Cuando una empresa se enfrenta a dificultades económicas o de otra índole, puede proponer a sus empleados acogerse a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), como acaba de suceder con el gigante Vodafone. Es crucial entender en qué consiste un ERE y sus implicaciones para tomar una decisión informada.

Naturaleza y objetivos del ERE

El ERE es un procedimiento laboral administrativo que permite a las empresas reducir su plantilla en situaciones excepcionales. Es importante no confundir este mecanismo con otros tipos de despidos, ya que su objetivo es facilitar ajustes laborales de manera ordenada y conforme a la ley.

  • Procedimiento administrativo: Un ERE es siempre propuesto por la empresa y debe ser aprobado por la autoridad laboral correspondiente.
  • Tipos de ERE: Existen varios tipos, incluyendo los de extinción, suspensión y reducción de jornada, cada uno con sus propias implicaciones.
  • Participación de los trabajadores: Aunque se recomienda la negociación con los representantes de los empleados, no es obligatorio. La empresa puede presentar directamente su plan a la autoridad laboral.
  • Fase voluntaria: La fase de ERE voluntario no es un derecho del trabajador ni una obligación para la empresa. Es una opción que algunas empresas ofrecen antes de la formalización del ERE.

¿Qué es un ERE voluntario?

El término "ERE voluntario" puede ser confuso. Técnicamente, un ERE siempre es una decisión de la empresa, no de los trabajadores. Sin embargo, la empresa puede optar por una fase previa de voluntariedad, donde los empleados pueden decidir si se acogen a las condiciones del ERE antes de su formalización oficial.

En esta fase, la empresa establece un periodo y un cupo limitado de plazas para que los empleados valoren la opción de acogerse al ERE bajo condiciones específicas que suelen ser más favorables que las impuestas unilateralmente. Esto no significa que el ERE sea voluntario en esencia, sino que se ofrece la opción de acogerse bajo ciertos términos previamente negociados.

Acogerse a un ERE voluntario tiene sus pros y sus contras. Los pros son:

  • Certidumbre laboral: Se elimina la incertidumbre sobre el futuro laboral inmediato.
  • Condiciones económicas: Generalmente, las condiciones económicas ofrecidas son más atractivas que en un despido forzoso.
  • Flexibilidad y oportunidades: Permite al trabajador planificar su futuro con mayor libertad, ya sea para buscar un nuevo empleo, emprender o incluso tomar un tiempo de descanso.

Los contras son:

  • Pérdida inmediata del empleo: Aceptar el ERE significa perder el puesto de trabajo de forma inmediata.
  • Limitaciones en la negociación: No existe margen para negociar condiciones individuales.
  • Indemnización reducida: La indemnización puede ser menor comparada con un despido individual no procedente.

Derecho a prestación por desempleo o paro

Una de las dudas más frecuentes es si da derecho a cobrar el paro o la prestación por desempleo. Según la legislación vigente y varias sentencias judiciales, incluido el fallo del Tribunal Supremo, acogerse a un ERE, incluso de forma voluntaria, no se considera una baja voluntaria del trabajador.

El Tribunal Supremo ha dejado claro que el consentimiento del trabajador para ser incluido en un ERE no transforma la causa económica subyacente ni la hace voluntaria. Así, el cese laboral en el marco de un ERE aprobado por la autoridad laboral se considera una situación de desempleo involuntario, lo que permite a los trabajadores acceder a la prestación por desempleo.

Por tanto, un ERE voluntario, aunque inicialmente parezca una elección del trabajador, sigue siendo una decisión influenciada por causas económicas o organizativas de la empresa. Por tanto, los empleados que se acogen a esta fase voluntaria tienen derecho a la prestación por desempleo, siempre que se cumplan los requisitos establecidos por la ley.