El medio ambiente es fuente de salud, vida y felicidad. Pero también de impuestos. Y cada vez más. Los abonan las empresas, los servicios públicos y los hogares por recibir diversos servicios. Su relevancia en las arcas públicas queda patente en el pulso con las energéticas –y los partidos que respaldan al Gobierno- que libra el Ejecutivo. El argumento medioambiental se esconde detrás de esa intención por prolongar el gravamen a las energéticas, ingresos que se antojan cruciales para soportar el proyecto de presupuestos planteado por Sánchez. Las cuentas medioambientales son claras. Sólo el año pasado el medio ambiente se tradujo en el pago de 22.880 millones de euros, una cifra récord y que supuso un incremento del 10,7% respecto al año anterior. Y de entre todos ellos, los impuestos que gravan la energía se dispararon otro 7% hasta alcanzar la cifra récord de 17.726 millones el año pasado.
El impacto medioambiental y la máxima de quien contamina paga tiene una traducción impositiva directa que cada vez adquiere un mayor peso en la cuenta de la Administración. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el medio ambiente genera ya el 6,5% de todos los impuestos del conjunto de la economía de nuestro país.
El impacto energético es sin duda una de las fuentes principales de esos ingresos a las arcas del Estado. El pago de impuestos sobre la energía representa el 77,5% del total de los pagados en relación al respeto al medio ambiente. El perjuicio medioambiental ‘compensado’ con impuestos se tradujo en el pago de 17.726 millones de euros, un 7% más que el ejercicio anterior o lo que es lo mismo, 1.164 millones de euros más en pago de impuestos.
El transporte es el segundo gran ámbito en el que el pago de impuesto medioambientales se hace muy presente. Generó el año pasado el 13,7% del total. Por último, el apartado de impuestos “sobre la contaminación y los recursos” experimentó un importante repunte al aumentar casi un 88%, al pasar de 1.077 millones de euros a 2.022 millones el año pasado.
Los hogares pagan el 42% de impuestos medioambiental
Pese a que la actividad empresarial es el mayor foco de generación de impuestos medioambientales, no es la única. Los hogares de los españoles pagan cuatro de cada diez impuestos de este tipo. El año pasado abonaron el 42,8% del total. Sumaron 9.795 millones de euros. De ellos, la mayor parte correspondía al uso que hicieron los ciudadanos de servicios o productos relacionados con el transporte. De hecho, los hogares españoles se hicieron cargo del pago de casi tres de cada cuatro euros en impuestos medioambientales que afectaron al transporte -2.199 millones- y cuatro de cada diez euros de los gravaron sobre la energía -7.444 millones-.
En cuanto a las empresas, pagaron el 57% de los impuestos medioambientales en España. Sobre ellas recayó la mayor parte de ellos correspondientes al pago por contaminación y uso de recursos. De los 2.022 millones que las Administraciones recaudaron por “contaminación” y uso de recursos, el 96% los abonaron las distintas ramas de actividad económica. Los impuestos sobre la energía recayeron en un 58% sobre las empresas.
Respecto a los sectores de actividad que más impacto tuvieron sobre el medio ambiente y por tanto más impuestos abonaron, la industria manufacturera destaca sobre todas ellas. Uno de cada cinco impuestos medioambientales procedió de esta rama de la economía. Lo hizo además con un incremento importante el año pasado del 27% respecto al ejercicio anterior. La industria manufacturera pagó 4.656 millones en este impuesto, el 20% del total.
El sector del transporte y el almacenamiento también vieron cómo aumentaba de modo importante el pago de estos impuestos, un 16% más. El año pasado pagaron 3.342 millones de euros por este concepto.
La Construcción, un 76% más de impuestos
El tercero de los grandes sectores con impacto medioambiental es el dedicado al suministro de energía eléctrica, gas, vapor y agua, que en España pagó en 2023 impuestos por 2.351 millones de euros. Supuso un incremento elevado del 21% respecto al año anterior. Sobre este sector energético sobrevuela la amenaza del Gobierno de prolongar el gravamen extraordinario sobre los beneficios que vence a finales de este año y que ahora quiere prolongar. Inicialmente la Comisión de Hacienda del lunes concluyó con un compromiso con ERC, BNG y EH Bildu de prolongarlo un año más pero también con la ratificación del compromiso con Junts de no mantener el gravamen. En el pleno de este jueves se resolverá a cuál de las dos propuestas es a la que finalmente da luz verde la Cámara Baja.
La Construcción es otro de los sectores que cada vez tiene un mayor impacto en el entorno. Pese a que en términos globales su peso es significativamente menor que otros sectores, el año pasado pagó un 76% más en impuestos medioambientales, 411 millones de euros. El Comercio en su conjunto también crece, con un 60% más en pago de estos tributos -605 millones-. El sector primario, la agricultura, ganadería y pesca pagó 227 millones y las industrias extractivas 111 millones.
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