A veces, la realidad supera a la ficción. Una simple actualización de un software ha puesto en jaque el sistema económico, de transportes y de salud de gran parte del planeta y este viernes miles de las principales compañías mundiales han dejado de ofrecer sus servicios por la mala gestión de CrowdStrike.

La actualización de Windows, sistema operativo de Microsoft, que lo gestiona CrowdStrike, ha supuesto que los ordenadores y programas de empresas encargadas de gestionar aeropuertos, hospitales o empresas bancarias dejaran de funcionar. El grave error ha supuesto que los informáticos de cada compañía tuviera que arreglar "ordenador a ordenador" afectado por los nuevos ajustes.

CrowdStrike es un producto líder mundialmente. Una empresa que ha redefinido la seguridad moderna, ofreciendo los avances más punteros en este campo. Esta compañía tecnológica, con apenas diez años de vida, ha crecido como la espuma y le ha dado tiempo hasta salir en bolsa.

Pero como suele ocurrir en estos casos, los mercados financieros no suelen perdonar este tipo de errores y los inversores han dado la espalda a la compañía tecnológica. Una vez que se han abierto las bolsas en Estados Unidos, las ventas se han impuesto a las compras y la acción de CrowdStrike se ha desplomado rápidamente.

En concreto, las acciones se han desplomado hasta un 9% en las primeras horas de esta sesión del viernes. Los títulos, que cotizaban por encima de los 340 dólares este jueves, pasaron a tener un valor de apenas 313 dólares.

Esta tónica contrarresta con el camino que llevaba la empresa este mismo año, ya que su revalorización sobre el parqué ha sido superior al 25%.

Desde el año 2019, fecha en la que decidió dar su salto a la bolsa, la empresa tecnológica ha multiplicado su valor notablemente y una acción vale un 380% más hoy que hace cinco años. La compañía texana supera los 80.000 millones de dólares de capitalización bursátil. Esto, supondría ser la cotizada más importante de España.

Microsoft no sufre

La gran damnificada directamente del fallo de CrowdStrike ha aguantado el tipo sobre el parqué. Microsoft, que sí registraba pérdidas en el premarket, ha amortiguado sus caídas y ha llegado a cotizar en rojo, tras el comunicado emitido horas después de la incidencia.

Una de las mayores tecnológicas mundiales explicaba que la responsabilidad era de su proveedor y que, por tanto, ellos no podían hacer nada. Estas palabras han hecho que los títulos de Microsoft apenas cayeran unas décimas a media tarde (hora española).

"Somos conscientes de un problema que afecta a los dispositivos Windows debido a una actualización de una plataforma de software de terceros (en referencia a Crowdstrike). Anticipamos que se llegará a una resolución", señaló Microsoft.