Los celíacos piden al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que frene la nueva regulación que ha diseñado para el pan sin gluten. Las asociaciones de afectados por celiaquía han presentado alegaciones contra el cambio normativo del departamento que dirige Luis Planas. Según señalan, podría hacer que todos los tipos de este pan se acaben viendo gravados con un IVA del 10%.

En la norma de calidad del pan aprobada en 2019 no se menciona a este pan que no contiene la proteína de muchos cereales como el trigo, cebada, centeno, espelta o algunas variedades de avena. Ahora, el Gobierno quiere unificar todos los tipos de pan sin gluten e incluirlos en la categoría de 'pan especial', según dice, "para permitir que este producto pueda emplear la denominación pan".

Desde la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) avisan de que ese cambio legal "supondría que el pan sin gluten quedase fuera de la categoría de alimentos básicos que disfrutan un IVA superreducido", entre los que se encuentra el pan común.

Agricultura abrió el pasado 20 de junio una consulta pública para recibir las alegaciones al proyecto de Real Decreto elaborado para modificar y derogar varias disposiciones reglamentarias en materia de calidad alimentaria. Las organizaciones de celíacos consideran que esa modificación legislativa no debe producirse.

En su escrito de alegaciones recuerdan que "el pan sin gluten es básico para personas celiacas, cuyo único tratamiento es la dieta sin gluten de por vida". La enfermedad afecta a entre un 1% y un 2% de la población en España. Asimismo, remarcan que la legislación actual en España" no establece una definición clara para el pan sin gluten, ni existen las categorías de 'pan común' o 'pan especial' para este producto".

Algunos fabricantes -explican fuentes del sector- habrían llegado a ser sancionados por usar la denominación de 'pan' para este tipo de producto. Según la ley, el pan solo puede llevar harina, agua y sal entre sus ingredientes.

En este sentido, las asociaciones reclaman que la definición de 'pan sin gluten' considere que sus ingredientes son diferentes a los del pan común dada la falta de esponjosidad en su masa. El gluten es el responsable de la elasticidad de la masa de harina y confiere la consistencia de los panes y masas horneadas. "El pan sin gluten, sea común o especial, necesita una mayor cantidad de ingredientes (principalmente almidones) para obtener características organolépticas similares al pan con gluten", abundan.

Por ello, recuerdan al Ministerio que incluir el pan sin gluten en la denominación 'pan especial' "supondría una discriminación fiscal para personas celiacas, al tener que pagar más IVA (el pan especial tributa al 10%, mientras el pan común, al 4%)".

Ahora mismo, la bajada del IVA del pan común al 0% que aprobó el Gobierno en 2023 y que acaba de prorrogar hasta el 30 de septiembre también se aplica a los denominados panes sin gluten del tipo común.

De cara al cambio legislativo, piden que la definición de 'pan sin gluten' sea incluida en la definición del pan y, además, se añadan las categorías de 'pan común sin gluten' y 'pan especial sin gluten'.

Asimismo, creen que la categoría de 'pan común' debería incluir las variedades de 'pan sin gluten' como baguette, chapata, payés o de elaboración similar, "para que estos puedan disfrutar de un tipo impositivo igual al de sus homólogos con gluten".

Mientras tanto, el resto de panes sin gluten (como los picos, tostados, etc...), "quedarían enmarcados dentro de la categoría de 'pan especial'" al igual que sucede con el pan con gluten, y, por tanto, tributarían al 10% de IVA como hasta ahora. Fuentes del Ministerio de Planas consultadas por El Independiente no han ofrecido respuesta sobre el alcance del cambio que se pretende introducir.

Más caro que el normal

El Informe de Precios de productos específicos sin gluten para personas celiacas 2024 elaborado por la FACE refleja el coste extra que soportan las personas con celiaquía en su cesta de la compra. La enfermedad celíaca está producida por una respuesta anormal del sistema inmunitario a la ingesta de gluten, lo que provoca una grave lesión de la mucosa del intestino y una mala absorción de los nutrientes de los alimentos.

Según sus datos, la diferencia el gasto entre la compra de productos 'con' y 'sin' gluten se estima en 1.087,72 euros adicionales al año para las personas que deben seguir una dieta sin esta proteína. Tras la ingesta de la misma, se generan fragmentos proteicos que activan el sistema inmunológico al detectar esos fragmentos como tóxicos y se desencadena una reacción adversa.

En el caso concreto del pan, el estudio recoge que 100 gramos de una barra normal de pan con gluten cuesta 0,23 euros, mientras que el precio de la que no contiene gluten asciende a 1,27 euros.