El proceso de audiencia pública abierto por el Ministerio de Sanidad sobre el Proyecto de Real Decreto por el que se regulan aspectos de los productos del tabaco y derivados está a punto de concluir. Este viernes termina el plazo para realizar aportaciones al cambio normativo que impulsará el empaquetado genérico, limitará las bolsas de nicotina, y regulará los vapers con y sin nicotina, incluyendo restricciones a los aromas.

Esta iniciativa forma parte del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 y se centra en aspectos como el contenido de los productos, los requisitos de calidad y seguridad, y el envasado y embalaje exterior. La norma hará que todas las cajetillas de tabaco sean iguales. De este modo, se establece la obligatoriedad de la apariencia uniforme para cigarrillos y tabaco de liar, eliminando elementos de diseño y colores atractivos que puedan incentivar el consumo.

Además, el cambio legal que prepara Sanidad regula nuevos productos, introduciendo dos nuevas categorías de productos: las bolsas de nicotina y los productos a base de hierbas calentadas, estableciendo requisitos de seguridad, etiquetado y comercialización. Así, el Real Decreto también limita el uso de aromatizantes en los cigarrillos electrónicos, permitiendo solo los aromas de tabaco para evitar que los sabores artificiales resulten atractivos para los jóvenes.

También se regulan los cigarrillos electrónicos sin nicotina. Se establecen requisitos de etiquetado, como la inclusión de una lista de ingredientes, advertencias sanitarias ("Consumir este producto es nocivo para su salud") y un folleto informativo con información sobre el uso, almacenamiento, contraindicaciones, posibles efectos adversos, etc.

Algunos expertos plantean que es necesario establecer un debate sobre las alternativas al tabaco tradicional y sus riesgos y beneficios para reducir las tasas de tabaquismo y piden diferenciar entre los efectos del tabaco y las alternativas sin humo.

"Los productos alternativos la verdad es que tienen aproximadamente un 90-95%
menos de tóxicos que el tabaco por combustión. Esto significa que, desde el punto de
vista del cáncer, o del punto de vista de la enfermedad vascular, del punto de vista de
las enfermedades respiratorias, son capaces de producir, al menos hasta ahora, lo que
se sabe, que relativamente menos, potencialmente menos enfermedades", asegura en declaraciones a Europa Press el doctor Javier Nieto, nefrólogo y presidente Sociedad castellanomanchega de Hipertensión y Riesgo Cardiovascular.

Por su parte, el doctor Fernando Fernández Bueno, portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo asegura que "fumar y vapear, o consumir nicotina oral, no es lo mismo". "Las herramientas de reducción del daño, es decir, el cigarrillo electrónico y la nicotina oral, son productos testados y que la evidencia científica, dice y afirma, que consigue que la gente deje de fumar", asevera.

10 meses para adaptarse

El proyecto de Real Decreto establece dos plazos en su disposición transitoria única: los fabricantes tienen 10 meses para adaptarse a las nuevas normas de etiquetado, envasado y fabricación, mientras que los comercios tienen 12 meses para vender los productos que aún tengan en stock bajo la normativa anterior.

Según el Ministerio, en la actualidad, existe en España una amplia variedad de productos con características diferenciadas: con o sin tabaco, con o sin nicotina, con o sin componentes electrónicos, e incluso con aspectos híbridos que dificultan su catalogación. "Hay gente que está a favor, en cierta medida por la posibilidad o la potencialidad que tienen estos productos de disminuir ese riesgo, y hay gente que considera que el riesgo es similar o parecido al tabaco convencional", añade Nieto.

Los expertos consultados recuerdan que países como Reino Unido o Suecia han apostado por estos productos alternativos y están consiguiendo reducir los índices de tabaquismo y las muertes por enfermedades asociadas. "Lo que mata a los pacientes, es el humo, no es la nicotina, pero existen otras formas de consumo de nicotina sin humo que están obteniendo excelentes resultados, como son los cigarrillos electrónicos y el Snus o los nicotine pouches que son las bolsitas de nicotina", añade Fernández Bueno.

En todo caso, los expertos abogan por un debate abierto y consensuado y recuerdan que el objetivo final es que el fumador abandone por completo su hábito. "Lo que tiene que saber la población es que estos productos están destinados para la población fumadora. Nunca vamos a decir que estos productos son para cualquier persona", concluye Fernández Bueno.