La alianza empresarial tejida por Volotea con el Grupo Abra -al que pertenecen Avianca y la brasileña Gol- podría suponer un incremento del 50% en el número de pasajeros de la compañía española que dirige Carlos Muñoz y que opera más de 450 rutas en 18 países europeos.

"El potencial lo vemos por 6 o 7 millones, por lo que es un salto bastante trascendental para una compañía de nuestra dimensión. De los 12 millones actuales podríamos llegar a 18 millones", explicó este martes el también fundador de Vueling durante la presentación de la joint-venture con la que aspiran a hacerse con las rutas trasatlánticas que deba ceder Iberia si la Comisión Europea aprueba la compra de Air Europa.

La compañía facturó el año pasado 694 millones de euros, un 24,6% más que el ejercicio anterior. Para este 2024 prevé que sus ventas superen los 800 millones de euros y se convierta en el año de mayor rentabilidad en la historia de la empresa fundada en 2011. La velocidad en la que pueda llegar a captar ese número extra de viajeros dependerá de las decisiones que se tomen a nivel comunitario en las próximas semanas respecto a la adquisición de la aerolínea de Globalia.

Por lo pronto, fuentes de Iberia comentan que el resultado de esa alianza empresarial de Volotea equivale al de una aerolínea de red, "lo que cumple con la preferencia de la Comisión para que un mismo competidor tome todas las rutas de largo, medio y corto radio".

Volotea y Avianca forman parte de la lista de potenciales remedy takers (las aerolíneas que se harán con las rutas que debe ceder IAG). Aunque junto a esas compañías hay otras como Binter, Iberojet, Ryanair y World to Fly. Su última propuesta trasladada al Ejecutivo comunitario pasa por ceder el 52% de las rutas que operó Air Europa en 2023. Gracias a esas concesiones, la compañía que preside Marco Sansavini desde hace unos meses confía en que la operación de compra de la aerolínea de la familia Hidalgo pueda salir definitivamente adelante.

La Comisión Europea fijó el 20 de agosto como fecha límite para tomar una decisión acerca de la operación que se dilata desde 2019. Sin embargo, el estudio podría extenderse si las autoridades comunitarias de competencia estiman necesario un mayor plazo para estudiarla o deciden detener temporalmente el estudio para recabar más información (stop the clock, en la jerga comunitaria).

En este sentido, Muñoz situó el inicio de las operaciones conjuntas entre enero y marzo de 2025, aunque dependerá de las fechas de autorización de Bruselas a la compra de Air Europa. Si dicha adquisición fuese vetada, la alianza empresarial seguiría, pero de una manera mucho más testimonial. En cualquier caso, la joint-venture no requerirá de las autorizaciones de competencia porque no son empresas que actualmente compitan directamente en el mercado.

De salir adelante los planes previstos, Madrid se convertirá en la mayor base para Volotea, donde fijaría 20 aviones de corto radio y prevé crear 1.000 empleos. Por su parte, Abra instalaría 10 aeronaves de largo radio en la capital española. Desde allí espera poder operar la mayor parte de las rutas con Latinoamérica ofrecidas por IAG a Bruselas. Entre ellas se incluyen los vuelos de Madrid a Buenos Aires (Argentina), Montevideo (Uruguay), Lima (Perú), Quito o Guayaquil (Ecuador), Caracas (Venezuela), Panamá, República Dominicana, Miami y Nueva York (Estados Unidos).

Entre otras cosas, las compañías esperan que la alianza genere sinergias en sus operaciones en actividades como los servicios de asistencia en tierra (handling). El grupo Abra cuenta con una inversión estratégica en la aerolínea española Wamos Air. "Desde que comience a operar la alianza, podremos fijar precios competitivos desde Florencia hasta Cali pasando por Madrid", explicó Adrián Neuhauser, CEO del grupo Abra y vicepresidente de Avianca. El grupo tiene una flota de más de 250 aviones que sirven a 25 países y más de 130 destinos.