La Seguridad Social ha dado la razón a los autónomos españoles que ya puedan solicitar la jubilación activa, lo que se traduce en poder seguir trabajando y cobrar a la vez su pensión. Esta medida, que se pondrá en marcha para 2025 es un alivio para muchos trabajadores autónomos, quienes muchas veces se ven obligados a decantarse por un trabajo o bien la pensión. Por el contrario, a partir de ahora, aquellos que se acojan a la jubilación activa podrán decantarse por ambas cosas, mejorando las oportunidades para todos aquellos que quieran seguir activos y complementando su pensión.

Compatibilidad de jubilación y empleo

Si bien la posibilidad de combinar el trabajo con una pensión no resulta ser del todo nueva, se ha confirmado que va a ser un opción mucho más al alcance de los trabajadores autónomos en los años venideros. Parafraseando, existen diversas iniciativas por desplazar el límite más allá de la edad legal de jubilación en pro de una mayor flexibilidad laboral, de la posibilidad de plazas de trabajo. En este sentido, ahora los trabajadores por cuenta propia pueden seguir generando ingresos públicos mientras perciben una pensión de jubilación, lo que va a suponer mejorar considerablemente su situación económica.

Requisitos para la jubilación activa

Para acogerse a la jubilación activa, es necesario cumplir con determinadas condiciones. En primer lugar, las personas trabajadoras autónomas deben estar dadas de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), y haber llegado a la edad de jubilación que le corresponda. No hay que haber optado previamente a la jubilación anticipada. En el supuesto de que una persona autónoma desee percibir el 100% de la pensión y seguir de alta en su puesto de trabajo, deberá contar, al menos, con un trabajador contratado. En caso contrario, únicamente percibirá el 50% de la pensión que le corresponda. En último lugar, también habrá que estar al corriente en el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social; esto es una cuestión que no se puede pasar por alto para evitar sorpresas desagradables.

Jubilación activa: ventajas

La jubilación activa es una gran herramienta para los autónomos que desean seguir en el mercado laboral. Permite a la persona trabajadora seguir generando ingresos sin renunciar a la pensión, garantizando así la estabilidad financiera en una etapa de su vida tan decisiva como es la jubilación. Además, y no menos importante, permite a la persona trabajadora seguir ligado a su profesión, lo que en muchas ocasiones permite el mantener el sentido de propósito, la actividad mental y la ocupación, que son factores decisivos en el bienestar de la persona trabajadora.

Cómo afectan las reformas laborales a la jubilación activa

Las reformas laborales recientes han sido determinantes a la hora de permitir la jubilación activa. Uno de los cambios más relevantes es el margen de maniobra que se ha incorporado a las normas para combinar pensión y trabajo. Suelen ser mucho más estrictas y en muchos casos perjudiciales para los trabajadores autónomos. Los autónomos tienen ahora un mejor escenario para decidir cómo y cuándo quieren jubilarse, sin renunciar del todo a su actividad laboral. Estos cambios han sido bien acogidos por el sector, que llevaba años pidiendo modificaciones que se ajustaran a las realidades económicas y personales de los trabajadores por cuenta propia.

Novedades en la jubilación parcial según la nueva legislación

Otro de los aspectos destacados es la posibilidad de acceso a la jubilación parcial, lo que equivale a decir que, de hecho, los autónomos pueden reducir su carga de trabajo y empezar a cobrar parte de su pensión sin dejar completamente su actividad profesional. Este modelo permite realizar una transición más gradual a la jubilación total, algo por lo que muchos trabajadores se sienten agradecidos, especialmente aquellos que están en sectores con una gran demanda de experiencia.

La jubilación parcial también ha sido alterada para hacerlo más accesible, además de facilitar la transición gradual al abandono del trabajo, puesto que también permite a los autónomos mantener su trabajo y empezar a acceder a un tipo de prestación que considerarán beneficiosa, pero sin tener que renunciar a los beneficios que suponen la pensión. También beneficiará a todos aquellos trabajadores que se sientan más apegados al negocio o sus proyectos pero que no quieren renunciar a las aportaciones extra que supondrá la pensión.

Estas medidas son parte del conjunto de reformas que persigue las condiciones para los autónomos en su etapa de jubilación. Las reformas no se han hecho sólo en respuesta a la petición del sector, sino que también son el reflejo del esfuerzo que ha de hacer el Gobierno para adapterse a las nuevas realidades del trabajo y la longevidad, ofreciendo soluciones flexibles y realizables.