Este martes por la mañana está previsto que se inicien los juicios por las primeras dos de las tres demandas que el sindicato Unión Sindical Obrera (USO) presentó contra el ERE de MasOrange. Ambos tendrán lugar en la sala de lo social de la Audiencia Nacional, y servirán como primer plato para el tercer juicio, que se celebrará el próximo 21 de enero de 2025. En este último USO reclamará, directamente, la nulidad de los acuerdos del ERE, una petición a la que también se ha sumado CCOO. Aunque dependiendo del resultado de los dos primeros juicios los sindicatos confían en que quizás ni siquiera haga falta llegar al tercero.
"Primero intentamos hablar con MasOrange, pero nos hicieron caso omiso. Luego recurrimos a un servicio de mediación, pero no conseguimos llegar a un acuerdo. Así que el siguiente paso ha sido presentar las tres demandas ante la Audiencia Nacional. Y en cuanto tengamos un respiro interpondremos una cuarta demanda por vulneración grave de la libertad sindical y el derecho de información de la plantilla, porque la empresa no nos da información, ni se quiere reunir con nosotros", explican fuentes de USO a El Independiente.
Desde el sindicato desconocen cuándo puede haber una resolución de la Audiencia Nacional, aunque confían en que el tribunal sea "relativamente rápido", como ha sido hasta ahora para fijar la fecha de los juicios (cabe recordar que USO presentó sus demandas a mediados de octubre). En el caso de perder estas dos primeras demandas, USO estudiaría recurrir ante el Tribunal Supremo. Aunque aseguran que confían mucho en sus opciones.
En gran parte esto se debe a un reciente informe de Inspección de Trabajo, que en desde sindicato catalogan como "demoledor", y desde MasOrange no comparten. Del documento se extrae que la compañía actuó "de mala fe" en el proceso y ocultó información a los sindicatos. Además, subraya que fue en el momento de tramitar el ERE "y no antes" cuando MasOrange "comunica a los representantes sindicales de los trabajadores de empresas, que se consideraban empresas independientes, que realmente integran un grupo laboral". Más adelante volveremos a esto, que resulta ser un punto clave.
"Si nos dan la razón en una sentencia firme pediríamos inmediatamente que todos los trabajadores que han salido hasta ahora de la empresa se vuelvan a incorporar de inmediato. Al menos aquellos que quieran hacerlo, claro. Pero entendemos que tendría que haber una mesa de negociación con la compañía para tratar de que fuera una solución acordada entre las dos partes", deslizan desde USO. Este periódico se ha puesto en contacto también con MasOrange, que ha declinado hacer comentarios sobre este tema.
Tres demandas distintas
MasOrange aprobó el acuerdo del ERE con los sindicatos que componían la mesa de negociación, con los votos a favor de Fetico y UGT y el voto en contra de CCOO. USO no formó parte de la mesa -de hecho, esa es una de sus reclamaciones-, pero cataloga el pacto como "insuficiente por muchos motivos".
Entre ellos, argumentan que "no entienden" cómo la empresa se escudó en hablar de "causas económicas" para impulsar el ERE cuando "la primera decisión que tomaron fue repartir seis mil millones de euros en dividendos entre sus accionistas, sobre todo del grupo Orange, y recientemente han aprobado un plan especial de 100 millones de euros para dar bonus a su equipo directivo". Y además, disparan contra la compañía asegurando que las condiciones de los despidos eran, en muchos casos, peores que las de un improcedente.
Con todo, la primera demanda que ha interpuesto USO ha sido por considerar que la mesa de armonización de condiciones que se conformó en mayo estuvo constituida ilegalmente, algo que catalogan como "la primera parte de la emboscada de MasOrange". Y en en esa misma línea, desde el sindicato se muestran convencidos de que la mesa de negociación que se constituyó en septiembre era igualmente ilegal, una reclamación que constituye su segunda demanda.
Para defender su postura arguyen que se debería haber creado una mesa por cada una de las seis sociedades afectadas por el ERE dentro del grupo MasOrange, y que en cualquiera de los casos USO debería haber tenido al menos un representante, algo que no sucedió. Pero en paralelo, acusan también a MasOrange de haberse autodefinido como grupo laboral por primera vez justo antes de crear la mesa de negociación: "El Tribunal Supremo dice que cuando existe un grupo laboral hay que comunicarlo desde principio, algo que no hicieron. Pero es que MasOrange no lo es. Ni siquiera son un grupo mercantil, menos uno laboral. Son una 'joint venture', y el informe de Inspección de Trabajo lo ratifica".
La mesa de armonización y la de negociación serán las que protagonicen los juicios de este martes. Más adelante, en enero, USO tendrá que defender su tercera demanda, que reclama que el acuerdo del ERE es directamente nulo, aunque creen que si las dos primeras son aceptadas no haría falta llegar a ese tercer juicio. En cualquier caso, para respaldar esta última se basan en una serie de malas prácticas que, aseguran, la empresa ha realizado durante todo el proceso.
"Hemos descubierto que, durante el ERE, MasOrange estuvo contratando a muchas personas, incluso en puestos que en teoría se iban a extinguir. Pero no facilitan documentación. Además, aunque las adscripciones eran preferentemente voluntarias han existido muchas presiones, porque les decían que si no se apuntaban les despedirían de manera forzosa. Tenemos constancia de decenas de casos en los que ha sucedido esto, incluso con audios y correos. Muchos trabajadores ya han puesto denuncias por coacciones o presiones", deslizan.
Al hilo de esto, sostienen que intentaron informar a los empleados de lo que estaba sucediendo, animándoles a denunciar si se habían sentido presionados. Para ello, trataron de hacerles llegar unos comunicados, que debían enviar primero a MasOrange para que la empresa lo hiciera llegar a los trabajadores. "Lo que sucedió es que en la semana del 30 de octubre y del 8 de noviembre esos comunicados no llegaron a los empleados. Y a CCOO le sucedió lo mismo en la semana del 8 de noviembre", afirman desde USO.
Guerra sindical
Durante las negociaciones quedó patente la brecha que existía entre CCOO, que rechazó el acuerdo, y Fetico y UGT, que dieron su visto bueno. Lejos de calmar las aguas, las dos partes han lanzado reiteradas acusaciones contra la contraria, asegurando que los empleados a los que representan han ratificado todas las decisiones que han tomado durante el proceso. Y en medio de ese clima, USO tiene claro de qué lado está.
"Con CCOO hemos trabajado codo con codo, porque tenemos la misma percepción del asunto. Ellos pidieron que estuviéramos presentes en las mesas de negociación, que no se nos dejara fuera. Como la plantilla de MasOrange reclamaba unidad sindical intentamos hacer lo mismo con UGT, con los que nos hemos entendido muy bien en los últimos años con resultados extraordinarios. Pero no ha podido ser, por eso los empleados están tan enfadados con ellos. Y con Fetico apenas hemos tenido trato porque consideramos que viene de la mano de la propia compañía", zanjan.
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