Es un segundo intento abocado, salvo sorpresa, al fracaso pero con el que el Gobierno quiere dar por cumplido el compromiso alcanzado con Podemos y que respaldarían Bildu, BNG y ERC. El Consejo de Ministros ha aprobado esta mañana un nuevo decreto que plantea un gravamen a las energéticas, tras decaer la semana pasada la prórroga del decreto anterior. La medida, que ya estaba contemplada, pretende así cumplir con la parte del acuerdo que había alcanzado con Podemos, su socio de Gobierno y con el que aspiraban a poder seguir gravando a las compañías energéticas en 2025.

El nuevo decreto introduce algunos cambios, como incentivos fiscales relacionados con las inversiones que las compañías lleven a cabo relacionadas con la descarbonización y la transición energética. "Lo que estamos haciendo es demostrar que puede exigirse un esfuerzo adicional a las empresas energéticas al tiempo que también continuamos con nuestra hoja de ruta de descarbonización y de impulso a proyectos industriales tan importantes como la producción de hidrógeno verde", ha destacado el jefe del Ejecutivo en rueda de prensa tras la celebración del último Consejo de Ministros del año.

El Consejo de Ministros ha aprobado la prórroga del gravamen para que entre en vigor antes de la derogación del tributo que aprobó el Congreso de los Diputados con apoyo del PP, PNV y Junts. Ante el rechazo anunciado por PNV y Junts, y que tumbará la medida en la Cámara Baja, Hacienda ya piensa en plantear que el decreto se tramite después como un proyecto de ley. De este modo podrá transformar el gravamen en un impuesto permanente -cambio que vía decreto no se puede ejecutar- y así convencer a Podemos, que rechaza la temporalidad. Con ello espera poder convencer también al PNV que considera que los impuestos podrían concertarse para que su gestión corresponda en Euskadi y Navarra las haciendas forales vascas y navarra. Sin embargo, el PNV ya ha dejado claro que el único cambio que contempla es una modificación del Impuesto de Sociedades si el Gobierno considera que no se gravan suficientemente los beneficios de las empresas.

Con el rechazo de PNV y Junts

Como todo, el decreto ley aprobado hoy, la prórroga del gravamen de las energéticas, habrá de someterse en el Pleno del Congreso en el plazo de 30 días para su convalidación y derogación, y ahí es donde el Gobierno no tiene garantizados sus apoyos dada la negativa ya anunciada de PNV y Junts.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que con esta aprobación su Gobierno demuestra que "cumplimos con nuestros compromisos" y con "las distintas formaciones políticas". El Ejecutivo se había comprometido al mismo tiempo con PNV y Junts a no prorrogar este gravamen y con Podemos, Sumar y ERC a prorrogarlo el próximo año a través de un nuevo decreto. Tras la aprobación de una enmienda impulsada por el PP y respaldada por PNV y Junts la semana en el Congreso y por el que se suspendía la posibilidad de una prórroga del decreto hasta entonces en vigor, al Ejecutivo sólo le restaba 'cumplir' con sus socios con la nueva medida hoy aprobada.

Sin embargo, el decreto está abocado a no prosperar ya que en el plazo máximo de un mes debe ser convalidado en el Congreso de los Diputados y no contará con los apoyos suficientes. El PNV ha reiterado hoy en palabras de Aitor Esteban que este "paripé" no contará con su apoyo. Los nacionalistas vascos han insistido en que no respaldarán en ningún caso la aplicación de un gravamen a las energéticas. Reiteran que sólo contemplarán una posible modificación del Impuesto de Sociedades si se considera que no se gravan de modo adecuado los beneficios de estas compañías.