La batalla por hacerse con Talgo está abierta. Al consorcio húngaro Ganz Mavag que presentó una OPA para hacerse con la compañía por 620 millones de euros le ha salido un competidor checo, el fabricante Skoda Transportation.
Según ha confirmado la compañía vasca a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) esta mañana, Talgo ha recibido una propuesta de "combinación de negocios y de integración industrial", aunque no viene acompañada de una oferta económica.
Por eso, Talgo le ha solicitado a Skoda información detallada de la propuesta y, en concreto, "que indique si implica el ofrecimiento a los accionistas de la Sociedad de una contraprestación superior a la ofrecida por GanzMavag Europe Zrt en la opa anunciada el pasado 7 de marzo" a 5 euros por acción y si ésta se pagaría en efectivo. También le ha pedido "que explique sus actuales capacidades industriales y financieras".
La OPA húngara es vista con rechazo por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Hasta ahora, ha trabajado por montar una contraoferta que pueda evitar que el fabricante vasco quede en manos del conglomerado del que el Gobierno de Viktor Orbán es propietario al 45% a través del fondo estatal Corvinus. En este sentido, desde Moncloa temen posibles vínculos con Rusia que los húngaros se han esforzado en negar. No en vano, Talgo posee una tecnología de rodadura desplazable que permite a los trenes circular por diferentes anchos de vía.
De hecho, el Ejecutivo español mantiene en vilo la operación, que debe ser autorizada expresamente para poder llevarse a cabo. El Consejo de Ministros tiene capacidad de veto en base a la normativa de protección frente a inversiones extranjeras aprobada con el Covid-19 y que está activa hasta final de año. La operación se somete desde hace semanas a estudio por parte de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), que depende de la Secretaría de Estado de Comercio. No será hasta tener el visto bueno del Gobierno cuando el organismo supervisor que preside Rodrigo Buenaventura pueda autorizar la OPA.
Descartado el interés de otros fabricantes como la también vasca CAF, la francesa Alstom o la suiza Stadler, al Gobierno se le acaba el tiempo para armar una alternativa. De hecho, una de las opciones sobre la mesa ha sido la de que Criteria, el brazo inversor de La Caixa, acuda a una contraopa. Aunque el requisito siempre ha sido ir de la mano con un socio industrial que no termina de aparecer.
El portavoz del consorcio húngaro, el empresario, András Tombor, ofreció una rueda de prensa en Madrid hace unos días en la que descartaba que la compañía checa fuese a presentar una contraopa: "Skoda solía ser un actor importante, pero ahora la empresa está en pérdidas y esto no hace que sea un candidato fuerte con el que colaborar. Es una marca fantástica, pero no se acerca a Talgo. No veo el valor que podría aportar en una colaboración con Talgo", sentenció.
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