El Gobierno, a través de la SEPI, se va haciendo hueco en Telefónica. Para el Ejecutivo de Pedro Sánchez ser el máximo accionista de la operadora es una de las prioridades económicas de la presente legislatura en el corto plazo. Moncloa ha insistido, desde que STC anunciara la intención de alcanzar hasta casi el 10% de la teleco española, en la necesidad de velar por los intereses de la compañía puesto que recela de los planes de los saudíes.

Una vez que se conoció la irrupción de STC en el capital social de la empresa tecnológica y de telecomunicaciones más importante en España, el Gobierno tomó posiciones y decidió volver al accionariado de Telefónica, dos décadas después de su privatización. La operación se empezó a cristalizar la semana pasada con la adquisición de un 3%, que se sumará a otro 7% que se ha comprometido a comprar el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Pero una semana antes de que la SEPI anunciara la compra del 3% de la operadora dirigida por José María Álvarez-Pallete, el Gobierno daba sus primeros pasos para poder tener control y liderazgo dentro del consejo de administración de Telefónica. El día 19 de marzo, apenas seis días antes de que la empresa pública anunciara la adquisición del primer porcentaje de la teleco española, Moncloa aprobó el refuerzo de los consejeros de la SEPI dentro de las empresas participadas.

Fuentes ministeriales explican a este periódico que a pesar de no poder tener aún un asiento dentro del consejo de administración, la intención de la SEPI es “obtener representación” cuando se cumplan los plazos establecidos por Moncloa y “solicitar una junta extraordinaria” para acometer dicha operación.

En concreto, el Consejo de Ministros dio luz verde a que el personal directivo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) pueda ejercer la “presidencia y participar en más de dos consejos de administración”. Fuentes consultadas por este periódico remarcan la “importancia” de este plácet puesto que es “un primer paso” para aumentar su poder en el órgano ejecutivo de Telefónica.

¿Esto quiere decir que se vaya a promover un cambio en la presidencia? No. O al menos, no en el muy corto plazo. Pero, como apuntan fuentes del sector, la SEPI está intentando prepararse para el futuro en la compañía de telecomunicaciones. Bien es cierto, además, que José María Álvarez-Pallete y Pedro Sánchez mantienen una buena relación y el líder del Ejecutivo tiene en gran estima al presidente de Telefónica.

En los mentideros empresariales se lleva hablando de los planes del Gobierno de Pedro Sánchez dentro de la operadora y, en conversación con este periódico, coinciden en que “no será testimonial” por lo que el punto aprobado hace dos semanas dibuja las intenciones de Moncloa en la compañía cotizada en el Ibex 35.

La intención del Gobierno, siempre a través de la SEPI, es acortar todo lo posible los plazos para escalar a ese 10% y ser el máximo accionista de Telefónica. "Lo que les puedo decir es que, en cuanto a los plazos para completar esa compra, se hará lo más rápido posible, en el menor tiempo posible, evidentemente, siempre que, además, no afecte a la cotización de la compañía", dijo la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros.

No obstante, el Gobierno no quiere interferir considerablemente en el precio de la acción y pretende escalar al 10% con cautela y para evitar que el coste de posicionarse como máximo accionista le cueste más de lo deseado. La jornada posterior al anuncio de la compra del 3%, los títulos de la empresa cotizada subieron más de un 2%, colocando el precio de la acción por encima de los 4 euros, en máximos de seis meses.

Sin presencia en la junta de accionistas

La hoja de ruta del Gobierno dentro de Telefónica es clara. Además de “velar por los intereses del Estado y de la empresa” -como ya anunció Moncloa-, la intención es tener capacidad de decisión y ejecutiva en la compañía.

Para ello, como recalcan fuentes conocedoras de la situación, la SEPI deberá tener representación en el consejo de administración. Para ello, debería solicitar un puesto que no le correspondería numéricamente si no supera el 6,67%, pero que podría intentar forzar, ya que tanto BBVA como CaixaBank cuentan con un consejero dominical con menor participación en el capital.

Por ahora, los números no le dan y con el 3% actual la SEPI no tendría derecho a un asiento en el máximo órgano ejecutivo de Telefónica. No obstante, y al llegar a este umbral, el brazo inversor del Estado sí podría solicitar una junta extraordinaria de accionistas para tener representación en el consejo de administración.

Cabe recordar, además, que la SEPI no estará representada en la próxima junta de accionistas que se celebrará el 12 de abril en la sede social de Telefónica. La operadora comunicó ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado 8 de marzo la convocatoria anual del encuentro y la operadora indicó los puntos del orden del día. En el escrito, la operadora dio un plazo de cinco días para incluir peticiones para aquellos accionistas que no llegaran al umbral del 3%, una situación en la cual se encuentra el brazo inversor de la operadora hasta el momento de dicha publicación.