A pocos días del inicio de la recolección de naranjas, el sentir de los agricultores se columpia entre la ilusión por las buenas expectativas y la desconfianza por las grietas del sector.

El incremento en los costes de producción asociados a los cítricos ha castigado con especial dureza a los productores en los últimos años. Según datos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), los insumos de los cítricos se han incrementado un 18% desde 2020. El mayor encarecimiento registrado desde 2020 recae en los fertilizantes (con una subida del 70%), la maquinaria propia (+26%), los servicios externos (+25%), los fitosanitarios (+25%), el agua de riego (+20%), otras materias primas (+19%) y la mano de obra (+8%); sin embargo, el precio de las naranjas en origen es el mismo que hace exactamente cuatro años.

La naranja española se prepara para ser recogida y la esperanza ronda el campo. "Los datos que se manejan a nivel internacional es que el gran surtidor de zumo de naranja es Brasil y sufre falta de producción", señala en conversación con El Independiente Rafael Navas, secretario general de Asaja Córdoba, que advierte de la oportunidad para los productores de naranja en una campaña en la que han depositado especial confianza.

Una de las particularidades del mercado de la naranja es que su precio se fija a partir el precio de su zumo. "Si el zumo está alto tira de toda la cadena y entonces repercute positivamente en la naranja de fresco", indica Navas, que precisa que la naranja de zumo es la que marca el precio porque es la que tiene el nivel más bajo.

Rechazo a las condiciones de la naranja importada

Ante la falta de zumo de naranja a nivel internacional por la sequía que sufre Brasil, principal exportador mundial de zumo de naranja congelado para envasar, los productores españoles se frotan las manos, aunque rebajan el optimismo por las amenazas que obstaculizan su actividad: "No todo es alegría. El año pasado la campaña arrancó bien pero luego hubo una entrada masiva de naranjas de Egipto que hundió los precios", advierte Navas.

La salud con la que los citricultores afrontan el comienzo de la recogida choca con reivindicaciones que se mantienen en el tiempo. Los agricultores condenan que los países de fuera de la UE juegan con otras reglas. "Tienen costes laborales infinitamente más reducidos y además emplean fitosanitarios que aquí están terminantemente prohibidos. Eso es una competencia desleal evidente", indica el secretario general de Asaja Córdoba.

Navas exige claúsulas de frontera claras. "Que el límite de residuos sea cero para que no entre ninguna naranja con la más minima traza de algo prohibido en la UE", e incide en la importancia de arrancar con garantías la temporada: "Como comencemos con mal pie y precios bajos es difícil reconducir la situación. Por eso queremos alertar de que el sector conoce la situación para que el mercado no rompa con precios bajos desde el primer momento".

Etiqueta de procedencia en el zumo

Además de una entrada "desleal" desde países ajenos a la UE, los agricultores nacionales de naranja ponen el foco en el etiquetado del zumo de naranja. Cuando el consumidor compra un zumo no tiene posibilidad de saber de dónde viene esa naranja. "La gente necesita transparencia absoluta y saber con qué naranja se ha hecho ese zumo porque beneficia al sector y a la agricultura. Ahora mismo uno toma un zumo y sabes de dónde viene. No es razonable", concluye Navas.

La petición viene de lejos. Asaja Córdoba envió una carta al presidente de Mercadona, Juan Roig, en la que le solicitaba que su empresa apoye la demanda de la organización agraria para un etiquetado de los zumos en el que aparezca, en su parte delantera, el nombre del país de origen de la fruta utilizada.

El secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Manuel Gómez, apuntó recientemente el aforo de producción de cítricos de la campaña 2024-2025. La previsión es superar los 2,26 millones de toneladas en la región. Gómez vaticinó "una recuperación de cosecha respecto a la campaña anterior como consecuencia del aumento de las precipitaciones en primavera y las dotaciones de riego, que han mejorado notablemente el estado vegetativo de las plantaciones".

A nivel andaluz, comunidad autónoma con mayor producción de España, la estimación supone un aumento de un 19,2% con respecto a la campaña 2023-2024. En el territorio nacional, se espera que la comunidad andaluza coseche el 38,8% de la producción española (5,84 millones de toneladas).