Nunca se ha pedido tanto. Al menos, sobre el papel. Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ha presentado este martes las líneas maestras de lo que será la estrategia de letras del Tesoro para todo 2025.

En términos brutos, que incluyen la deuda ya en circulación, las emisiones totales alcanzarán los 278.000 millones de euros, un 7,2% más que el año pasado, según el plan revelado este martes. Aunque estas previsiones significan aún más deuda, en términos relativos, si la economía española mantiene su crecimiento, supondrían el 16,7% del PIB, menos que el 18% que supusieron por ejemplo las emisiones de 2018.

En términos nominales, para encontrar una cifra semejante de emisión bruta de deuda por parte del Tesoro hay que irse a 2020. En plena pandemia, España emitió deuda bruta por valor de 277.100 millones de euros, según la Estrategia del Tesoro Público 2024, el documento que recoge los planes del año pasado. Más allá de este año, la cifra no encuentra precedentes próximos.

Los planes de España para el próximo años son claros: el Estado emitirá 60.000 millones de euros de deuda neta, es decir, deuda nunca antes emitida. La cifra supone un incremento de 5.000 millones con respecto a 2024.

"La buena marcha económica nos permite afrontar con solidez y confianza la estrategia para 2025. Esta se basa en un crecimiento equilibrado en el que son claves la prudencia y la flexibilidad. Se ha alargado la vida media de las letras y bonos, cuya media está en torno a los ocho años. Esto nos ayuda a ir asimilando poco a poco las subidas del BCE. Cada año hay que refinanciar solo entre el 12% y el 14% de deuda", ha explicado Cuerpo en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. El objetivo del Ejecutivo es cumplir con Europa y reducir la deuda con respecto al PIB al 101,4%. Con el actual nivel de emisión de deuda pública, las cuentas de Cuerpo es que esto se puede conseguir.

La primera subasta del año, celebrada este mismo martes, ha ofrecido una de cal y otra de arena. El Tesoro Público ha colocado 6.205,19 millones de euros en letras, dentro del rango previsto. Lo ha hecho bajando la rentabilidad de las letras a seis meses, pero subiendo las letras a un año. En concreto, el Tesoro ha colocado 2.025 millones de euros en letras a seis meses con un interés del 2,557%, el más bajo desde diciembre de 2022. Por otro lado, ha adjudicado 4.179 millones de euros con una rentabilidad del 2,384%, una cifra superior al interés del 2,228% de la anterior subasta.

"En un contexto de bajadas de tipos es mejor endeudarse a corto plazo, por lo que tiene lógica emitir título de corto plazo y volver a emitir en un año cuando los tipos aún estén más bajos. En estos momentos, interesa emitir más deuda a corto plazo (como las letras del Tesoro) que otros de medio y largo plazo", comenta a El Independiente Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de Funcas.

La deuda europea puede afectar a la economía española

Está por ver si el crecimiento del PIB sostendrá este mayor endeudamiento. Los mercados tardan poco en desconfiar. Valga el ejemplo de Reino Unido. Este mismo martes, el homólogo británico del Tesoro Público ha tenido que pagar sus bonos a 30 años en el mercado secundario con un interés del 5,22%. Esta cifra quiere decir que, desde 1998, Reino Unido nunca ha tenido que pagar más por colocar su deuda a largo plazo.

El motivo de esta desconfianza tiene nombre: deuda pública. El pasado otoño, Reino Unido situó su deuda por encima de la barrera psicológica del 100% del PIB, un nivel de endeudamiento que no se veía en el país desde principios de los años sesenta. Como respuesta, la ministra de Economía, la laborista Rachel Raves, anunció una nueva manera de medir el déficit que, en su opinión, garantizaría ciertos niveles de inversión pública necesaria. Los acreedores, sin embargo, no se terminan de fiar.

No es mucho mejor la situación en la vecina Francia. Esta semana, su ministro de Economía, Eric Lombard, ha confirmado que buscan reducir 50.000 millones de euros de gasto público. El motivo es que el pasado año el país galo superó holgadamente el 110% de deuda sobre el PIB, lo que incumple los compromisos de gasto pactados con Bruselas. Desde Alemania, el Bundesbank, el banco central alemán, proyectó a mediados de diciembre una contracción del 0,2 % para el cierre de 2024.

No es difícil imaginar cómo puede afectar la mala marcha de los países del entorno a España, un país en el que el turismo sigue teniendo un peso de más del 10% del PIB. Según el INE, en los 11 primeros meses de 2024 Reino Unido fue el país con mayor gasto acumulado en turismo en España, un 18,1% de un total de más de 7.700 millones. Le siguieron Alemania, con 12,3%, y Francia, con un 8,8%.

Los analistas son prudentes. "El récord en los bonos del Reino Unido y los ajustes fiscales de Francia podrían impactar indirectamente (y, de momento, de forma remota) en la capacidad de España para emitir deuda. Un aumento de los rendimientos internacionales o mayor escrutinio fiscal en la eurozona podría elevar los costes de financiación españoles y de otros países. Sin embargo, el respaldo del BCE, el crecimiento económico relativamente sólido de España y una gestión adecuada de la deuda pueden mitigar los riesgos. Mantener políticas fiscales creíbles será clave para proteger la confianza de los inversores", comenta Carbó.

También ha invitado a la prudencia la secretaria general del Tesoro y Financiación Internacional, Paula Conthe, que ha descartado este martes la transmisión de la enfermedad de los países vecinos: "Creo que puedo decir con bastante tranquilidad que no prevemos ningún tipo de contagio por la situación en Francia".

"De hecho, hemos visto ya en 2024 episodios de mucha volatilidad que han impactado muy sustancialmente sobre países vecinos y la demanda inversora española se ha mantenido", ha subrayado Conthe sobre la fortaleza de la economía española y su capacidad de permanecer por ahora ajena a los problemas del entorno. De ello dependerá que los acreedores mantengan la confianza.