La industria cárnica española teme que China tome represalias contra los productos agroalimentarios europeos después de que la Comisión Europea haya anunciado posibles aranceles a la importación de coches eléctricos procedentes del gigante asiático. Lo ha hecho tras la investigación sobre posibles subvenciones desleales en la cadena de fabricación de los automóviles.

Desde la patronal Anice aseguran que "ya existen indicios de que China está considerando seriamente la adopción de medidas de represalia" contra los productos agroalimentarios de la UE. La carne de cerdo y los despojos comestibles serían uno de los primeros sectores que se verían gravemente afectados. Y no descartan que pueda afectar al resto del sector.

El sector logró alcanzar en 2023 una cifra récord de exportaciones de 10.583 millones de euros y una balanza comercial del 625%, un 6,2% más que en 2022. El porcino fue clave, situando a España a la cabeza de la clasificación europea, y en segundo lugar a nivel mundial.

En concreto, las exportaciones españolas de porcino a China superaron las 560.000 toneladas por un valor de 1.223 millones, lo que convirtió al país asiático en el destino del 20,33% de las ventas exteriores de porcino español. En total, España aporta el 20,95% de toda la carne de cerdo que importa China. 

"Estamos preocupados. Tememos que las consecuencias de esta tensión económica entre Europa y China puedan volverse contra el sector cárnico de nuestro país y amenace nuestro 'status quo' como primer exportador de carne de porcino de Europa y segundo del mundo", asegura el director general de Anice, Giuseppe Aloisio.

La patronal que agrupa a más de 600 empresas ha pedido ya a los ministerios de Economía y de Agricultura que pongan en marcha "todas las medidas de contención previstas en estos casos, dado el enorme perjuicio que supondría para las empresas exportadoras españolas". Además, ha solicitado que las industrias cárnicas estén informadas en tiempo real de la situación.

Actualmente dice estar trabajando en distintos ámbitos de nuevas aperturas de productos españoles, además de seguir avanzando en la apertura del vacuno, anunciada en el mes de febrero de este año y del ovino.

Si ir más lejos, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se reunió hace dos semanas en Pekín con el ministro de la Administración General de Aduanas, Yu Jianhua, para agilizar la negociación de los protocolos para la apertura del mercado chino a la exportación de nuevos productos cárnicos y otros productos españoles de origen animal.

Planas mostró su confianza en que las autoridades chinas avancen en los trabajos que permitan concluir el protocolo de carne de vacuno. En ese sentido, recordó el reciente acuerdo alcanzado entre ambos países en febrero de este año mediante el que China levantaba el embargo sobre la carne de vacuno española que databa de la crisis de las 'vacas locas' de principios de este siglo.

El ministro también manifestó el interés de España de avanzar en la consecución de un protocolo para la exportación de carne de ovino y de lana no lavada. "Una vez erradicada en España la enfermedad de la viruela ovina, en noviembre de 2023, el ministro apuesta por recuperar la normalidad en las negociaciones de estos protocolos a la mayor brevedad posible", decía en Ministerio en un comunicado.