En los últimos días algunos argelinos han optado por las redes sociales para mostrar su sorpresa ante el cierre de algunas de las tiendas de Inditex en el país. Han difundido imágenes de los locales de la multinacional textil española cerrados a cal y canto entre signos de interrogación, en un contexto marcado por el fin de las restricciones al comercio con España anunciado hace un mes por las autoridades argelinas tras dos años de represalias económicas por el giro del Gobierno español en el contencioso del Sáhara Occidental.

"En los últimos días, una ola de inquietud ha invadido a los consumidores argelinos de prêt-à-porter tras el cierre de varias tiendas de Zara, Bershka, Pull&Bear y Stradivarius, en el centro comercial Bab Ezzouar de Argel y en el centro comercial E-sania de Orán", informa un digital argelino, que especula con las razones de este repentino cierre.

Fuentes de Inditex consultadas por El Independiente confirman el cierre de algunos de sus establecimientos en el país y lo atribuyen a cuestiones operativas y de logística. No precisan el número de los locales afectados. "Algunas tiendas de Inditex en Argelia han cerrado temporalmente por problemas operativos que han dificultado la renovación del stock en las tiendas", señalan desde la compañía con sede en Arteixo (La Coruña).

La empresa que preside Marta Ortega y que logró un beneficio neto de 2.768 millones de euros durante el primer semestre del actual ejercicio fiscal -un 10,1% más que el mismo periodo del año anterior- dispone de una veintena de tiendas en Argelia. No es la primera vez que cierre temporalmente. Lo hizo previamente en Ucrania o Israel.

La firma gallega reabrió a principios de este año las tiendas de Zara en Ucrania y reanudó sus operaciones en Venezuela. En Argelia, Inditex opera en modelo de franquicia con el grupo Daher, con sede en Emiratos Árabes Unidos y con el que mantiene un régimen similar en otros países de África y Oriente Medio.

Inditex, no obstante, no se plantea en ningún abandonar el mercado argelino, señalan a este diario desde Arteixo. Las dificultades logísticas que han obligado al cierre temporal se produce meses después de que el presidente Abdelmadjid Tebboune anunciaran nuevas instrucciones relativas al tránsito portuario de mercancías.

El pasado junio el mandatario argelino pidió al ministerio de Transportes que adoptara todas las precauciones y se mantuviera vigilante contra "ciertas prácticas, como la lentitud en el control de los contenedores, insistiendo en el respeto de los plazos de descarga de la carga mediante el refuerzo de las capacidades y sistemas de vigilancia, lo que permitirá liberar espacio en los puertos secos". También exigió la puesta en marcha un mecanismo para reducir el tiempo de espera de los buques en el mar a un máximo de 24 horas y aliviar la presión sobre el puerto de Argel reorientando, de acuerdo con las compañías navieras, una parte del tráfico de buques comerciales hacia todos los puertos del país.

Obligación de licencia previa

En octubre, además, Argelia introdujo nuevas medidas para el control de las importaciones. Tebboune ordenó que "no se impidan todas las importaciones de materias primas utilizadas en la cadena de producción y en las industrias vitales" y que todas las demás importaciones estén sujetas a una "licencia previa".

El presidente argelino insistió en que su país "no ha impedido ni impedirá las importaciones", sino que sólo recurre a ellas "cuando es necesario", con el fin de "favorecer el desarrollo de la producción nacional" y "salvaguardar sus reservas de divisas para reforzar la economía nacional y su estabilidad". Con estas nuevas medidas, Argelia restableció la licencia para todas las importaciones, excepto las materias primas para las industrias vitales.