Una de las preguntas más recurrentes en casa es la de ¿cómo ahorrar en luz? y es que la energía (o la luz) es uno de los gastos principales en los hogares. Según datos de la Encuesta de presupuestos familiares del Instituto Nacional de Estadística (INE), cada hogar en España destina 1.151 euros a gas y electricidad.

Una cantidad que sería mucho más elevada si no fuera por las medidas (prorrogadas en 2024) para reducir la factura eléctrica y garantizar los suministros esenciales a los colectivos vulnerables. De todas formas, es sabido que este precio puede afectar dependiendo de la tarifa contratada.

Diferencias entre mercado regulado y mercado libre

En España hay básicamente dos tipos: regulada y libre. Los clientes acogidos al mercado regulado, la tarifa llamada 'Precio Voluntario al Pequeño Consumidor', pagan por su energía un coste que está indexado directamente al mercado mayorista. Ofrece un precio diferente a cada hora del día en función de la demanda del mercado.

Los precios, por el contrario, varían de forma independiente a los vaivenes del mercado mayorista en las tarifas de tipo libre, donde es la comercializadora la que pacta con el cliente las condiciones y el precio del contrato.

Entre ellas existen diferentes subgrupos: con precio fijo (el coste del kWh se mantiene invariable durante un periodo largo de tiempo), con discriminación horaria (con un precio diferente según franjas horarias) y con precio indexado (dependen de los cambios diarios en el mercado mayorista).

Ajusta hábitos para ahorrar en tu factura de la luz

Pero sí, es posible ahorrar en la factura de la luz de manera cómoda y sin hacer grandes sacrificios.

Eso sí; para conseguirlo, debemos ajustar hábitos y realizar una serie de pequeñas acciones, que acumuladas nos ayudarán a gastar menos. Lograrlo no solo te permitirá bajar el coste del recibo eléctrico sino también contribuir con un modelo de consumo mucho más sostenible.

Desconectar algunos aparatos, adaptar la temperatura o hacer uso de técnicas programables nos ayudará a ahorrar una buena cantidad en la factura de la luz /Pixabay

Utilizar los electrodomésticos de una manera eficiente o ajustar la potencia eléctrica son solo algunas de las soluciones para reducir la factura de la luz. Se trata de pequeños detalles que pueden pasar inadvertidos, pero que al cabo del mes nos permitirán ahorrar unos cuantos euros.

Establece una temperatura adecuada en verano e invierno

Establecer una temperatura adecuada en el hogar ayuda a reducir el consumo energético. Durante el invierno, se recomienda mantener la temperatura entre 19 y 21 grados durante el día. Por la noche, es conveniente bajar la temperatura a entre 15 y 17 grados. En verano, lo ideal es no superar los 24 grados para evitar un consumo elevado del aire acondicionado.

Revisa la calefacción

La calefacción representa una gran parte del consumo energético en el hogar. Para aumentar su eficiencia, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Utilizar termostatos programables que ajusten la temperatura según el horario de uso.
  • Aislar correctamente las ventanas y puertas para evitar fugas de calor.
  • Optar por sistemas de calefacción que utilicen energías renovables, como las bombas de calor.

Desenchufa los electrodomésticos que no uses y cosnigue ahorrar luz

Aquellos aparatos eléctricos que no se estén usando deberían desenchufarse. Es el caso, por ejemplo, del ordenador, el televisor o la cafetera. Mientras permanezcan en stand-by siguen consumiendo energía, aunque el dispositivo se encuentre apagado.

Procura hacer esto antes de acostarte o al salir de casa. Se trata de pequeños gestos que contribuirán a rebajar la factura.

Fíjate en la etiqueta de eficiencia energética de los aparatos

La etiqueta de eficiencia energética indica la calificación energética de un electrodoméstico según una escala que evalúa su consumo. De esta forma podemos diferenciar los electrodomésticos que consumen más energía antes de comprarlos.

Con la etiqueta energética se pretende promover aquellos productos que son más eficientes en términos de uso energético. Otro aspecto a tener en cuenta antes de comprar un electrodoméstico es su vida útil, ya que esto también influirá en nuestra decisión.

Aprovecha la luz natural

Son muchas las ideas para sacar provecho a la luz natural. El uso de colores claros, tipo pastel, en paredes y suelos, incluso en los de los textiles que decoran la casa, ayudarán a reflejar la luz. Lo mismo ocurre con la colocación de espejos estratégicamente ubicados.

Usa paneles solares

Es una alternativa muy buena para ahorrar en la factura de luz, sobre todo para los hogares unifamiliares o las comunidades de propietarios. Aunque la inversión inicial es elevada, existen diferentes ayudas públicas que permiten amortizar la compra e instalación de las placas fotovoltaicas en un período inferior a los 10 años.

Utiliza bombillas LED de bajo consumo para ahorrar en luz

Seguro que no hace falta que te recordemos que apagar la luz cuando sales de una habitación puede abaratar la factura eléctrica sustancialmente.

Pero si quieres ahorrar en la luz de verdad, puedes hacer muchas cosas más que apagar un simple interruptor. Un buen consejo que podemos darte es que cambies todas las bombillas por lámparas fluorescentes compactas (CFL) con eficiencia energética o, mejor aún, diodos emisores de luz (LED).