El mantenimiento del impuesto a las energéticas que los socialistas deben negociar con sus aliados de gobierno ha encontrado en Euskadi su primer revés entre socios. El secretario general del PSE, Eneko Andueza, ha reprochado al PNV, socio de Gobierno en el País Vasco y en las diputaciones forales, que actúe por intereses de partido al anunciar que exigirá el concierto del gravamen en forma de impuesto y su posterior gestión en el singular régimen tributario y normativo vasco. Andueza ha señalado hoy que no se puede plantear la cuestión para "perdonar impuestos a su compañero de partido", en referencia al consejero delegado de Repsol y expresidente del PNV, Josu Jon Imaz.

El líder de los socialistas vascos ha afirmado que la propuesta del PNV de reconsiderar y regular el impacto del tributo a través de incentivos o bonificaciones u otro tipo de medidas en Euskadi supondría un ejercicio de "dumping fiscal" inadmisible: "Responde a sus intereses de partido", ha señalado.

Andueza también ha subrayado que cualquier modificación de la normativa fiscal que se quisiera llevar adelante en esta materia requeriría de una mayoría en las Juntas Generales "de la que no disponen". Las cámaras territoriales son las competentes en el País Vasco para aprobar las normas fiscales y en ellas el PNV requeriría no sólo del PSE sino de otros partidos para poderlas sacar adelante. EH Bildu también se ha mostrado contraria a aplicar las medidas correctoras que apunta el PNV si finalmente se mantiene el gravamen. Un gravamen que el PNV recuerda que deberá ser convertido en impuesto para poder ser concertado, extremo al que Sumar se opone.

"Por razones ideológicas"

Precisamente hoy el portavoz del Grupo vasco, Aitor Esteban, ha vuelto a mostrarse crítico con la decisión del Gobierno. Ha asegurado que no renunciarán a esa necesidad de convertir el gravamen en impuesto con capacidad normativa para poderlo regular en función de las necesidades. Recuerda que esa es parte de la "nuestra soberanía y capacidad" fiscal reconocida.

Esteban ha señalado que aún no saben cómo se va a presentar, después de que se prolongara una semana el periodo de enmiendas sobre el proyecto de ley para transponer el tipo mínimo de Sociedades en el 15% donde podría ir incluido. Sí ha apuntado que podría ir "con otros impuestos", pero sin mayor detalle. Desde el PNV recuerdan que ellos no negocian impuestos que no sean concertados y que se quedan al margen de cualquier negociación que afecte al territorio de régimen común.

Esteban, en declaraciones a Radio Popular, se ha mostrado crítico con la prolongación de la medida, "nosotros, como concepto, no lo vemos, es un impuesto impulsado más por razones ideológicas que otra cosa". Ha reconocido que se corre el riesgo de convertirlo en "un doble impuesto" que grava sobre algo en lo que ya se ha pagado vía Impuesto de Sociedades.

El portavoz del PNV apela a la necesidad de pensar más en cómo atraer la inversión que en ahuyentarla: "Nos da miedo, nos da qué pensar. Tenemos que incentivar la inversión. Estamos en un momento crucial en el que se esta transformando nuestra industria. Tenemos que conseguir inversiones para transformar esa industria. Si queremos puestos de trabajo de calidad para el futuro hace falta que inviertan".