La Seguridad Social aumentó el año pasado sus ingresos por cotizaciones sociales nada más y nada menos que un 9,9%. Según los datos de ejecución presupuestaria de 2023 que ha publicado este miércoles la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), el organismo ingresó 16.885 millones de euros más que el año anterior, hasta alcanzar la cifra récord de 186.666 millones.

Además, recibió un 4,6% más de transferencias de otras administraciones públicas, y un 67% más de otros recursos: en total, contó con un 9% más de fondos.

Sin embargo, este fuerte aumento de los ingresos no consiguió reducir el déficit de la Seguridad Social, que, al contrario, se ha disparado un 39% en solo un año, hasta alcanzar los 8.211 millones de euros. El importante incremento del gasto en pensiones y otras prestaciones contributivas (+10%, hasta los 180.053 millones) en un año de inflación récord, pero también de más jubilaciones por la salida del mercado laboral de la generación del baby boom, ha descuadrado un déficit que, en términos relativos, venía siendo pequeño.

En relación con el PIB, la diferencia entre los gastos y los ingresos de la Seguridad Social ha pasado de representar el 0,44% de la economía española en 2022 al 0,56% de la misma en 2023.

Los ingresos crecen gracias al empleo y al MEI

La Seguridad Social ha explicado este mismo miércoles que el fuerte incremento de sus ingresos no se debe mayormente al encarecimiento de las cotizaciones sociales por la reforma de las pensiones -el recargo que desde el año pasado pagan empresas y trabajadores para pagar las pensiones, lo que se ha bautizado como el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI)-, sino al avance del empleo.

En una nota en la que destacan que el del año pasado fue el mayor aumento de toda la serie histórica (desde 2004), el Ministerio de Elma Saiz incide en que sin el MEI, el alza de los ingresos por cotizaciones sería del 8,3% anual, unos 11.662 millones. La contabilidad que lleva Seguridad Social es diferente de la que lleva Hacienda, pero los datos de la primera apuntan a que por el MEI los ingresos han aumentado en 2.700 millones de euros.

Además del mejor comportamiento del empleo -en 2023 se crearon 783.000 puestos de trabajo, casi un 4% más que el año anterior-, también han contribuido a mejorar los ingresos por cotizaciones el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI), ya que los trabajadores beneficiados pasaron a cotizar más; el nuevo incentivo al empleo del ingreso mínimo vital (IMV), y el nuevo sistema de cotización para los autónomos. Aunque la propia IGAE entiende que el papel del MEI es lo más relevante, asegurando en su informe que ha tenido "un elevado impacto en términos de recaudación".

A día de hoy, el recargo a las cotizaciones sociales del MEI supone una cotización adicional de 0,6 puntos porcentuales, que cada año aumenta una décima hasta llegar al 1,2 en 2029. Es decir, que durante los próximos seis años, las cuotas que pagan empresas y trabajadores a la Seguridad Social subirán de manera constante, aunque dará derecho a una mejor pensión. Además, a partir del próximo año los salarios más altos abonarán una cuota para pagar las pensiones, lo que el Gobierno bautizó como la cuota de solidaridad.

Por otro lado, y como ya se ha mencionado, la Seguridad Social ha recibido 39.398 millones en transferencias de otras Administraciones Públicas, un 4,6% superiores a las de 2022. La mayor parte corresponden a las transferencias realizadas en virtud de la recomendación primera del Pacto de Toledo 2020, que han sido 19.888 millones, un 8,1% más que en el año anterior.