierno. La intención de las organizaciones es pedir una reunión urgente con el Ministerio de Transportes que dirige Óscar Puente para abordar la situación que se puede dar en los próximos días y el impacto en la economía.

El Ministerio del Interior ya ha dado orden a la Guardia Civil y la Policía Nacional para que impidan el acceso de los tractores a las ciudades. Durante la jornada del martes, apenas hubo incidentes con las Fuerzas de Seguridad.

"No tienen por dónde salir"

Los transportistas señalan además que, a diferencia del caos que reinó en Francia durante días, allí los camioneros tenían la posibilidad de evitar las grandes vías que estaban cortadas y circular por carreteras secundarias. "Aquí el bloqueo lo han hecho de tal forma que impiden tomar las tres posibles alternativas a la autovía y los camiones no tienen por dónde salir", alerta Gil.

Desde la patronal logística UNO también muestran su rechazo a un eventual paro indefinido anunciado por la organización que preside Manuel Hernández. "Estamos absolutamente en contra de la nueva convocatoria del paro indefinido en el transporte", dice la organización que preside Francisco Aranda.

"La mayoría de las peticiones que vienen haciendo los convocantes ya fueron aceptadas hace dos años por el Ministerio de Transportes, junto con el CNTC (al que pertenece UNO), a través de un paquete de medidas muy beneficioso para el sector que incluye la prohibición de la carga y descarga, una aprobación de ayudas a los combustibles sin precedentes o la puesta en marcha de distintos mecanismos para que los conductores no puedan trabajar por debajo de coste, entre otras cuestiones", abundan.

"Ahora mismo no hay ni precio del gasóleo disparado ni el sentido del sector es celebrar ahora un paro; y menos para apoyar a otro colectivo", añade Gil. Para Díaz, "un paro indefinido no tiene sentido".

El sábado, la organización convocante deberá ratificar si sigue adelante o no con la iniciativa. Mientras tanto, los transportistas siguen pendientes de la evolución de los acontecimientos. El segundo intento de la Plataforma de convocar un paro de camioneros acabó teniendo que ser abortado ante la falta de respaldo en el sector.