La recuperación del sector bancario tras la pandemia ha venido determinada por las subidas de los tipos de interés, por parte del Banco Central Europeo (BCE), para atajar la inflación. Pero las economías del euro han logrado rebajar la tensión en los precios y el BCE ya ha comenzado a rebajar el precio del dinero. Por ello, y para seguir aumentando sus ingresos, las entidades europeas planean aumentar el crédito a empresas y a hogares. A las compañías, un 12,4% y un 7,1% para los particulares.

Así lo recoge el Informe de Evaluación de Riesgos (Risk Assessment Report) publicado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés). El documento advierte a los bancos de que la gestión de los créditos dudosos será clave en los próximos años, y más, en una situación geopolítica llena de incertidumbre como la actual.

El informe constata que durante los últimos años, la inflación ha perjudicado la concesión de crédito. Además, señala que "las expectativas en los mercados inmobiliarios han reducido la demanda de préstamos para vivienda, mientras que los riesgos geopolíticos también pueden haber animado a los prestatarios a
retrasar las inversiones a largo plazo".

Sin embargo, los bancos han obtenido resultados récord por los intereses que pagan empresas y ciudadanos y que han llevado al sector a tener una mayor rentabilidad. Pero con el cambio en la política monetaria, la EBA considera que esa rentabilidad ya está en su "máximo" y que se irá "aplanando" en los próximos años. "Algunos indicadores de rentabilidad han empezado a mostrar los primeros signos de descenso, lo que indica que la rentabilidad de los bancos puede haber tocado ya techo", resume el informe.

De cara a este año, la autoridad bancaria recoge que "los bancos todavía esperan subidas de tipos para algunos segmentos de préstamos y depósitos, en particular para los préstamos y depósitos de los hogares y las sociedades no financieras". Es decir, seguirán ganando dinero con los préstamos, pero estos tendrán que crecer para que los beneficios sigan siendo extraordinarios.

De hecho, la banca española ya ha advertido de que sus ingresos seguirán creciendo en los próximos trimestres, aunque lo harán a menor ritmo de lo que ha venido sucediendo en los últimos si el BCE continúa con las bajadas de los tipos de interés después de la producida en junio.

Por otra parte, la EBA pone la lupa sobre los créditos dudosos, que han aumentado en todos los segmentos de negocio de la banca europea. Aunque la previsión de las entidades es que la situación mejore a lo largo de este año, la EBA pide prudencia y explica que "a pesar de la ligera mejora de las expectativas de calidad de los activos por parte de los bancos, especialmente para los hogares, la mayor proporción de préstamos de la fase 2 y la inestabilidad macroeconómica actual no permiten ninguna relajación y exigen una evaluación exhaustiva del riesgo de crédito".

Ante este escenario, la banca tiene varias opciones. Además de aumentar la concesión de créditos, el sector tendrá que "depender más de las comisiones para generar beneficios, en un contexto en el que esta fuente de ingresos se verá directamente amenazada en los próximos años por la llegada de nuevos actores", advierte la EBA.

Retos tecnológicos

Estos "nuevos actores" pueden ser nuevos intermediarios financieros para los que la EBA solicita mayor "transparencia" para asegurar que "posibles pérdidas están cubiertas" y que la "concesión de créditos" sigue siendo eficiente. Por otra parte, hace un llamamiento para que los supervisores bancarios revisen las conexiones entre las entidades tradicionales y estos nuevos intermediarios.

Pero mantener la rentabilidad en un momento en el que los tipos de interés están de bajada y supervisar a intermediarios no son los únicos retos al que se enfrenta el sector bancario, según la EBA. El informe muestra que los ciberataques que han logrado vulnerar la seguridad de las entidad han crecido en el último trimestre. Por eso, invita a los bancos a enfrentar este problema y pone como ejemplo un sistema introducido en Estados Unidos para la compra de acciones de una forma más segura (T+1 settlement).