Naturgy está desarrollando proyectos e iniciativas innovadoras para fomentar la eficiencia energética, la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático. Para ello, apuesta por un mix energético equilibrado y una gestión eficiente de los recursos renovables. Y uno de los principales focos de su estrategia es la apuesta por el gas renovable.

Hay dos gases renovables principalmente: el biometano, que se produce a partir de residuos orgánicos, y el hidrógeno verde, que se genera a partir de electricidad renovable y agua. El biometano, en concreto, es fácil de almacenar y, además, ambos tienen la virtud adicional de mejorar nuestra autonomía energética, dado que las fuentes renovables tienen su origen en el país.

El biometano tiene cualidades similares al gas natural, puede distribuirse a través de la infraestructura gasista existente y emplearse en hogares, industrias, comercios y también para movilidad en el transporte. Se obtiene a partir del tratamiento de los residuos urbanos, agrícolas, ganaderos y de la industria agroalimentaria, así como de la depuración de las aguas residuales. Procedente de fuentes renovables, no genera emisiones de carbono. Su desarrollo ofrece, pues, una excelente oportunidad para contribuir a la descarbonización.

Apuesta por los gases renovables

Naturgy quiere liderar el impulso de los gases renovables en España. A medio plazo con el desarrollo del hidrógeno como una pieza clave en el mix energético. Y en el corto plazo con la producción y distribución de biometano.

Las oportunidades son notables y el entorno es propicio. El reciente borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) ha duplicado el objetivo de producción de gases renovables hasta los 20 teravatios-hora (TWh) al año en 2030. Por su parte, el plan RepowerEU estableció para España un objetivo proporcional de producción de 35 TWh en 2030. La oportunidad de que nuestro país se convierta en hub gasista europeo con el desarrollo del biometano y el hidrógeno verde es cada vez más evidente. 

Esquema de funcionamiento de una planta de biometano.

España es el tercer país europeo con mayor potencial de producción de biometano, y el desarrollo de este potencial acarrearía numerosas ventajas. Según un estudio realizado por la Asociación Española del Gas (SEDIGAS), el biometano podría cubrir el 40% de la demanda nacional de gas natural. El aprovechamiento de este gas renovable permitiría, además, evitar la emisión a la atmósfera de 8,3 millones de toneladas de metano producto de la descomposición de residuos diversos. En tercer lugar, el desarrollo de esta industria ahorraría hasta 4.000 millones de euros a los consumidores por la reducción de las compras a terceros países.

Pero por el momento, España acumula un considerable retraso en la producción y consumo de este gas renovable frente a otros países europeos como Francia o Dinamarca. Francia tiene más de 400 planta en operación, Alemania más de 200 y Reino Unido más de 100. En España, a día de hoy, solo hay 11 plantas operativas, aunque hay otras 26 en construcción y 111 en fase de proyecto.

Una oportunidad de desarrollo

El biometano lleva ya medio siglo de desarrollo. Se trata, por tanto, de una tecnología madura, asequible y almacenable que puede contribuir a dar estabilidad y capacidad de almacenamiento al sistema eléctrico. Esta fuente de energía limpia, competitiva y autóctona contribuye a asegurar la garantía de suministro y a reducir la factura exterior en la balanza comercial.

Encaja a la perfección, además, en las exigencias de una transición energética justa y en el esquema de la economía circular. La introducción del biometano en el mix energético no solo es esencial para lograr los objetivos de descarbonización, facilitar una mayor independencia energética y reducir los problemas de la gestión de residuos. Contribuiría, además, a la creación de empleo y el desarrollo de las zonas rurales, donde se encuentra buena parte de la materia prima necesaria para su producción. Así, el despliegue de este enorme potencial no solo aportaría una gran riqueza a la economía, sino que ayudaría a solucionar dos grandes desafíos de nuestra sociedad: la gestión eficiente de los residuos y el reto demográfico. 

Se calcula que el desarrollo del biometano tiene potencial suficiente para crear 20.000 empleos directos y 40.000 indirectos solo asociados a la operativa y el mantenimiento de las plantas. A estos habría que sumar un total de 35.000 empleos directos y 465.000 indirectos asociados a su construcción.

Una descarbonización fácil para el cliente

Actualmente, Naturgy cuenta con tres plantas de producción propia (una en Galicia y dos en Cataluña) inyectando biometano en la red. Además, gestiona una amplia cartera de proyectos en todo el territorio en distintas fases de desarrollo, y sumará en los próximos meses dos nuevas instalaciones de biometano en Valencia y Sevilla. Con estas cinco plantas, Naturgy contará con un total de 104 GWh anuales de producción de biometano.

Planta Elena (Barcelona), que produce biometano a partir de los residuos sólidos urbanos

El objetivo último de Naturgy es ayudar a sus clientes a descarbonizar su consumo energético sin que tengan que asumir costosas transformaciones, permitiéndoles utilizar el tipo de energía que mejor encaje en sus necesidades. Esta energía descarbonizada puede usarse en industrias, viviendas, comercios o movilidad. E incide en otros sectores, como el de la gestión de residuos o la agricultura, a través de los fertilizantes orgánicos que se generan en el proceso.

Nedgia, la distribuidora de gas del Grupo, está jugando también un papel estratégico en el despliegue de los gases renovables a través de una infraestructura gasista compuesta por una red de más de 57.000 kilómetros presente en 1.150 municipios. La compañía tiene identificados más de 290 proyectos que podrían materializarse de forma rápida y comenzar a inyectar más de 10,7 TWh de este gas renovable en la red. 

"España necesita y puede tener mucha más ambición e impulso en materia de gases renovables", explica Raúl Suárez, CEO de Nedgia. “El biometano es la gran oportunidad que tiene que aprovechar nuestro país en materia de energía renovable y es la forma más sostenible de alcanzar la descarbonización residencial”. 

Para el hogar y la industria

Hoy en día todas las calderas están preparadas para funcionar al 100% con biometano sin necesidad de ninguna inversión. Es, pues, la mejor y más barata forma de descarbonizar los hogares. El biometano no requiere ningún tipo de adaptación de la infraestructura gasista, del transporte ni de distribución hasta nuestras casas, siendo 100% compatible con los equipos actuales. Con el 30% del potencial de biometano que calcula la compañía que existe en España se podría descarbonizar todo el parque de viviendas de España sin que los propietarios tengan que afrontar ningún coste.

En este sentido, Naturgy, a través de su distribuidora Nedgia, está siendo pionera en el desarrollo en España de proyecto para nuevas promociones residenciales donde se sustituye el gas natural por el biometano. Esta innovadora iniciativa de eficiencia energética será posible tras el acuerdo de Nedgia con las inmobiliarias AEDAS Homes, Habitat y Hercesa | hi! Real Estate. Los acuerdos suponen un gran paso adelante para llevar el biometano al consumidor final y un hito en la transición energética al acelerar la descarbonización del parque de viviendas de forma eficiente.    

En cuanto a la industria, la compañía tiene dos acuerdos con grandes empresas. Tras el acuerdo firmado en enero con Inditex, y que permitirá cubrir el 75% del consumo de gas natural de las instalaciones del grupo textil en Arteixo y Laracha, Naturgy ha rubricado un nuevo contrato de suministro con Lecta, que ofrecerá biometano a los centros de producción de la papelera en Leitza (Navarra) y Zaragoza.