Los citricultores españoles abren fuego contra el producto importado. 26 detecciones de mancha negra en cargamentos de cítricos con destino a la Unión Europea en apenas cuatro meses han provocado la rebelión de un cultivo siempre en alerta.

La subida de los insumos del campo, la sequía, la salinidad del terreno y los fenómenos meteorológicos extremos se han convertido en incómodos compañeros de viaje de un sector que enfrenta una nueva amenaza, la mancha negra (Phyllosticta citricarpa). 12 detecciones entre junio y julio, ocho casos en agosto y otros seis que se suman a fecha 16 de octubre de una enfermedad que ataca a los cítricos y que, "tiraría por la borda prácticamente toda la producción", según cuentan fuentes de AVA-Asaja (Asociación Valenciana de Agricultores-Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores).

El temor de los citricultores es que el hongo conocido popularmente como la mancha negra cruce la frontera comunitaria y haga estragos en sus cultivos, ya que el reglamento de la UE impide la utilización de los fitosanitarios necesarios para combatirla. Un estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) prevé que el impacto económico resultante de la hipotética afección de mancha negra en la citricultura europea ascendería a 1.182 millones de euros. 

Cítrico infectado con el hongo Phyllosticta citricarpa, conocido popularmente como mancha negra | ASAJA

La Interprofesional Citrícola Española Intercitrus ha pedido una reunión con el director general de Política Comercial, Julián Conthe, y el subdirector general de Política Comercial Multilateral y de la Unión Europea, Álvaro Enrique Rodríguez, cargos pertenecientes al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, para abordar las actuaciones de los citrícolas y del Gobierno ante el panel abierto en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) tras una denuncia de Sudáfrica que cuestiona las medidas fitosanitarias establecidas por la Unión Europea a las importaciones citrícolas con el objeto de evitar la entrada de la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta) y la mancha negra (Phyllosticta citricarpa). 

Mancha negra en cítricos

Los agricultores españoles denuncian que han de librar una batalla feroz con la fruta procedente de Marruecos o del mercado sudamericano (Principalmente Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), pero con distintas reglas.

Celestino Recatalá, presidente de Intercitrus, pide un encuentro con los representantes del ministerio de Economía para pedir "el apoyo inquebrantable del Gobierno, así como de las instituciones europeas, para mantener e incluso reforzar las medidas de control a una Sudáfrica que en lo que llevamos de año acumula un total de 26 detecciones de mancha negra en sus cargamentos de cítricos con destino a la UE. Este número de interceptaciones es una barbaridad, un escándalo tan mayúsculo como intolerable, que evidencia no solo la idoneidad de las medidas fitosanitarias adoptadas hasta el momento, sino además la necesidad de endurecerlas para impedir que estas plagas y enfermedades de cuarentena acaben llegando a la citricultura europea". 

Los productores de naranja, mandarina o limón, claves en la huerta española, tiemblan por la política adoptada por la UE respecto a las naranjas sudafricanas. Los agricultores destacan que hay "unas condiciones técnicas más benévolas de las que exigen otras potencias" -como Estados Unidos, China, Japón o Corea del Sur- y, sin embargo, "Sudáfrica únicamente ha llevado ante la OMC a la UE, mientras que acata sin quejas las medidas fitosanitarias más duras del resto de países importadores", apuntan en AVA-Asaja. 

La rebelión del cítrico se incendia con una reclamación de Sudáfrica. El país africano ha solicitado que se rebajen las medidas de control a la mancha negra al considerar que la enfermedad no puede adaptarse al clima mediterráneo. AVA-Asaja alude a los informes de EFSA que ponen de ejemplo el caso de Túnez, donde el hongo se introdujo en 2019 "y desde entonces se ha expandido sin control por su superficie citrícola".

"Hay que dejar en evidencia la falta de credibilidad de Sudáfrica en términos fitosanitarios, tanto por sus reiteradas mentiras y coacciones como por sus constantes rechazos por presencia de plagas y enfermedades de cuarentena en sus envíos a Europa. Este panel de la OMC debe cerrarse antes de ni siquiera convocarse", concluye Recatalá en declaraciones recogidas por AVA-Asaja.