El acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil) entra en una fase decisiva. Después de su anuncio en 2019, el trato se encuentra en negociación a la espera de cerrarse definitivamente mientras la UE libra una batalla comercial paralela con China.

El tratado que recientemente ha sido ensalzado por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación Luis Planas; "Una vez más defenderé una conclusión pronta y equilibrada del acuerdo con Mercosur. Es estratégicamente muy necesario, y más en el contexto actual, para la Unión Europea"; se topa con el rechazo total del campo español.

"Para los agrarios europeos el pacto con Mercosur no tiene ningún beneficio. Supongo que se hará en favor de otras actividades. Somos la moneda de cambio, como lo fuimos con Marruecos y otros tratos", lamenta en conversación con El Independiente Miguel Padilla, secretario general de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), cuya representación en Bruselas se manifestará este miércoles 13 de noviembre contra la alianza con Mercosur.

"Europa pretende favorecer otras actividades suyas en Latinoamérica a costa de sus ganaderos y agricultores. No podemos cambiar coches eléctricos por nuestra agricultura. Por un lado se pregona la soberanía alimentaria y por otro se facilita que las producciones de fuera, que juegan con otras reglas, hundan las explotaciones comuntarias", destaca Padilla.

Rechazo del campo al trato con Mercosur

Un informe encargado por la Secretaría de Estado de Comercio califica la posible colaboración como una "oportunidad de crecimiento y de generación de empleo" que dejaría al menos 6.000 millones de euros en las arcas europeas. Para España en particular, el estudio subraya que "la disminución de las medidas no arancelarias al comercio de bienes y servicios, tienen un efecto positivo, aunque reducido (+0,02% del PIB). Elevan el comercio, pero en menor medida que la liberalización arancelaria".

Lejos de esta expectativa queda el campo. "Estamos absolutamente en contra. Nos hemos opuesto siempre y nos oponemos ahora, lo que pasa es que la parte política tiene muchísimo interés y prisa en finiquitar un acuerdo que haría un daño importantísimo a la ganadería de la UE y por supuesto a la española, ya que Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil son cuatro países potencias en producción de carne en su continente".

La plataforma Farm Europe, que tiene como objetivo estimular la reflexión sobre las economías rurales a nivel comunitario, ha calificado como incongruente el acuerdo UE-Mercosur. "Mientras aumenta la presión sobre los negociadores de la UE para cerrar el acuerdo con Mercosur debido a la tormenta perfecta que afecta a los fabricantes de automóviles de la UE inundados por los productores chinos, este acuerdo sigue siendo antagónico con los intereses agrícolas de la UE y contrarrestaría la mayoría -si no todos- los esfuerzos de los productores de la UE en el difícil camino de la transición climática", apunta.

El sentir de los agrarios es que la UE facilita la entrada a productos sudamericanos en el viejo continente mientras que las reglas del juego perjudican a los europeos. Farm Europe señala que los acuerdos de libre comercio pueden ofrecer importantes oportunidades para la economía de la UE, pero siempre y cuando se tengan debidamente en cuenta los principios de reciprocidad, en particular para la agricultura "Estas condiciones no se cumplen y están lejos de alcanzarse en las negociaciones de Mercosur", afirman.

La deforestación, la utilización de plaguicidas y el uso hormonas para estimular la producción son los tres puntos maestros que condena sobre el trato con Mercosur Farm Europe, que considera innegociable que la UE proteja la agricultura contra la competencia desleal con plena reciprocidad en las normas de producción y que de forma a una nueva visión de la agricultura y la alimentación.

"Queremos soberanía alimentaria y sin embargo abrimos los mercados para arruinar nuestros productores. Eso no se entiende, aunque es más incomprensible cuando ves que son los políticos españoles, donde es tan importante la agricultura y la ganadería, los que lo impulsan. Si no defendes a tu agricultura y ganadería profesional sobra la estrategia de la autonomía alimentaria y todo lo demás", concluye Padilla.