Es un dilema que aún ahuyenta la compra. La compra de un coche eléctrico es un paso que por ahora pocos españoles están dispuestos a dar. El precio y la insuficiente, lenta e irregular red de recarga que aún existe en España son dos de los motivos principales que están ralentizando sobremanera la penetración del coche eléctrico en nuestro país. Este año apenas un 5% de los vehículos matriculados era un coche eléctrico. Los puntos de recarga van en aumento pero lo hacen a un ritmo insuficiente y con una capacidad de recarga lenta en la mayoría de los casos que complican los desplazamientos.

La previsión que maneja el sector es que el 2025 que está a punto de comenzar sea un año que acelere el despliegue de puntos de carga y con ellos de matriculación de vehículos eléctricos. En realidad, urge que sea así. Actualmente en nuestro país son alrededor de 220.000 los vehículos 100% eléctricos que circulan por nuestra red viaria y se prevé que el próximo año pueda aumentar en un 25%.

Ni siquiera a esa velocidad se alcanzaría el objetivo marcado por el Plan Integrado de Energía y Clima (PNIE) que fija que para el año 2030, dentro de sólo un lustro, en España debería contar con un parque de 5,5 millones de vehículos –coches, motocicletas, patinetes…- eléctricos. Actualmente ni siquiera se alcanza el medio millón, con lo que en los próximos cinco años la matriculación de este tipo de vehículos debería multiplicarse por más de diez. Actualmente cada año se matriculan alrededor de 55.000 coches eléctricos, una cifra que no termina de repuntar.

La insuficiente red de puntos de recarga es uno de los motivos fundamentales que retraen a los consumidores. En España existen algo más de 37.000 puntos de recarga de acceso público, muchos de ellos en núcleos órganos o estaciones de servicio. Supone un incremento de casi un 20% respecto al año pasado pero pese a ello, siguen sin lograr un uso importante por el freno en el desarrollo del coche eléctrico que padece nuestro país.

En casi dos de cada tres casos se trata de puntos de recarga lentos, de 22 kW o menos. Según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), el 61% son puntos de recarga con poca potencia que requieren de largos periodos de recarga al usuario, en algunos casos, por la tipología de vehículo, de hasta tres horas, señalan que desincentivan la compra de este tipo de vehículos eléctricos. Actualmente sólo el 5% de los puntos de recarga son considerados “ultrarrápidos”, por encima de los 350 kW y con tiempos de recarga completa de 15 minutos. El sector prevé que este porcentaje aumente de manera significativamente el próximo año y lo haga además en lugares de alta demanda, como autopistas y centros urbanos.

La red de puntos de recarga lenta -22 o menos kW- está compuesta por cereca de 22.000 puntos, seguida por los puntos de recarga considerada rápida, entre 22 y 50 kW, con algo más de 7.500 puntos- En el apartado de recargas ultrarrápidas se sitúan los puntos por encima de los 50 kw y hasta los 250 kw, algo más de 2.000 y no llega al millar los que superan esa potencia. La comunidad autónoma con más puntos de recarga eléctrica es Cataluña. Casi uno de cada cinco está en alguna provincia catalana. Supone un porcentaje significativamente mayor que el 13% que tiene Madrid o el 12% de puntos de recarga que están en Andalucía.

La semana pasada el Gobierno aprobó prorrogar el llamado Plan Moves III hasta el 30 de junio próximo, cuyo final inicial se había previsto para este 31 de diciembre. Se trata de un programa de apoyo a la adquisición de vehículos eléctricos y que contempla deducciones de hasta el 15% en el IRPF del precio de compra de un vehículo eléctrico, así como ayudas para financiar hasta el 70% de la instalación de puntos de recarga en comunidades de vecinos y hogares.

La Asociación de Fabricantes de Automóviles y Camiones en España, Anfac, ya alertó la semana pasada, tras un encuentro con el Gobierno, de la necesidad de acelerar el paso. Aseguró que el 5% de electrificación del parque móviel en el que está España la sitúa en el puesto número 17 de Europa y lejos del 14% de la media comunitaria. Para ello fijó como reto para el próximo año que se pueda duplicar ese porcentaje para lo que lo que sería necesario matricular 100.000 unidades eléctricas en 2025, prácticamente el doble de las que se habrán formalizado este año.

Un avance que debería ir paralelo a la ampliación de la red de recarga. Los algo más de 37.000 puntos ahora existentes, muchos de ellos inoperativos, deberían multiplicarse hasta una red de 300.000 puntos en 5 años. Anfac considera que para 2025 es sería indispensable tener al menos 90.000 puntos de recarga, la mayoría de alta potencia.

Con este objetivo esta asociación trabaja con el sector y el Gobierno para impulsar el llamado Plan España Auto 2030 para hacer de España un hub tecnológico y de la innovación con el coche eléctrico como vector principal.

En 2025 entra en vigor un nuevo tramo de reducción de emisiones de la normativa CAFE de la Unión Europea, en la que se pasará de un límite de 115,1 gramos de CO₂ por kilómetro a 93,6 gramos.

En caso de incumplimiento, las marcas en Europa podrían enfrentarse a multas de hasta 15.000 millones de euros, según ANFAC. Pero, como explicó Recasens, “estas multas sólo están obligados a pagarlas aquellos fabricantes de automóviles que no cumplan los objetivos marcados. No las van a pagar ni las financieras, ni las aseguradoras, ni las energéticas ni los distribuidores, solo los fabricantes de vehículos”.

Por eso, desde ANFAC, se espera que se resuelva cuanto antes el debate surgido en Europa sobre qué va a pasar con las multas en 2025. “Ningún fabricante pone en duda la fecha de 2035. Lo que se está debatiendo ahora mismo es si en 2025 va a haber multas o no y espero que este debate se resuelva cuanto antes porque estamos en el tiempo de descuento”.