El Gobierno ha pactado este miércoles con UGT y CCOO la reforma del subsidio de desempleo que había prometido a Bruselas. Se trata de una reforma que ya se llevó al Congreso de los Diputados a principios de año, pero la tumbaron los votos en contra de Podemos, PP y Vox. Para conseguir los apoyos del partido morado, el Ministerio de Trabajo ahora ha cedido a la hora de mantener la sobrecotización del 125% del SMI para los mayores de 52 años que cobren el subsidio, frente a la rebaja que en un principio se había planteado.
Pero hay otra serie de cambios importantes en la reforma que merece la pena conocer. A continuación, una breve guía de qué cambia y cómo lo hace, aunque hay que tomar la información con reservas: el texto acordado no contiene detalles puesto que no ha terminado de cerrarse, de manera que puede sufrir modificaciones hasta que sea formalmente aprobado por el Consejo de Ministros, tal y como han advertido fuentes de la negociación hoy.
La compatibilización del paro con el empleo
El conjunto de la reforma hasta ahora se había centrado en el llamado subsidio de desempleo, la prestación que pueden cobrar los parados que no tienen derecho a paro o que lo han agotado, siempre y cuando cumplan una serie de requisitos. Por eso una de las principales novedades del texto acordado ayer es que la compatibilidad entre el subsidio y el empleo, que ya se había planteado a principios de año, se extiende a la prestación contributiva por desempleo. Es decir, que una persona que esté cobrando el paro podrá seguir recibiéndolo cuando encuentre un puesto de trabajo, durante no más de 180 días y siempre y cuando cumpla ciertos requisitos y límites.
Estos detalles no se han concretado en el texto firmado este miércoles por los sindicatos y el Ministerio de Trabajo, pero fuentes sindicales han explicado que para beneficiarse de la medida deberá contarse con al menos tres años trabajados, y que consumirá derechos. Por tanto, es previsible que se habilite la posibilidad de que sea el trabajador el que decida si lo cobra o no.
Por otro lado, los sindicatos han insistido en incluir que deberán evaluarse los efectos de dicha compatibilización, para garantizar que los empresarios no se aprovechan de ella, y en este marco se ha decidido crear una comisión interministerial que analice los efectos de la reforma. El Ministerio de Trabajo asegura que han detectado que de este modo los parados no tendrán la "tentación" de rechazar una oferta de empleo, porque percibirán una cuantía mucho mayor que si solo continúan cobrando el subsidio. El sentido de la medida, por tanto, es incentivar el regreso al mercado laboral, especialmente entre los mayores de 52 años.
En el caso del subsidio, cuya duración máxima seguirá siendo de 30 meses, la compatibilidad con el empleo será por un periodo tope de también 180 días por cada nuevo trabajo, independientemente de que sea a tiempo completo o parcial, y sin reducción de la cuantía, aunque esta dependerá del tipo de jornada a la que acceda el trabajador -como ya estaba previsto en la anterior negociación de la reforma-.
Mejora la cuantía del subsidio
La duración máxima del subsidio continuará siendo de 30 meses, pero la cuantía sube de los 480 euros mensuales, aunque se cobrará una diferente dependiendo de cuánto tiempo lleve percibiéndose. Será del 95% del IPREM durante los primeros seis meses de cobro (570 euros mensuales con el IPREM actual); del 90% durante los siguientes seis meses (540 euros) y del actual 80% durante el resto de la duración de la prestación (480 euros), tal y como figura en el texto del acuerdo.
Más beneficiarios
Al subsidio podrán acceder ahora personas víctimas de violencia de género o sexual desde los 16 años, así como emigrantes retornados, menores de 45 años sin cargas familiares y trabajadores eventuales agrarios de todo el Estado (unos 200.000, según cálculos sindicales que ha recogido la agencia Europa Press).
Además, los trabajadores residentes en Marruecos que hayan desempeñado su última relación laboral en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, amparados por autorización de trabajo para trabajadores transfronterizos, podrán acceder a la protección por desempleo de nivel contributivo sin necesidad de acreditar residencia en España, siempre que reúnan todos los requisitos establecidos en la legislación aplicable y en las condiciones que se establezcan reglamentariamente.
También se establece un régimen de compatibilidad entre los subsidios agrarios de Andalucía y Extremadura con los del régimen general y, adicionalmente, se compromete una reducción de las jornadas reales requeridas para acceder a los primeros como consecuencia de la sequía.
Por otro lado, la reforma permitirá también que aquellos que están cobrando subsidios puedan agotar sus prestaciones actuales y, posteriormente, pasar a incorporarse en el ingreso mínimo vital (IMV), una pasarela de la que quedarán excluidas las víctimas de violencia de género y los emigrantes retornados, que se mantendrán en el subsidio.
Se mantiene la sobrecotización para mayores de 52 años
Se mantiene además en el 125% del salario mínimo interprofesional (SMI) la base de cotización para los subsidios de mayores de 52 años, frente a la rebaja que introducía la primera reforma y que motivó el rechazo de Podemos a la misma al considerar que se recortaban los importes de la pensión futura. Con esta decisión, se allana el camino para que la reforma reciba el visto bueno en el Parlamento cuando se vote, fecha que no está clara puesto que en el Ministerio aseguran estar aún valorando si lo tramitan como real decreto o como proyecto de ley.
Desaparecen los subsidios parciales
Una causa de discriminación que habían identificado sobre todo el Gobierno y los sindicatos tenía que ver con que quienes habían trabajado a tiempo parcial cobraban un subsidio parcial. Este colectivo lo integran en un 75% mujeres, razón por la que se ha decidido que ahora los beneficiarios cobren el subsidio íntegro independientemente de si han trabajado a tiempo completo o parcial. Además, permite que quienes tengan menos de 12 meses cotizados -los necesarios para acceder a una prestación contributiva- puedan acceder al subsidio.
Simplificación de trámites
Las partes han decidido que debe simplificarse el sistema, los requisitos de acceso y el mantenimiento del derecho. El objetivo es que la burocracia no sea un impedimento para acceder a estas prestaciones, pero no se ha concretado exactamente de qué manera se reducirá la carga administrativa.
Refuerzo de las políticas activas de empleo
El acuerdo incluye destinar 600 millones de euros, que se transferirán a las comunidades autónomas, a políticas activas de empleo para mayores de 52 años, como forma de impulsar su empleabilidad. En el mismo marco, se ha decidido coordinar la prestación con un itinerario personalizado de activación para el empleo, mediante la suscripción de un acuerdo de actividad (conocido anteriormente como compromiso de actividad) con los Servicios Públicos de Empleo, estableciéndose como prioritario el colectivo de parados de larga duración para los programas y acciones de inserción laboral.
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