La opa que BBVA lanzó contra Banco Sabadell este mes de mayo sigue su curso. Desde el 24 de mayo, día en el que presentó la oferta a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el calendario ya ha empezado a correr, aunque no será hasta dentro de unos 6 u 8 meses cuando los accionistas de la entidad catalana tendrán que decidir. Mientras tanto, Banco Sabadell tiene que cumplir el deber de pasividad que exige la ley de opas. Es decir, el consejo de administración no puede realizar ningún movimiento que pueda considerarse una injerencia en el transcurso de una operación.

Banco Sabadell no ha incumplido esta norma, pero en alguna ocasión ha hablado sobre el proceso esquivando el incumplimiento de esta ley. Banco Sabadell tiene vetado realizar operaciones que cambien su perímetro, aunque puede continuar con las que están ya iniciadas, como el caso de la venta de su filial de pagos a Nexi. Esto tiraría por tierra cualquier movimiento defensivo por parte del banco de Josep Oliu y César González- Bueno.

La última ocasión en la carta que mandó Josep Oliu, presidente de la entidad, a sus accionistas. El pasado martes 18 de mayo, cuatro días después de que BBVA comunicase la opa a la CNMV, Oliu quiso comunicarse con sus accionistas y lo hizo a través de una carta. En ella explicaba que todavía no tenían que decidir sobre el proceso y les recordaba que el consejo de administración había rechazado la fusión propuesta el 30 de abril. 

Fuentes cercanas a la operación señalan que el Sabadell no está incumpliendo esa ley, pero está bordeando el límite. Las mismas fuentes explican a El Independiente que en la carta el presidente también se refiere a la buena evolución de la acción y que no indican que en el último mes se ha revalorizado como parte de la oferta que presentó BBVA. De hecho, el banco catalán ha ganado casi 1.000 millones de euros desde que la entidad de origen vasco confirmase estar interesada en fusionarse. 

En la carta, Oliu alega que las autoridades competentes han obligado a guardar silencio hasta que no salga adelante la opa y mantener una posición de "pasividad", el mandatario comparte algunos pareceres que comparte el consejo de administración de forma unánime. Sabadell indica a todos sus accionistas que la oferta fue rechazada porque "infravaloraba significativamente el proyecto de Banco Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente".

Por otra parte, el presidente de Sabadell resaltaba la remuneración al accionista y recordaba que "ha asumido el compromiso de retribuir al accionista con un importe estimado de 2.400 millones de euros con cargo a los ejercicios 2024 y 2025, que equivalen a 45 céntimos de euro por acción". Oliu también pedía paciencia a los accionistas de la entidad y les explicaba que los tiempos para que se desbloquee la situación podrían extenderse a finales de 2024 o, incluso, a 2025.

Sin embargo, está no ha sido la única vez que el Sabadell ha esquivado la ley de opas. César González-Bueno, consejero delegado de la entidad, también ha sabido hablar sin meterse en ese incumplimiento. Durante su intervención en el 19 IESE Banking, que la escuela de negocios organizó junto a FTI Consulting, González-Bueno, consciente de lo que marca la ley, aseguró que BBVA infravalora el coste de la fusión. La entidad presidida por Carlos Torres estima que la ratio de costes de reestructuración y sinergias conseguidas es de 1,8 veces. Sin embargo, el análisis de Sabadell sitúa este ratio en tres veces, por lo que la infravaloración del coste es del 66%.

Pero esta no es la única intervención pública del consejero delegado, ya que ha sido entrevistado en Cadena Ser, Espejo Público, Onda Cero… En todos los encuentros, González-Bueno ha reiterado que Sabadell no va a desaparecer y que no va a ser una única entidad junto a BBVA. Asimismo, ha destacado el papel importante de su entidad para las pymes ya que “una de cada dos pymes es cliente del Sabadell”. Y ha insistido en que “la oferta de BBVA no es tan atractiva como para paralizar el proyecto del Sabadell”. 

Para justificar esta decisión, se ha apoyado en el crecimiento reciente del Banco Sabadell: “La prueba es que en tres años y medio hemos crecido cinco veces nuestro valor en bolsa, somos el valor que ha tenido más recorrido del Ibex en estos tres años y medio y durante este año, antes de que hubiera ni siquiera rumores de esta operación, el valor había crecido ya un 60%. Es decir, el consejo consideró que tiene trayectoria por sí mismo, miró los presupuestos y vio que el banco valía mucho más que el 16%”.

Por el momento, el proceso sigue su curso. El último movimiento ha llegado por parte de BBVA, que ha convocado una junta extraordinaria de accionistas el próximo 5 de julio para aprobar la ampliación de capital para la opa. El importe nominal máximo de la ampliación será de 551,9 millones de euros y se realizará con aportaciones no dinerarias, mediante la emisión y puesta en circulación de hasta 1.126 millones de acciones, de 0,49 euros de valor nominal cada una de ellas, de la misma clase y con los mismos derechos y obligaciones que las acciones de BBVA actualmente en circulación.

El importe definitivo de la ampliación de capital dependerá del número de aceptaciones que se reciban por parte de los accionistas de Sabadell. No supondrá desembolso alguno por parte de los accionistas de BBVA. El aumento de capital y la emisión de las nuevas acciones irán dirigidas "exclusivamente" a los accionistas de Sabadell que acudan a la OPA "por aceptar voluntariamente durante el periodo de aceptación o en virtud del ejercicio de los derechos de compra y venta forzosa resultantes de la oferta", según se detalla en el orden del día que BBVA ha publicado hoy en la CNMV.