Carlos Torres, presidente de BBVA, se ha dirigido a los accionistas de la entidad a través de una carta, como ya lo hiciera Josep Oliu, su homólogo en Banco Sabadell, la semana pasada. En la misiva no hace referencia a lo qué debe hacer el accionista, pero sí que les pide su participación en la Junta General de Accionistas que se celebrará el próximo 5 de julio. Asimismo, Torres evita hablar de despidos en su carta, aunque reconoció que sí que habría y asegura que será una “nueva oportunidad profesional”. 

El presidente del banco apunta en su carta que “es una operación positiva” para todos los grupos de interés entre los que destaca los clientes, que “tendrán a su disposición una propuesta de valor diferencial, por la complementariedad de las franquicias, la mayor oferta de productos y el alcance global del banco”. También lo es para los clientes, ya que la entidad  combinada tendrá una mayor capacidad de financiación a familias y empresas (estimada en unos 5.000 millones de euros al año) y de contribución a las arcas públicas vía impuestos. 

Y destacan que será positivo también para los empleados, ya que “podrán aprovechar nuevas oportunidades profesionales para crecer en una entidad global”. Ante esto, hay que recordar que cuando Torres presentó a los medios de comunicación la opa hostil que habían lanzado contra Banco Sabadell reconoció que habría despidos. Tanto la plantilla como el número de oficinas se verían reducidos. El presidente de BBVA afirmó que “habrá despidos en un primer momento, pero siempre desde el diálogo y sin medidas traumáticas”. Ahora apunta que esta fusión sería “una nueva oportunidad profesional”. 

Cuando presentó la propuesta de fusión, antes de que Banco Sabadell la rechazase y antes de que lanzase la opa, BBVA apuntó que en cuanto a posibles ajustes de plantilla "en la integración de las plantillas se respetarían en todo caso los principios de competencia profesional y mérito, sin la adopción de medidas traumáticas o que afecten singularmente a los empleados con origen en una de las dos entidades".

En este sentido, señalaba que se constituirá un comité de integración con representantes de ambas organizaciones "con el fin de diseñar, con pleno respeto de la normativa de Derecho de la competencia, el mejor proceso de integración, buscando potenciar al máximo el talento existente en ambas entidades".

Torres se dirige así a los accionistas y les recuerda que esta operación no va a suponer ningún desembolso para ellos. Pero sí que les pide la participación, ya que para la ampliación de capital necesitan un quórum mínimo. El porcentaje de voto depende del quórum. Si hay quorum de más del 50% es suficiente con mayoría simple, pero necesitarán mayoría de 2/3 si no se llega al quórum del 50%. Siempre que haya un quórum mínimo del 25%.

No es esta la única acción que BBVA está realizando para movilizar a sus accionistas ante la convocatoria de la junta. La semana pasada trascendió que el banco también está llamando por teléfono, a través de su red de gestores, para informar a los minoritarios de la convocatoria y de los puntos del día.

El importe nominal máximo de la ampliación será de 551,9 millones de euros y se realizará con aportaciones no dinerarias, mediante la emisión y puesta en circulación de hasta 1.126 millones de acciones, de 0,49 euros de valor nominal cada una de ellas, de la misma clase y con los mismos derechos y obligaciones que las acciones de BBVA actualmente en circulación.

Sin embargo, el importe definitivo de la ampliación de capital dependerá del número de aceptaciones que se reciban por parte de los accionistas de Sabadell.

El presidente de BBVA, Carlos Torres, explica en la carta a los accionistas que “formarán parte de un banco más fuerte y competitivo". Torres explica a los accionistas, especialmente a los minoritarios, el objetivo de la junta, que se celebrará en el Palacio Euskalduna de Bilbao, y la propuesta de la OPA sobre Sabadell, que consiste en un canje de una nueva acción de BBVA por 4,83 títulos de Banco Sabadell.

Torres insiste enq ue esta ampliación "no supondrá, por tanto, desembolso alguno por parte de los accionistas de BBVA" y defiende que la unión de ambas entidades "reforzará" el posicionamiento del banco y escala en el mercado español, al tiempo que se conseguirá "una mayor eficiencia y rentabilidad".

En la carta, recuerda que el banco estima una mejora del beneficio por acción de alrededor del 3,5%, una vez se produzcan los ahorros asociados a la integración, mientras que el impacto de capital estimado sería de unos 30 puntos básicos, sin incluir el coste por las rupturas de los acuerdos que tiene Banco Sabadell para la gestión de activos y servicios de custodia.

Además, Torres también ha recordado a sus accionistas la "atractiva" política de remuneración que tiene actualmente, que supone repartir entre el 40% y el 50% del beneficio anual, con la posibilidad de combinar dividendos en efectivo y recompra de acciones. Además, BBVA tiene la intención de distribuir cualquier exceso de capital por encima del 12%.