Colas de automóviles esperando en algunas de las estaciones de servicio de España. Son pocas, pero las hay. De hecho, hay que salir fuera de las grandes capitales para ver una diferencia tan grande. Pero las estaciones de servicios de bajo coste como Ballenoil o Plenoil han lanzado un nuevo órdago a Repsol, BP y Cepsa aprovechando que el petróleo está dando un respiro en estas últimas semanas.

Dichas compañías, que aprovechan sus menores costes al tener menos personal y buscar de otra forma la rentabilidad, ofrecen el diésel a 1,23 y la gasolina por debajo del 1,50 euros por litro, mientras que en las convencionales eran hasta 30 céntimos superiores. En algunas estaciones de servicio en las principales carreteras de España (autovías nacionales) de Plenoil y de Ballenoil se llegaron a ver estos precios durante el pasado fin de semana.

Estos precios, según apuntan fuentes del sector energético, podrían incluso bajar aún más “durante las próximas semanas”. “Estamos viviendo un mercado bajista y este tipo de empresas pueden exprimir aún más la naranja”, sentencian. A su juicio, el precio del litro de la gasolina y diésel se mantendrá en estos mínimos hasta “mediados y finales de julio y subirán en agosto” cuando las vacaciones de millones de españoles “aumente la demanda de derivados del petróleo”.

El precio medio de los carburantes ha proseguido esta semana su tendencia a la baja iniciada en mayo, después de la espiral alcista registrada en los primeros cuatro meses de 2024. En el caso del diésel ha encadenado su séptimo descenso, para situarse en niveles mínimos desde julio del año pasado tras acumular un abaratamiento del 5,6%.

En concreto, el precio medio del litro de diésel ha bajado un 0,67% con respecto a la pasada semana, para situarse en los 1,474 euros, su nivel más bajo desde la última semana de julio de 2023, según los últimos datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.

Un negocio con las miradas puestas

El auge de las operadoras low cost en el mercado de los carburantes no para de crecer y las estaciones de servicio que operan con precios mucho más bajos que las tradicionales no ha dejado indiferente a nadie, que vivió su auge con la crisis energética iniciada por la guerra de Ucrania. Desde que Rusia invadiera su país vecino, el litro del diésel y la gasolina se tensó y se llegaron a ver los dos euros en los paneles informativos de las gasolineras.

Por eso, Plenoil, Ballenoil y otras compañías han sido objeto de compra de su negocio. Por ejemplo, Cepsa comunicó el pasado noviembre la adquisición del negocio de Ballenoil y sus 500 estaciones de servicio con la intención de aumentar sus establecimientos hasta los 700. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia dio el visto bueno recientemente a la operación con alguna condición como la venta de alguna estación de servicio en ciudades como Cádiz.

Los fondos Tensile Capital Management y Portobello Capital desembarcaron a inicios del presente año y adquirieron el negocio de Plenoil. La compañía cuenta con una importante cartera de localizaciones cerradas para acometer sus planes de alcanzar al menos 500 puntos de venta en 2027.

En tercer lugar, el regulador de la Competencia ha aprobado la venta de Atenoil (24 estaciones de servicio) al gigante Eni, volviendo a dejar claro que el negocio de las gasolineras de bajo coste está dando unos réditos más que aceptables para los inversores.

No obstante, y a pesar del incipiente crecimiento de las operadoras low cost, siguen lejos de las grandes empresas. Repsol cuenta con más de 3.300 estaciones de servicio, seguidas de las más de 1.700 de Cepsa (sin contar Ballenoil). Más lejos se encuentran lla petrolera británica BP (784), la portuguesa Galp (600) y la española Disa, que ostenta unas 600 estaciones de servicio.

Mercado de petróleo

El descenso de los derivados del petróleo está derivado de la bajada brusca de los precios del petróleo. En concreto, el oro negro vio el lunes cómo se desplomaba hasta los 80 euros por barril.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, entre los que se incluye Rusia (OPEP+), decidieron mantener sus recortes de producción hasta 2025. Sin embargo, las rebajas voluntarias que aplican algunos de sus miembros podrán concluir a partir de octubre de este año.