A final de mes llega nuestra nómina. Recibimos el salario que nos corresponde por el contrato firmado con la empresa. Aunque el dinero que percibimos es menor al fijado, esto por el porcentaje del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) pagamos y por lo que cotizamos a la Seguridad Social y como asalariado a nuestra compañía.
Y es que, pese a su importancia, seguro que en más de una ocasión nos han asaltado las dudas cuando nos hemos puesto a analizarla detenidamente, porque no teníamos claros algunos de los conceptos que aparecen en ella.
De hecho, por falta de tiempo o desconocimiento, en muchos casos, no somos capaces de entender aspectos tan importantes como las retenciones que se aplican a nuestro salario o el cálculo de la cantidad neta que vamos a cobrar.
¿Qué es la nómina?
La nómina es un documento que la empresa tiene que entregar obligatoriamente a cada trabajador. En ella, aparecen reflejados una serie de datos sobre la compañía, el tipo de trabajo que has realizado, el periodo trabajado, así como diferentes cantidades económicas.
Como tal, es el recibo del pago de nuestro salario, pero también el justificante de lo que, como trabajador, hemos pagado a la Seguridad Social, así como de las retenciones que te han practicado a cuenta del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF). Además, al ir completada y firmada por la empresa, es un documento que tiene valor legal en caso de que haya algún problema relacionado con la misma.
La nómina actúa como un justificante de los pagos realizados a la Seguridad Social y las retenciones del IRPF pero también como un recibo de salarios, y como tal, debe contener información relativa al tipo de trabajo realizado y a las cantidades percibidas por diferentes conceptos.
Cómo leer una nómina correctamente
Este documento es necesario en multitud de circunstancias cotidianas, como comprar un coche, firmar una hipoteca, comprobar nuestra declaración de la renta o saber cuánto hemos cotizado de cara a nuestra jubilación. Pero, aún de que parece lo contrario, entender una nómina es más sencillo de lo que parece.
Tan solo hay que comprender los conceptos clave, cómo se calculan las deducciones y cuánto dinero nos va a abonar la empresa en nuestra cuenta corriente. Estos son los principales conceptos que pueden aparecer en una nómina:
Salario base de nuestra nómina
Este es el salario mínimo que marca nuestro convenio. Por ejemplo, para un convenio que especifique 20.000 euros brutos al año, nuestro salario base será de 1.428,57 euros en doce pagas, más dos pagas extra de 1.428,57 euros cada una.
Complementos salariales
Esta retribución se fija en función de circunstancias relativas a cada trabajador: responsabilidades, conocimientos, idiomas, trabajo desempeñado, resultados en el beneficio de la empresa...
Horas extraordinarias
Esta partida corresponde a las horas desempeñadas por encima de nuestro horario laboral, tanto si son voluntarias como forzosas. Recordemos que las horas extras son de carácter voluntario siempre y cuando no aparezcan por convenio, o si se trata de fuerza mayor.
Gratificaciones extraordinarias
En España tenemos dos pagas extras obligatorias: una de Navidad y otra que dependerá de nuestro convenio. Las doce pagas mensuales más las dos pagas extra hacen las catorce pagas, que por lo general solemos cobrar en 14 ingresos, pero también pueden estar prorrateadas en doce pagas (una cada mes).
Salario en especie
Aunque difícil de monetizar, es la remuneración que el trabajador recibe en bienes o servicios y que forma parte de su salario. Se trata de algo completamente optativo por parte del trabajador, quien no está obligado a recibir ese tipo de prestación por su trabajo a menos que aparezca reflejado en su convenio.
Devengos no salariales
Los devengos no salariales también tienen una división:
- Indemnizaciones o suplidos. Estos son gastos que el trabajador ha tenido que adelantar para la realización de un trabajo. Puede ser un gasto de transporte, de dietas, de material, etc. Supongamos que, además de los 57 euros de gasolina, el trabajador ha comido varias veces fuera de la oficina (lo que le ha ocasionado un gasto de 85 euros), sumando un total de 142 euros (57+85) que deben ser retribuidos por la empresa, pero que no tributan.
- Prestaciones e indemnizaciones de la Seguridad Social. Este concepto hace referencia a prestaciones por traslados, suspensiones o despidos, así como gastos pagados por la empresa por incapacidad o desempleo temporal.
Deducciones en la nómina
Cada mes, la empresa aplica una retenciones en la nómina a cuenta del pago del IRPF del ejercicio fiscal en curso, así como por otros conceptos relacionados con la Seguridad Social, como el desempleo o la jubilación. Todas estas retenciones y pagos a cuenta son un trámite que la empresa debe practicar cada mes en la nómina de cada trabajador.
Deducciones por IRPF
Si los devengos es la parte de la nómina que suma, las deducciones son aquellos puntos que restan. En esencia, es lo que aportamos de IRPF y para la Seguridad Social.
De cara al IRPF, cada trabajador tendrá una cantidad diferente, aunque es aconsejable ser conscientes de lo que significa y cómo nos afecta. El IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) es aquella cantidad que va a parar a la Agencia Tributaria, y con la que luego habremos de realizar la Declaración de la Renta.
Si el IRPF es muy bajo tenemos que contar con que la Declaración nos saldrá 'a pagar' (tendremos que devolver parte del dinero cobrado) mientras que si el IRPF es muy alto, la Declaración nos saldrá 'a devolver' (habremos adelantado dinero previamente que nos será devuelto).
Para el ejemplo que nos acompaña supongamos que el IRPF en la nómina es del 15%. Un error muy común es tomar toda la cantidad devengada para el cálculo (2.854,99 euros), cuando hay que tomar los devengos salariales más las pagas extraordinarias prorrateadas (aunque en ese momento no se cobren).
Deducciones a la Seguridad Social
Para el caso de la cantidad a aportar a la Seguridad Social el cálculo se realiza del siguiente modo:
- Contingencias comunes. Se calcula como el 4,7% de los devengos salariales menos las horas extraordinarias (que computarán aparte).
- Desempleo. Este concepto es el que te garantiza que puedas acceder a una prestación contributiva, es decir, al paro, en caso de que pierdas el trabajo. Se calcula con respecto a la base de cotización por contingencias profesionales, que se obtiene sumando a la base de cotización por contingencias comunes las horas extras. La deducción será el 1,55% si el contrato es indefinido, en prácticas, de relevo, de interinidad o celebrado con un discapacitado. Si el contrato es de duración determinada, la deducción será del 1,60%.
- Formación profesional. Corresponde al 0,1%, sobre la base de cotización por contingencias profesionales
- Horas extraordinarias por fuerza mayor. Se calculará como el 2% sobre el importe total por las horas extraordinarias debidas a fuerza mayor y el 4,7% sobre el importe total de las horas extra estructurales y no estructurales o voluntarias.
Si los 20.000 euros del ejemplo conforman el llamado 'sueldo bruto', el líquido a percibir es el denominado 'sueldo neto', y es el que acabaremos viendo como ingreso en nuestra cuenta corriente. Esta cuenta es la más fácil de toda la nómina ya que se trata de una simple resta: líquido total a percibir = total devengado – total deducciones.
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