El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dado la razón a la Comisión Europea en dos sentencias relativas a Apple y Google. En el caso de la primera, el tribunal considera que tendrá que devolver a Irlanda unos beneficios fiscales obtenidos durante más de veinte años, en contra de lo que consideró el tribunal general en una sentencia anterior. En cuanto a Google, confirma una multa de 2.400 millones de euros por abuso de posición dominante.

El tribunal europeo concluye que "Irlanda concedió a Apple una ayuda ilegal que dicho Estado debe recuperar" y que alcanza los 13.000 millones de euros, según estimaciones de la Comisión Europea. Bruselas consideró en 2016 que la marca de la manzana mordida se había beneficiado de unas ayudas de estado, en forma de beneficios fiscales, que eran ilegales e incompatibles con el mercado interior.

Según explica el TJUE, estas se concedieron a ciertos beneficios obtenidos por dos sociedades del grupo que se constituyeron como sociedades de derecho irlandés, sin ser residentes fiscales en el país. De estas ayudas de estado se benefició todo el grupo, con sede en Estados Unidos, por lo que Bruselas consideró ilegal el proceso.

En 2020, el Tribunal General expresó que la Comisión no había logrado demostrar la existencia "de una ventaja selectiva derivada de la adopción de las decisiones fiscales", pero ahora el TJUE anula esa sentencia y resuelve el litigio de forma definitiva.

Google tendrá que pagar la multa

El TJUE también ha dado la razón a la Comisión en un caso relativo a Google, en el que considera que la empresa abusó de su posición dominante por favorecer su propio servicio de comparación de productos y, por ello, confirma una multa de 2.400 millones de euros.

La sentencia hace referencia a la opción de compras que ofrece el buscador. El tribunal que explica que ya en 2017, "la Comisión consideró que Google había presentado los resultados de búsqueda de su comparador de productos en primera posición y que los había resaltado en "boxes", acompañándolos de información atractiva en forma de texto e imágenes". En cambio, los resultados de otros comparadores, "aparecían como simples resultados genéricos" y "podían perder posiciones por efecto de los algoritmos".

En 2021, el Tribunal General desestimó un recurso interpuesto por Google y su matriz Alphabet pero consideró que "no se había demostrado que el comportamiento de Google hubiera tenido efectos anticompetitivos". Esto dio lugar a otro recurso por parte de la tecnológica que hoy se desestima a través de esta sentencia que también confirma la decisión del Tribunal General.

El tribunal recuerda que "el Derecho de la Unión no prohíbe la existencia en sí misma de una posición dominante, sino únicamente su explotación abusiva. En particular, están prohibidos los comportamientos de empresas en posición dominante que restringen la competencia basada en los méritos y que, de este modo, pueden causar un perjuicio a las empresas individuales y a los consumidores".

Este no es el único toque de atención que ha recibido Google por su posición dominante en el mercado. El buscador ha tenido que modificar algunas de sus operativas para cumplir con la ley europea de servicios digitales.

De hecho, tras conocerse la sentencia, desde la compañía han trasladado que están " decepcionados con la decisión del Tribunal". "Esta sentencia se refiere a unos hechos muy concretos y ya en 2017 introdujimos cambios para cumplir la decisión de la Comisión Europea. Nuestro enfoque ha funcionado con éxito durante estos más de siete años, generando miles de millones de clics para más de 800 servicios de comparación de compras", han indicado

"Victoria para los europeos"

Tras conocerse ambas sentencias, la comisaria de Competencia y vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrhethe Vestager, ha dicho que "la de hoy es una gran victoria para los ciudadanos europeos y para la justifica fiscal". Vestager ha puesto como ejemplo la sentencia contra Apple para explicar que la atención sobre la fiscalidad de las multinacionales y la supervisión de la Comisión ha servido para cambiar leyes nacionales en países como Irlanda, Luxemburgo o Países Bajos.

En cuanto a Google, la comisaria ha destacado que fue uno de los primeros casos en los que se investigaron las prácticas de un gigante tecnológico y que el fallo del TJUE demuestra que "nadie está por encima de la ley" y que "ha inspirado a reguladores y políticos a hacer un escrutinio" a este tipo de compañías.