Queda poco tiempo, pero las nucleares intentan alargar su vida en el sector energético. El Gobierno tiene planificado desconectar las centrales en los próximos años para depender, progresivamente, de las energías renovables.

No obstante, desde el sector nuclear no se pierde la esperanza y esperan que, con la ayuda del PP, el Ministerio de Transición Energética recapacite y otorgue una vida extra para las plantas.

Se da la circunstancia además que la principal planta de generación durante el año pasado fue una nuclear. Concretamente, Almaraz generó el 7% de la demanda eléctrica anual, según los datos de Centrales Nucleares Almaraz Trillo.

Dicha central nuclear obtuvo una producción bruta entre sus dos unidades de 16.927 GWh durante el año 2023, equivalente al consumo de cuatro millones de hogares españoles.

Precisamente, Almaraz será una de las primeras centrales en desconectarse, puesto que el primer reactor echará el cierre en 2027. Luego irán cerrando progresivamente Ascó, Cofrentes, Vandellós y Trillo, que lo hará en mayo de 2035, siempre según el plan acordado entre el Gobierno y las eléctricas.

Bajo esta premisa, y con los precios de la electricidad que están encareciéndose mes a mes, las nucleares pretenden alargar su vida. Y lo harán, además, con el apoyo del Partido Popular.

La formación política va a inscribir una Proposición no de Ley en el Congreso en la que insta al Gobierno a acordar una moratoria sobre el cierre de las centrales nucleares en un plazo de tres meses. Además, ha solicitado que la energía nuclear se mantenga dentro del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

La propuesta, que está destinada a debate en Comisión, también exige al Gobierno que realice los cambios normativos necesarios para que los titulares de las instalaciones puedan solicitar a tiempo la prórroga de sus autorizaciones ante el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), garantizando condiciones técnicas y de seguridad adecuadas.

Además, el Partido Popular va a solicitar que se elabore un informe en el que participen la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Red Eléctrica y OMIE, el gestor eléctrico en nuestro país.

Foro Nuclear, patronal de las plantas y del sector, pedirá al Gobierno que se reconsidere la postura inicial ya que afirma que es "poco probable" que las nucleares puedan cerrar para la fecha programada, ante la crisis que atraviesan las renovables.

"Nos extraña que el Gobierno no se planee flexibilizar la fecha de cierre. Al ritmo que van las renovables, el almacenamiento y las redes eléctricas, el cierre en 2035 es muy difícil", remarcan desde las institución.

Tasazo

Por otra parte, el Ejecutivo de Pedro Sánchez puso recientemente una nueva traba a la rentabilidad de las centrales nucleares, subiendo la denominada tasa Enresa un 30%, que entró en vigor el pasado 1 de julio.

La subida en la tasa significa un incremento de 2,38 euros por cada MWh sobre la tarifa actual, lo que supondrá un pago adicional de al menos 130 millones de euros anuales, sumándose a los 450 millones actuales que aporta todo el parque nuclear al fondo de Enresa, y resultará en un pago total de 580 millones de euros.

Tras conocerse la noticia Foro Nuclear considera que esta medida "junto con la desproporcionada, discriminatoria y asfixiante carga fiscal que soporta, amenaza seriamente la continuidad de la operación del parque nuclear español".

El Foro Nuclear advierte, además, que esta subida es "absolutamente ajena a la operación de las centrales nucleares" y se debe "exclusivamente" a los cambios adoptados en el 7º Plan General de Residuos Radiactivos por "falta de consenso entre las diferentes instituciones involucradas".

No obstante, el nuevo precio es inferior al previsto ya que se esperaba una subida del 40% de la tasa Enresa. Algo que desde el sector se ve como una medida que va más allá de la actualización de las tarifas por la inflación. “No tiene sentido que los propietarios de las centrales nucleares estén pagando un impuesto para desviaciones de costes de Enresa (impuesto al combustible nuclear gastado) y luego trasladar a los propietarios de las nucleares las desviaciones que se produzcan por inflación o por decisiones políticas”, aseguran.