Es una carrera larga y una meta que aún queda lejos. La apuesta por las energías renovables a la que las instituciones europeas obligan y en la que están inmersas las compañías energéticas, empieza a dar resultados. En el último año en nuestro país la producción de energías limpias se ha disparado un 20%, lo que ha permitido que ya se genere más energía verde que no renovable. Los datos reflejan que durante el tercer trimestre de este año el 53% de la producción energética, de gigawatios producidos, procedía de fuentes limpias, frente al 47% restante que no lo eran.

“La incorporación de renovables al sistema eléctrico nacional continúa con un ritmo muy alto y la previsión es que siga haciéndolo, a vista del volumen de proyectos que han recibido las autorizaciones de construcción en el último año”, asegura Juan Francisco Caro, director de Opina 360, entidad que ha elaborado el Informe Trimestral del Observatorio de Energías renovables de Foro Sella. Según estos datos, el potencial de crecimiento verde es significativo ya que en la actualidad el 63% de las infraestructuras de generación energética instalada en nuestro país está dedicada a la producción limpia.

En los nueve primeros meses de este año se han generado 69.096 GWh, de los que 36.686 corresponden a energías renovables. Supone un incremento interanual del 20% frente al resto de energías cuya producción ha caído un 13,7% hasta los 32.407 GW. Este incremento se debe en gran medida al buen comportamiento de la energía solar fotovoltaica, que representó casi la mitad del total de energía limpia producida -15.358 GWh- tras incrementarse en un 23% en el último año.

La energía no renovables, a la baja

Tras ella se sitúa la energía eólica, con una generación eléctrica de 12.826 y un incremento menor del 9,3% en el último año. Las lluvias del pasado invierno y la primavera permitieron a la energía hidráulica recuperarse, con un 70% más de producción y un total de 5.492 GWh generados. La energía solar térmica, la hidroeléctrica o y la generada con residuos renovables completaron la producción limpia.

La producción energética de fuentes no renovables acumuló un descenso significativo fundamentalmente por el mal comportamiento de la energía generada por los ciclos combinados, cuya producción cayó un 35%. La energía nuclear, que sigue siendo la fundamental entre las modalidades eléctricas no renovables, creció levemente –un 3,1%-. Otro tipo de energías como el carbón (-37%), turbina de vapor (-10%), turbina de gas (-8,1%) o la cogeneración (-1,9%) también tuvieron un comportamiento negativo, según este informe elaborado con datos de Red Eléctrica.

A día de hoy existe más potencial de generación de energía renovable en España que demanda que la pueda absorber. La aún insuficiente electrificación de la economía española está detrás de ese margen que sitúa la demanda “por debajo del nivel precio a la pandemia”, señala Caro. La capacidad de generación en España sigue creciendo. Sólo a lo largo del último año ha aumentado un 6,9% al sumar 5.241 MW más de capacidad, fundamentalmente procedentes de la energía solar fotovoltaica y en menor medida de la eólica.

Andalucía, a la cabeza

Un comportamiento de las renovables al alza que contrasta con la reducción de la capacidad de producción de energías no renovables y que en gran parte se debe al cierre de la central térmica de As Pontes, lo que supuso una reducción de capacidad de generación de algo más de 1.400 MW.

En cuanto a las comunidades con mayor capacidad de generación de renovables, Andalucía sigue siendo la que posee mayor peso. En sus plantas se produce el 16,6% de la energía limpia de nuestro país, sólo ligeramente por delante de Castilla La Mancha, Castilla y León y Extremadura.