Durante el transcurso del año 2024, la Seguridad Social ha llevado a cabo una serie de modificaciones en la legislación que regula el ámbito de la baja laboral. Estas reformas han desatado las reacciones de trabajadores, empresariado, y especialistas en la práctica médica al ser un asunto sensible: la eficacia del trabajo de quienes, por enfermedad o accidente, no pueden realizar su actividad laboral. Pese a que la baja laboral es un derecho con notorio reconocimiento, el cambio legislativo ha cambiado ciertos aspectos y proporciona importantes innovaciones que todos deben conocer para no llevarse sorpresas.

Transformaciones en las políticas de la baja laboral de la Seguridad Social

Medidas restrictivas en el trámite de bajas por parte de las autoridades

Uno de los principales cambios que introduce la nueva legislación es el cambio en la gestión de la baja laboral, fundamentalmente las de patología traumáticas. En el año 2024, la gestión de este tipo de bajas pasaba por el sistema público de salud, pero ahora la figura de una protagonista de la gestión de la baja, como son las mutuas colaboradoras.

Las mutuas, hasta ahora relegadas a un papel secundario, se están tomando mayores atribuciones en la gestión de la baja y en la realización de pruebas diagnósticas. Esto deja claro que la manera de abordar estas situaciones ha dado un giro radical.

Beneficios de las nuevas bajas laborales

El objetivo que tiene el Gobierno con esta reforma pasa por ajustar los recursos y reducir la espera en la sanidad pública, facilitando la colaboración de las mutuas a la hora de evaluar y tratar a los trabajadores. No obstante, sigue siendo el médico de la Seguridad Social el que hace el diagnóstico, determina la duración de la baja y da el alta al trabajador cuando esté recuperado.

Esto ha dado lugar a una mayor incertidumbre, por un lado, y más expectativas, del otro lado, ya que los trabajadores tendrán más relación con las mutuas, entidades, a veces, no con un nivel de confianza como el que tiene el sistema público.

Otra medida que ha demostrado ser relevante a la hora de facilitar la tarea a los trabajadores es que desde que comenzó el 2023, es el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o las propias mutuas las encargadas de hacer llegar la baja a las empresas de forma automática, lo que simplifica los trámites burocráticos y, además, hace que sea menos posible que una mala gestión de la documentación que perjudique al empleado.

Impacto de las nuevas políticas en trabajadores y empleados

Las nuevas medidas ya han tenido un impacto tanto para los trabajadores, como para las empresas. Para los trabajadores hay dudas sobre si las mutuas serán capaces de gestionar las bajas de forma imparcial como los médicos de la Seguridad Social.

Dudas sobre la duración de las bajas laborales

Además hay las dudas la duración de las bajas por interés de la empresa, algo que los sindicatos ya están vigilando.

Responsabilidad económica en el proceso de baja laboral

Por otro lado, los empresarios ven positivo el hecho de que las mutuas gestionen las bajas, y esperan reducir costes por las bajas, y tener que los tiempos de recuperación sean más fiables. También se espera que las mutuas, al disponer de mayores recursos , puedan acelerar las pruebas de diagnóstico y acortar los procesos de tratamiento, lo que beneficiaría tanto a empresas como a trabajadores.

Bajas laborales flexibles, que propone el gobierno

Visión del Gobierno sobre la baja flexible

Aparte de la nueva normativa, El Gobierno ha realizado un propuesta que ha levanto ampollas, las bajas flexibles laborales. El Gobierno ha hecho una propuesta de reforma, las bajas laborales flexibles, que sí son una medida que contiene la voluntad del Gobierno de hacer más flexibles las bajas.

Esta medida permite que los trabajadores se reincorporen de forma gradual a la actividad laboral, incluso antes de estar completamente curados. La idea es que los trabajadores que, por ejemplo, están terminando tratamientos largos o enfermedades severas se puedan incorporar gradualmente en este sentido en el que no se vuelve inmediatamente a las jornadas completas. Esto es una medida de carácter voluntario que requerirá la conformidad de la persona trabajadora coordinado con los criterios médicos, siempre persiguiendo una toparse su vuelta al trabajo con la recuperación.

Oposición a la baja flexible

Sin embargo, los sindicatos han contestado con indignación a esta propuesta, alegando que esta podría establecer un clima de presión a los trabajadores para volver al trabajo antes de haber completado el proceso de la recuperación física. Para ellos, esta norma, que debería ser presentada como un avance en el sentido de los derechos de los trabajadores, puede transformarse en un mecanismo de contención de los costes por baja. En consecuencia, se vería mermada la salud y el bienestar de los trabajadores.

Marcha atrás del Gobierno

El Gobierno ha tratado de apaciguar la confrontación insistiendo en que la salud del trabajador seguirá siendo absolutamente prioritario y que la llegada al trabajo gradual no se produciría a espaldas de una revisión médica. De hecho, en su última declaración al respecto ya no habla de "baja flexible" si no de "reincorporación gradual".

Las bajas laborales han sufrido importantes cambios que los trabajadores y los empresarios deben tener en cuenta a la hora de solicitar una incapacidad temporal. Junto a los cambios, hay nuevas propuestas para seguir mejorando el servicio y, sobre todo, para reducir el gasto que conlleva las bajas, ya que es el segundo gasto más importante después de las pensiones.